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A los suancinos Jesús Sánchez, Tino Aja y David Torralba la declaración de alarma decretada por el Gobierno español el pasado domingo les pilló surcando las olas de El Tunco, en El Salvador, a 8.600 kilómetros de distancia. Casi al mismo tiempo ... el coronavirus llevaba al Gobierno del país centroamericano a cerrar todas las operaciones aéreas comerciales. Así, lo que prometían ser unas vacaciones entre amigos para hacer surf en un destino exótico se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza y con pocas perspectivas de que la situación cambie en las próximas semanas.
«Ahora mismo se están suspendiendo los vuelos durante 15 días. Las fechas que nos ofrecía Iberia ayer eran para mayo». Esa es la poca información que manejan porque «Iberia no nos contacta ni por correo ni por llamada». La vuelta oficial de su viaje era el martes pero, desde el pasado viernes, han estado mirando vuelos para llegar antes a casa. «Cogimos varios vuelos a través de Panamá y todos se cancelaban. Ayer volvimos a intentarlo a través de American Airlines con escala en Miami y el avión tampoco salió. Lo peor de todo es la falta de información. Nos enteramos de todas las cancelaciones en el propio aeropuerto».
Los tres han estado en contacto todo el tiempo con la cónsul española. «Tenemos comunicación permanente vía WhatsApp con ella, pero nos dice que es la compañía aérea la encargada de sacarnos del país», relata Jesús. También les ofreció reubicarles a los tres en un hotel en El Salvador capital. «Preferimos quedarnos aquí, en El Tunco, que es un pueblo de 200 personas, que estar en una ciudad de un millón de personas. Es más seguro».
Jesús SánchezAtrapado en El Salvador
Íñigo Díez - Atrapado en Lanzarote
Seila Fernández - Atrapada en Perú
A pesar de que el país centroamericano aún no ha registrado ningún infectado por coronavirus, su seguridad es lo que les empuja a volver a casa cuanto antes. «Nosotros queremos que nos saquen ya de aquí. No queremos ponernos mal y que nos tengan que sacar a la fuerza y poner en riesgo a gente», explica Jesús. Por el momento, los tres siguen quedándose en su hostel de El Tunco, pero, al ser un área turística y surfera, la zona se está empezando a vaciar. «Aquí está todo cerrado y, de momento, tienen la orden de dar alimentación algunos chiringuitos hasta las seis de la tarde y siempre y cuando te lleves la comida a tu casa. Nosotros intentamos dar sensación de tranquilidad, pero la procesión va por dentro».
El coronavirus también ha truncado una de las vacaciones más especiales para Íñigo Díez y Paula Santos, residentes en Muriedas. La pareja se fue una semana a Lanzarote para celebrar que todo había salido bien tras el nacimiento de su hija Deva, de tres meses. «Llegamos los tres el día 8 y todo iba perfecto hasta que el fin de semana se empezaron a complicar las cosas. Pensábamos que nos íbamos a salvar de todo el problema porque el pasado domingo teníamos el vuelo de vuelta a Bilbao con Vueling, pero nos lo cancelaron», cuenta Iñigo.
Aunque no confían en poder salir ese día, la pareja es optimista y destaca la solidaridad de los españoles en estos tiempo difíciles. «Los caseros del apartamento nos han puesto todo facilidades, nos han dejado cosas para el bebé... Se han portado genial», apunta Iñigo. Sin embargo, el cántabro no se quita de la cabeza los problemas que tendrá que asumir cuando regrese a Cantabria. «Paula está de baja por maternidad pero yo debería estar trabajando. Aparte de los costes que tenemos aquí, este es otro de las complicaciones que tenemos. Estamos aislados y realmente sin saber cuándo podremos volver».
Seila Fernández , de San Felices de Buelna, se encontraba en Perú desarrollando un proyecto sobre el río Amazonas gracias a una beca de Artes Plásticas de la Fundación Botín. Ha estado en diversos puntos del río, pero su última parada en Pucallpa se tuvo que prolongar por «una afección respiratoria severa» que la tiene en tratamiento desde el pasado día 5.
El estado de cuarentena instaurado por el Gobierno peruano tiene severas restricciones que la impiden salir de Pucallpa por aire, tierra o río, y el coronavirus está limitando aún más los recursos médicos. «He estado en contacto con el Gobierno de Cantabria. También desde la embajada me han pedido toda la información sobre mi estado y ahora estoy a la espera de sus indicaciones».
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