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El atasco judicial es un mal endémico que tanto en España como en Cantabria va camino de cronificarse. 2023 tampoco fue un buen año. Los efectos de la pandemia junto con las diferentes huelgas registradas contribuyeron a empeorar aún más la ya de por sí ... mala situación en la que se encuentran los juzgados de la región. Así lo revela el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en su 'Informe sobre la situación de los órganos judiciales', que publica con carácter trimestral. Los asuntos pendientes de tramitar entre julio y septiembre pasados –último trimestre analizado– aumentaron un 9% respecto al mismo periodo del año anterior –a 30 de septiembre había en la nevera 38.732– y el número de causas también creció: un 12,6% –19.003, en total–.
La situación va camino de convertirse en «insostenible», advierten los decanos del colegio de abogados y procuradores. De nada sirve que a nivel nacional el retraso sea aún mayor –un 18,5%–. Ambas instituciones explican lo difícil de combatir un cóctel tan explosivo. «Estamos muy preocupados porque el retraso, sobre todo a raíz de la pandemia, es muy importante, y a todo eso hay que unir las dos huelgas que han ralentizado aún más los tiempos», afirma Andrés de Diego, decano del Colegio de la Abogacía de Cantabria. Los juzgados y tribunales de la región recibieron entre julio y septiembre 19.003 nuevos asuntos y en ese mismo periodo fueron capaces de resolver 16.242, que fueron, sin embargo, un 5,42% más que en el mismo periodo del año anterior. Por comparar, a nivel nacional el incremento fue del 8,8%.
«Estamos muy preocupados porque el retraso es muy importante por la pandemia y las huelgas»
«Donde más notamos el atasco es en Santander, que precisamente era el partido judicial que antes mejor funcionaba»
«Donde más se está notando el atasco es precisamente en la capital. Santander era antes el partido judicial que mejor funcionaba con mucha diferencia, pero tanto la pandemia como las huelgas han tenido más efecto aquí que en el resto de la comunidad», subraya Rosaura Díez, decana del Colegio de Procuradores de Cantabria. Pero, si en algo Cantabria está mucho peor que el resto del país, es en la jurisdicción social, que para muchos expertos es la más importante por la trascendencia que tiene para la vida de las personas. La cántabra es la que más litigiosidad registró con 4,14 asuntos por cada mil habitantes. La media nacional se sitúa en 2,26. A lo que hay que unir que el aumento de los asuntos que ingresaron en este tiempo los diferentes órganos judiciales fue de un 77%. «La situación aquí es insostenible. Hay materias que para muchas personas son vitales. Hablamos de despidos, grados de invalidez, pensiones alimenticias... que se están yendo a cerca de dos años en los señalamientos», afirma De Diego. «A todo esto se debe sumar la incertidumbre que hay en el ambiente sobre la huelga pendiente de los funcionarios, que la suspendieron por la convocatoria de las pasadas elecciones generales», recalca.
Los representantes del colectivo de abogados y procuradores confían en los resultados que aporte la mesa conjunta de trabajo entre el sector de la justicia y el Gobierno regional para lograr este año mejorar la situación a través de un pacto. «Pero va a requerir el esfuerzo de todos los operadores judiciales: de todos», recalca Díez. «Entendemos como acertada esta propuesta del Pacto por la Justicia ofrecida por la nueva consejera para remontar la caótica situación actual», apostilla.
El informe del CGPJ también evalúa la calidad de la justicia en la región. El mismo asegura que la duración media de los procedimientos en primera instancia es de 7,5 meses y en segunda instancia, de 7,3 meses; al mismo el nivel que el conjunto del país. Cada miembro de la carrera judicial recibió 240 asuntos y fue capaz de dictar una media de 56 sentencias. De las recurridas en apelación, se confirmaron el 65,8% y de las que se elevaron hasta el Tribunal Supremo se ratificaron en un 92%.
Los órganos judiciales dictaron en el tercer trimestre 15.767 resoluciones entre sentencias (4.429), autos (7.774) y decretos (3.564). Y fueron capaces de resolver el 85% de los asuntos que ingresaron, lo que situó a la región en una cifra similar a la media nacional (86%).
Otro de los baremos que utiliza el Consejo General del Poder Judicial en su informe es la tasa de litigiosidad. Aquí mide la cantidad de pleitos por cada mil habitantes. La de Cantabria se situó en 32,29, que fue ligeramente inferior a la media del país, que se situó en 34,47 asuntos. También analiza la tasa de pendencia; es decir, los asuntos que permanecen en trámite a final del trimestre en relación con los que salieron del juzgado. Cantabria se situó por debajo de España: 2,38 frente a 2,75. «La tasa de congestión, al igual que la de pendencia, arroja cifras por debajo de la media nacional», asegura el Tribunal Superior de Justicia (TSJC) en un comunicado.
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