
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Hoy comienza la 'Gran Recogida' del Banco de Alimentos de Cantabria, que por segunda vez en su historia no es de alimentos, sino de dinero. El sistema ha cambiado pero el espíritu solidario sigue siendo el de siempre, para llenar las despensas a cuantas más familias sea posible, en estos tiempos pandémicos que han alargado las colas del hambre.
La campaña se extenderá hasta el próximo jueves, día 25, y funcionará en más de 160 supermercados y grandes superficies de Cantabria. En 60 de ellos habrá voluntarios informando y, en los demás, serán los cajeros los que ofrezcan a los clientes la posibilidad de donar. Porque desde el año pasado, para colaborar con el Banco de Alimentos en la 'Gran Recogida', ya no se llenan carros de la compra de productos no perecederos como se había hecho siempre. Ahora, al llegar a la caja se indica qué cantidad de dinero se quiere aportar (se puede desde 10 céntimos) y el donativo viene reflejado en el mismo ticket junto con el desglose de la compra realizada. Y para donaciones altas, ventaja añadida: te dan otro ticket para que se pueda desgravar en la Declaración de la Renta el 80% de los primeros 150 euros aportados. También se puede colaborar online a través de las páginas web www.bancodealimentosdecantabria.es y en www.granrecogidadealimentos.org.
Así es como funciona ahora esta enorme red de apoyo a las personas en riesgo de exclusión, que permite al Banco gestionar la recaudación a lo largo de todo el año comprando lo que realmente se necesita en cada momento. Cuando acaba la Gran Recogida, cada súper informa al Banco de Alimentos del crédito conseguido, que, después, puede ir gastándolo -en la misma cadena- comprando comida con precios especiales por ser grandes cantidades.
El año pasado, el primero con donación económica y además sin voluntarios informando, fue un éxito: se recaudaron 380.000 euros en la 'Gran Recogida' de 2020, un dinero con el que la entidad calcula que puede comprar 250.000 kilos de alimentos para las aproximadamente 20.000 personas (la cifra fluctúa mes a mes) que han atendido a lo largo del último año.
El Banco de Alimentos de Cantabria sigue llenando sus estanterías de productos básicos no perecederos, como pasta, arroz o legumbres, pero también compra productos frescos y comida congelada. En la reciente visita de la reina emérita a la sede de la entidad en Santander, la Fundación Reina Sofía donó un buen congelador en el que se almacena carne y pescado, productos que, sobre todo, van a parar a los menús de comedores sociales. Y, al comprar comida a lo largo del año, también se adquieren en fresco patatas, yogures, pollo y otros alimentos que permiten enriquecer la cesta básica de una familia.
Llegados a estas alturas del año, la hucha se está vaciando. La Gran Recogida es el principal evento que permite abastecer los almacenes del Banco de Alimentos para prestar su labor. Apelan al espíritu solidario de los cántabros para que aporten «lo que buenamente deseen y puedan» y también necesitan reclutar a más voluntarios. Hasta ayer, había unos 500 apuntados para hacer turnos en los supermercados adheridos en la campaña e ir informando a la clientela sobre el funcionamiento de la colecta. Dicen que necesitan llegar a mil. Sus líneas están abiertas para que todo aquel que quiera colaborar se sume a la Gran Recogida, porque tienen calculado que «en una hora, si no hay voluntario informando, en una caja de un supermercado se pueden recaudar uno ó dos euros. Con voluntario, las donaciones se multiplican por diez en el mismo tiempo», explica Juanjo Merino, vocal de la Junta Directiva del Banco de Alimentos de Cantabria.
El Banco de Alimentos ha ido 'sofisticando' su funcionamiento y ahora incluso cuentan con una trabajadora social, en la sede principal de la entidad en Santander (en la calle Fernando de los Ríos), que ha sido contratada para estudiar la vulnerabilidad de las personas que llegan pidiendo ayuda. Porque todos los beneficiarios han de contar con su correspondiente informe social para acceder a los alimentos del Banco. La mayoría son derivados desde las aproximadamente 200 entidades sociales colaboradoras, entre parroquias, asociaciones vecinales, comedores sociales, residencias de ancianos y los servicios sociales de treinta ayuntamientos de la región.
En paralelo
La 'Gran Recogida' coincide en el tiempo con otra de las campañas más importantes para el Banco de Alimentos, la que recoge productos en los colegios que llevan los alumnos desde sus casas. Vuelve a celebrarse esta colecta después de dos años suspendida por la pandemia, y además las donaciones son de paquetes de alimentos, como siempre. La diferencia es que, antes, cada niño se llevaba a casa una bolsa de plástico con el logo del Banco de Alimentos para entregarla después llena. Ahora, por la nueva normativa, ya no se dan bolsas (se verían obligados a cobrarlas) y, en su lugar, están llevando a cada centro unos grandes cajones de cartón donde el que quiera puede ir depositando lo que quiera donar, en una campaña que se extenderá hasta diciembre. En la última, en el año 2019, se recogieron en los colegios de Cantabria unos 10.000 kilos de alimentos.
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