«Atención Primaria no está en el ADN del sistema sanitario, es duro remar a contracorriente»

El problema de Atención Primaria es que se quedó fuera del «genoma del Sistema Nacional de Salud», y mientras «el hospital se situó como núcleo duro», a los centros de salud les tocó asumir el papel de «barrera de contención de la demora y de 'papelera de reciclaje' de casos poco interesantes». Así describió este miércoles José Ramón Repullo Labrador, experto en gestión y director técnico de la Fundación para la Formación de la Organización Médico Colegial (OMC), los antecedentes que han llevado a la Atención Primaria a la situación de «declive y estancamiento» en la que se encuentra. «Es muy duro remar a contracorriente. Y mientras no se meta la Atención Primaria en el ADN del sistema sanitario, éste no será ni efectivo ni seguro ni centrado en el paciente», advirtió durante la conferencia inaugural del XX Congreso de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (SEDAP), que se celebra hasta el viernes en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, con la asistencia de 240 gestores de toda España.

En su exposición, Repullo enumeró las razones que obligan a tener «una Atención Primaria potente», como filtro de diagnósticos y pronósticos, que no sólo evita «sustos» y «despilfarros» sino que «promueve la autonomía del paciente». Todo ello, dijo, cuando «el riesgo de la medicina basada en la subespecialización es que favorece la miopía clínica y la atrofia de la curiosidad por otros órganos y sistemas», lo que acaba provocando una asistencia «más deshumanizada», «menos compasiva» y «más alejada del paciente». «Esa es la gran avería de la práctica clínica», opinó el experto. En su intervención, Repullo criticó que «todo el mundo quiere la Atención Primaria, pero nadie la apoya». Por eso, reclamó que, «además de flores», ese 'cariño' se demuestre «en el capítulo I y II» (más presupuesto). «Estamos cansados de grandes palabras (universalidad, gratuidad...), que al final no se traducen en soluciones», por lo que apostó por «pequeñas medidas para avanzar hacia la reforma necesaria, que incluye una organización autónoma, sin interferencia de las Consejerías de Hacienda, que tienen secuestrados a los servicios de salud».

El congreso de la SEDAP, dirigido desde la Gerencia del Servicio Cántabro de Salud (SCS) -Iñaki Lapuente preside el comité organizador y Carlos Fernández Viadero, el científico-, plantea abrir una reflexión sobre el futuro de la Atención Primaria y la búsqueda de soluciones encaminadas a «afianzarnos como eje del sistema sanitario, con un nuevo enfoque cultural y organizativo para dar respuesta a los retos a los que hay que hacer frente», como declaró el gerente de Atención Primaria cántabro, Alejandro Rojo, en la apertura.

Una reivindicación en la que abundó también la consejera de Sanidad, María Luisa Real: «El modelo centrado en la resolución de procesos agudos -casi siempre de enfermos pluripatológicos y frágiles- tiene que virar hacia la solución de problemas de las personas, para lo que es fundamental la estrategia de atención a la cronicidad». Consciente de que «ese cambio no se podrá dar sin la implicación de los profesionales», destacó como una de las principales líneas de actuación «para apuntalar la Atención Primaria» la «mejora de las condiciones laborales y de la recuperación de los derechos perdidos por los trabajadores durante la crisis», porque «el principal valor de la sanidad es el conocimiento, sus profesionales». Declaraciones que realizó instantes después de eludir al grupo de personal de SUAP y 061 que se concentraba a las puertas del Palacio (ella accedió por la puerta trasera) para recordar a los gestores su histórica demanda de equiparación salarial.