Los aspirantes a un escaño en Europa

Número 17 en la lista que lidera la exministra Dolors Montserrat, a la que escoltarán Esteban González Pons, Antonio López-Istúriz y Pilar del Castillo en las cinco primeras posiciones, el joven ingeniero santanderino estimula su nuevo reto político pendiente de un error en los sondeos (que sólo garantizan 14 eurodiputados al PP) o de un posterior movimiento interno (de tres, más bien) que le permitan cruzar el umbral de la Eurocámara.

Sólo por uno de esos dos caminos podrá ver culminado su proyecto Juan Corro, de 39 años de edad, casado y padre de tres hijos fruto de su unión con María Sarabia Alegría, a la que conoció en la universidad y con la que, dos años más tarde, ganó la III Liga Nacional de Debate Universitario y la Liga Internacional Iberoamericana.

Celebrados en la comunidad educativa por su enorme importancia, aquellos dos éxitos personales catapultaron al ingeniero santanderino –un brillantísimo estudiante de Telecomunicaciones en ese entonces– al mundo de la política nacional, en el que desembarcó en el año 2008 cogido de la mano de otro cántabro, José María Lasalle, hombre de confianza de Rajoy.

Próximo al exalcalde De la Serna, que en 2011 le nombró concejal, y al exsecretario de Estado de Telecomunicaciones Víctor Calvo Sotelo, que seis meses después decidió incorporarle como jefe de su gabinete en el Ministerio de Industria, Juan Corro, un habilidoso creador de mensajes macerado a la sombra del diplomático Jorge Moragas, está estrechamente vinculado al actual líder popular, Pablo Casado. Tras la celebración del congreso nacional del PP en el que Casado asumió el mando del partido, éste le incluyó en el comité ejecutivo nacional al que desde entonces pertenece el candidato santanderino al Parlamento de Bruselas.

Raúl Pesquera Cabezas concurrirá a las elecciones europeas en la candidatura del PSOE con el delicado encargo de colaborar con la buena salud del proyecto que el socialismo se trae entre manos al otro lado de la frontera en un momento en el que el partido de Sánchez mira alto.

Número 24 en la lista que encabeza el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, el experimentado galeno de origen palentino, al que la baja reciente del politólogo francés Sami Naïr, que iba de 3, le ha hecho escalar una posición, tiene cortados casi todos los caminos que conducen a la Eurocámara, que pisaría si yerran las encuestas (que conceden entre 18 y 20 eurodiputados al PSOE) o si su partido mueve ficha(s) en algún momento de la legislatura.

Si nada de eso ocurre, aquí se habrá acabado entonces el eurosueño de Raúl Cabezas, de 48 años de edad, casado y padre de dos hijos, un niño fruto de su matrimonio con la enfermera danesa Laura Thomsen y una niña etíope que él y su esposa acaban de adoptar.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid y especialista en Medicina Familiar, el candidato, que atesora un extraordinario curriculum profesional construido en las salas de urgencias de numerosos centros sanitarios tanto españoles como extranjeros (el hospital Valdecilla entre ellos), carga a sus espaldas con una actividad sindical que daría para escribir un libro, o dos, y que justifica sobradamente su irrupción en la política, en la que desembarcó muy sigilosamente en 2011 para hacer bulto en las listas socialistas del municipio de El Astillero.

Puesta al contraluz su filiación, que no su capacidad profesional, extraña que apenas un año después el Gobierno autonómico del PP le nombrara nada menos que director del Observatorio de Salud Pública. Aunque más extraña todavía que, nada más aterrizar en Puertochico, el Gobierno del PRC/PSOE le descabalgara del puesto, quizá como represalia a su participación en un proyecto del enemigo.

Lo que no extraña, en todo caso, es que Pablo Zuloaga volviera a reclutarle tras revisar el innegable perfil europeísta de Raúl Pesquera, que hoy trabaja desde Dinamarca, donde tiene fijada su residencia, por un proyecto que le entusiasma y al que él cree que puede aportar su experiencia médica, sindical e incluso dialéctica.