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La decisión de la jueza de archivar la investigación por el hundimiento del buque Vilaboa Uno al no estar clara la causa del siniestro ha ... caído como una losa entre los familiares de los fallecidos. «Esto no se puede quedar así. Es una injusticia», apuntaba ayer uno de ellos, sin querer entrar en más valoraciones hasta no reunirse con su abogado y decidir qué pasos van a seguir; si bien la idea inicial es recurrir la decisión de la magistrada y solicitar la práctica de más diligencias.
En el auto en el que acuerda el sobreseimiento provisional, la magistrada María Fernanda Figueroa concluye que, «pese al fatal desenlace de tres fallecidos, de los informes técnicos elaborados tras el accidente no se desprende ningún incumplimiento en la normativa legal ni de prevención de riesgos laborales o similar que nos permita entender que nos encontramos ante un delito contra los derechos de los trabajadores».
Para el armador del barco, Alberto Rentería, la decisión de la jueza es «racional» porque «yo mismo todavía no he encontrado una explicación a lo que pasó». «Parece mentira. Fue una cosa tan rápida y tan... No tengo palabras para calificarlo. Yo creo que fue una concatenación de circunstancias», apunta Rentería.
En declaraciones a este periódico, el armador del Vilaboa Uno deja muy claro que «esto es un problema muy serio porque han fallecido tres personas». «Lo demás importa un bledo. El barco es un objeto. El problema son las personas», recalca.
Sobre las causas del siniestro, Rentería afirma que «todo el mundo tiene hipótesis». Pero él lo que defiende a capa y espada es que «el barco siempre ha tenido un buen mantenimiento porque nos dedicamos a él». «¿Qué puede pasar en la mar? Quién sabe».
Desde el punto de vista personal y año y medio después de la tragedia, el armador del Vilaboa Uno reconoce que «desde el minuto uno lo que más me ha preocupado es perder a tres compañeros. No me ha preocupado nada más. Ni siquiera el barco. Ni entonces ni ahora. Las vidas humanas ya no se recuperan. Y como humano no se puede pensar de otra manera», razona.
Hace apenas un mes cumplió un año la campaña de recogida de firmas (hay 8.770) para reflotar el barco e intentar recuperar el cuerpo de Walter Ferreyros, que puede encontrarse en su interior según las declaraciones de otros tripulantes. Para Rentería es «lógico y razonable» que la familia de su compañero quiera recuperarlo. «El problema es ver qué posibilidades hay de hacerlo. Yo casi no puedo opinar. Si lo hacen bienvenido sea. En su momento ya traté de que pudiera realizarse. No puedo llegar más lejos de donde me toca, porque no tengo acceso a nada», señala, al tiempo que reconoce que «no tener el cuerpo de tu familiar fallecido y no saber dónde está es la mayor desgracia posible».
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