Caos en el aeropuerto de Santander por los cinco vuelos cancelados por el viento

Durante toda la mañana ha reinado el caos en el aeropuerto. Los pasajeros que se han quedado tirados han buscado una alternativa de viaje en los mostradores de las aerolíneas. Por el momento, quienes ya tienen una solución son los pasajeros que volaban a la capital de España, que viajarán en autobús en los próximos minutos, y los viajeros de Londres, que tendrán tres opciones: trasladarse hasta Biarritz y desde allí volar al aeropuerto de Stansted, el reembolso del billete o volar el próximo miércoles. El resto de pasajeros, muchos de ellos familias y parejas que comenzaban un viaje por Navidad, están buscando una opción.

Misma odisea enfrentan los pasajeros que han aterrizado en Burdeos, tanto los que volaban desde Londres como los de Viena. «Nos anunciaron por megafonía que quedaban 15 minutos para aterrizar en Santander y cinco minutos después, que por razones meteorológicas teníamos que desviarnos a Burdeos», cuenta una de las viajeras del vuelo de Londres. Otra de las pasajeras, Mayolis Álvarez, vecina de Burgos, está preocupada porque su padre se tuvo que desplazar hasta la capital cántabra para recogerla: «¿El viaje? Mal. Salí a las 20.45 horas de mi casa, he tenido que dormir en el aeropuerto y aquí sigo. Y mi padre ha tenido que ir hasta Santander a buscarme». En la fila de detrás viajaba Sofía López, de Laredo, que también ha pasado la noche en el aeropuerto para «llegar pronto y que no hubiese ningún problema, porque esto suele pasar, y lo último que me esperaba era aterrizar en Burdeos».

«Nadie dijo que viajar fuera cómodo. Al final es por la seguridad del pasaje», reflexiona Ana Isabel Palazuelos, que ha tenido que levantarse a las tres de la mañana para estar a las 6.45 horas cogiendo el avión de Londres rumbo a Santander.

Una de las pasajeras del vuelo proveniente de la capital inglesa, en el que volaban cerca de 180 personas, explica a este periódico que la compañía les ha ofrecido finalmente viajar en autobús desde Burdeos hasta Santander: «Hay gente que no ha querido esperar, como María Laguna, de Doña Carmen, recién nombrada Mujer Empresaria del Año, que ha optado por alquilar un coche, pero la mayoría va a coger la opción del autobús», explicaba. «Van a poner autobuses para los pasajeros de los vuelos de Londres y de Viena, el primer de los cuales -eran las 12.00 horas- acaba de salir con las familias con niños». El ambiente entre el pasaje estaba marcado, como cabía esperar, por la frustración: «Hay un grupo de jóvenes quejándose porque con el viento les han cancelado los últimos vuelos que tenían desde o hacia Santander», resaltaba. «Y no son los únicos, hay bastantes personas comentando lo mismo». «La gente está resignada pero critican a Ryanair por no haber avisado en Londres de la situación o, dadas las circunstancias, no haber optado por retratar el vuelo», continuó.

Mario, pasajero del avión de Viena, no es tan optimista, sobre todo pensando en lo que le queda de trayecto: «Un viaje en autobús muy largo se nos va a hacer... Nos hemos levantado a las cuatro menos veinte de la mañana para coger el Uber e ir al aeropuerto».

Pasadas las 18.30 horas, los pasajeros que tenían que volar desde Londres y Viena han llegado a la capital cántabra en los autobúses en los que partieron a mediodía desde Burdeos tras cancelarse su enlace con Santander en avión.

En el aeropuerto cántabro, los rostros serios y la incertidumbre también han sido la tónica general a lo largo de la mañana. Las cancelaciones y la falta inicial de información han ido dando paso a las diferentes alternativas que las compañías han ofrecido a los viajeros de los distintos vuelos.

En el caso de los asturianos Pepe More y su hijo, Tristan Iglesias, aguardaban la salida del vuelo a Viena cuando éste ha sido cancelado. More, surfista aficionado, miraba en su móvil la web de Windguru para conocer la evolución del viento: «Habíamos facturado el equipaje y ahora tenemos que ir a buscarlo, es un problema porque si no estábamos planteándonos marcharnos. Dicen que la alerta de viento es hasta las 3 pero en Windguru se ve que va a estar soplando todo el día», decía More con una mezcla de decepción y resignación. «Nuestro viaje es de ocio así que no es una obligación y podemos buscar alternativas», añadió.

En el vuelo con destino a Barcelona iban a viajar Pilar Arcos, una amiga y la madre de ésta, de 92 años: «Viajamos por ocio y nos hemos encontrado esta situación, así que ahora toca tener tranquilidad», explicaba Arcos. En el momento en que este periódico hablaba con ellas, aguardaban la posibilidad de que el vuelo partiese por la tarde desde la capital cántabra hacia la catalana: «Han dicho que a las 11.00 iban a dar más información sobre el vuelo, a ver si puede entrar porque por lo visto con este viento está toda la zona norte igual». Poco después, Vueling anunciaba la alternativa definitiva: los viajeros iban a ser traslados en autobuses hasta Oviedo, desde donde se les repartirá en dos vuelos, uno que sale a media tarde y otro ya llegada la noche, ambos con destino a la Ciudad Condal. «Hay que tomárselo con paciencia», insistía Pilar Arcos, mientras su compañera asentía para concluir: «Lo malo es que viajamos con mi madre y para ella este tipo de situaciones se hacen muy pesadas».

Abraham Olivares y su pareja, que habían viajado hasta Cantabria para pasar el fin de semana, tenían que regresar hoy a Barcelona para retomar mañana su trabajo. «Al principio nos han dicho que cancelaban el vuelo por condiciones meteorológicas adversas, después nos han informado de que podríamos volar a las 12.30 horas pero ahora -eran en torno a las 11.00 de la mañana- nos acaban de comunicar que finalmente lo han cancelado y que vamos a intentar volar desde Oviedo», explicaba. «Nos van a reubicar en dos vuelos, uno que sale a las 14.00 horas y otro a las 22.00 horas». El cubano Jorge Barrena, jubilado residente en Los Corrales de Buelna, también aguardaba soluciones con cara de circunstancias : «La información ha sido pobre, solo sabemos que nos van a llevar a Asturias y que intentrarán reubicarnos en otros vuelos», señalaba contrariado.

También los afectados por la cancelación del vuelo a Londres han tenido que hacer cola, abarrotando el aeropuerto cántabro, a la espera de la solución ofrecida por Ryanair. Una pareja de jóvenes que iba a realizar una escapada a la capital inglesa explicaba que «la compañía nos ha enviado un mensaje en el que nos dice que nos pueden llevar a Biarrtiz en autobús para volar desde allí a Stansted». Las otras alternativas ofrecidas por la empresa irlandesa, el reembolso de los billetes o la reubicación en el próximo vuelo, que debe partir el miércoles, no les convencían: «Tenemos el hotel pagado y ese no nos lo devuelven, así que queremos salir hoy para allí como se pueda», aseveraban Lorrando Schumacher y Maite Revillaga.