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La Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) ha ampliado la demanda por supuesta prevaricación contra el consejero de Desarrollo Rural y Ganadería, Guillermo Blanco, y su director general de Biodiversidad, Antonio Lucio, por las resoluciones «arbitrarias» emitidas para matar tres lobos ... . Consideran ahora que se «mintió» en el proceso y alegaciones planteadas a la petición judicial del colectivo de paralizar las órdenes de muerte a los ejemplares, justificando daños al ganado que no se reflejan en la documentación aportada por el Gobierno de Cantabria.
Y ¿en qué «engañó» el consejero y el director de Biodiversidad a la opinión pública según Ascel? Pues, según afirman en su ampliación de la demanda a la Fiscalía de Medio Ambiente, se «miente» en los datos de animales muertos por ataques de lobo en las comarcas de Polaciones y Tudanca, Hermandad de Campoo de Suso y Los Tojos (Cabuerniga). Los conservacionistas basan su acusación en la documentación remitida por la Consejería en septiembre al Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) para alegar contra las medidas cautelares solicitadas por Ascel para paralizar los sacrificios, objetivo que consiguieron finalmente.
Según esgrime ahora el colectivo, se ha detectado que en las tres resoluciones publicadas en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) del 9 de septiembre, cuando se da la cifra de animales muertos, estas «no coinciden» con las «fichas» aportadas por Biodiversidad en las alegaciones para oponerse a la paralización de las órdenes de muerte. Aseguran que en el cotejo que hacen -entre órdenes y fichas - se aprecian contradicciones tales como que, en la resolución firmada el día 9 por Lucio, se afirma que hay «93 cabezas muertas» en Campoo de Suso, mientras que en las fichas que se aportan posteriormente de los agentes del Medio Natural se certifican «teóricamente 63». Lo mismo alegan en Los Tojos, con una diferencia de 121 a 56 ejemplares y, en Polaciones, cuya distancia numérica es de 40 a 28. Indican también que «falta documentación» o hay «errores de bulto» en las citadas fichas y no se aporta prueba alguna de que esas muertes de ganado sea por ataques de lobos.
Ascel concluye que «no hay incremento de daños en general, a pesar de pretender lo contrario en manifiesto, público y ostentoso engaño», afirman respecto a la «bravucona» postura del consejero Guillermo Blanco ante los medios de comunicación. «Aquí podríamos estar hablando de más delitos como falsedad documental», explica el presidente de la asociación, Ignacio Martínez. «Este es el nivel que tenemos y un ejemplo de un deplorable manejo de la biodiversidad», reprocha.
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