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Laura Mayordomo
Gijón
Jueves, 27 de agosto 2020, 11:28
Una mayor incidencia de casos -por promedio, casi el doble que en el resto de Asturias- y brotes, la percepción de que en esas zonas se dan situaciones de mayor riesgo de contagio, el incremento de la población, con la llegada de turistas, y, en ... ciertos casos, la relajación en el cumplimiento de las medidas de protección frente al covid-19 han llevado al Principado a decretar la 'alerta naranja' en cinco concejos del oriente asturiano: Llanes, Ribadesella, Cangas de Onís, Cabrales y Parres. Todos, cercanos a los límites territoriales con Cantabria. Llanes se encuentra a solo 25 kilómetros de Unquera y Cabrales, a 35, por citar solo dos ejemplos.
Salud ha pedido a los ayuntamientos a los que afecta esta alarma naranja a que le ayude a identificar los 'puntos calientes' de mayor concentración de personas, donde se deberán reforzar las medidas de vigilancia, detección precoz y control y, llegado el caso, se plantearían «intervenciones específicas» y hasta «cierres temporales». También se «reevaluarán» las actividades que se llevan a cabo en estos municipios para decidir si «no hay que realizarlas o hay que realizarlas de forma distinta o con un mayor control», explicó el director general de Salud Pública del Principado, Rafael Cofiño.
Hay más. Como la recomendación de evitar las reuniones de más de diez personas y las «agrupaciones indebidas en espacios de ocio». Salud también recomienda limitar, en la medida de lo posible, la actividad social y los movimientos o actividades innecesarios.
En ese escenario, explicó Cofiño, se trabaja en coordinación con la Delegación del Gobierno en Asturias «por si es necesario reforzar a los cuerpos y fuerzas de seguridad en algún momento determinado».
La intención «no es generar una situación de máxima preocupación, pero sí de alerta». Que no se baje la guardia y evitar así una cadena de transmisión comunitaria del coronavirus. Fue lo que ayer mismo se transmitió a los alcaldes de la zona, en la reunión conjunta con Salud y Delegación del Gobierno. A los regidores se les pidió colaboración para insistir a la población -tanto la autóctona como la foránea- en la obligación de cumplir con las medidas de protección y prevención: mascarilla, distancia interpersonal e higiene de manos. Para esta tarea se recurrirá también al movimiento vecinal y los consejos ciudadanos de salud.
En principio, la 'alerta naranja' no supondrá ningún cambio en el día a día de quienes ya venían cumpliendo con las normas de prevención frente al coronavirus. Sin embargo, si la situación epidemiológica no mejora o se observan conductas de riesgo para la población -ya se ha creado una comisión de seguimiento que integran ayuntamientos, Consejería de Salud y el servicio de Vigilancia Epidemiológica- «se tomarán medidas más drásticas», advirtió el consejero de Salud, Pablo Fernández. Medidas como un cierre perimetral del territorio o el confinamiento de la población.
La declaración de la situación de alerta naranja en Parres, Cangas de Onís, Cabrales, Ribadesella y Llanes se adopta ante la preocupación por el importante incremento de casos confirmados que se estaba dando en esos concejos del oriente asturiano en las últimas semanas. Se confirma a la vista de los datos referidos al Área Sanitaria VI, en la que se engloban estos municipios. Allí, la tasa de incidencia del covid es de 64 casos por 100.000 habitantes. Prácticamente el doble que el promedio del conjunto de la región (33 casos por 100.000 habitantes). El coordinador del Observatorio de la Salud de Asturias, Mario Margolles, incidió también en que los más de 250 contactos estrechos de casos confirmados que se han estudiado desde Vigilancia Epidemiológica solo en agosto en esta zona «son muchísimos».
Ahora mismo hay activos cuatro brotes en Ribadesella, Parres, Cabrales y Llanes, este último «con extensión a Caravia». Algunos de ellos suman diez casos confirmados, «pero día a día van aumentando». Se trata de brotes «con múltiples microbrotes» y vinculados con establecimientos de hostelería, pero también con dos negocios de alquiler de piraguas, escuelas de surf, hoteles, campings, supermercados y dos queserías. El coordinador del Observatorio de la Salud se refirió a ellos como «lugares de agregación donde, a parte del ocio se compartieron virus».
La sospecha de posibles casos ha motivado el cierre de tres residencias de ancianos en el Área Sanitaria VI. La de Ulpiano Cuervo, de Colombres (Ribadedeva), por un caso confirmado entre uno de sus residentes, y las otras dos, por motivos preventivos (al haber un residente con sospecha clínica de covid y ser uno de los trabajadores contacto estrecho de un positivo). La intención del Principado es «extremar las medidas» en este tipo de centros y «ser más rigurosos en las visitas y las salidas».
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