Aumenta la atención en urgencias y la demanda de intervención por consumo de cannabis entre los jóvenes

Las conclusiones las extrae la Consejería de Sanidad de un análisis realizado de los indicadores que conforman el Sistema de Información de Adicciones con datos que se refieren al año pasado y que están cotejados con la encuesta nacional. En cuanto a otras sustancias, esta vez legales, el alcohol es la más consumida por la población cántabra y en la mayoría de las veces llega asociada al consumo de otra sustancia. Como ocurre, por ejemplo, en contextos de ocio y sociales, que es donde queda evidente una mayor presencia de estas bebidas.

La ingesta de alcohol también afecta a los jóvenes. Según los datos de la última encuesta 'Estudes', un estudio de carácter bianual que realiza el Ministerio de Sanidad sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España publicado en febrero, el 71,9% de los jóvenes cántabros de entre 14 y 18 años reconoce haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida. Un dato que supone un descenso de seis puntos con respecto al último de 2019, previo a la pandemia. Con estos números, la Consejería también concluye que el alcohol es lo que más alteraciones provoca en la atención de urgencias y la sustancia detrás del mayor número de inicios de tratamientos (solo superada por la cocaína).

En el lado opuesto se sitúan las benzodiazepinas, que son medicamentos psicotrópicos con efectos sedantes. Entre la necesidad de comenzar un tratamiento apenas tienen peso, sin embargo sí generan episodios en urgencias porque sigue en aumento su consumo no médico, en mayor medida entre mujeres jóvenes con una medad media de 38,6 años. Es más, son precisamente las sustancias legales como el alcohol y estos medicamentos, las que mayor demanda de asistencia precisan.

Y en la lista de sustancias analizadas se encuentra la cocaína que deja varias conclusiones. Por un lado, en cuanto a la atención en urgencias, ocupa el cuarto puesto en frecuencia, por detrás de las otras tres ya mencionadas. Un dato que supone un descenso en la demanda de asistencia sanitaria. No obstante, a pesar de esos números, sí ha sido la sustancia que provocó más nuevos tratamientos en 2021. Tanto entre personas que pedían ayuda por primera vez como población que ya habían recibido un tratamiento previo por adicción a la cocaína.

Cuando se habla de adicciones, también existen aquellas que no llevan implícitas una sustancia. En este grupo, el 71% de las personas que comienzan un tratamiento lo hacen por problemas con el juego de apuestas. Sobre todo con entretenimientos on line o mixto que incluye también el presencial. En cuanto a la población afectada, conviene destacar que son, en su mayoría, varones. Y únicamente el 20% son mujeres. Además, según los datos de 2021, la media de edad de inicio en el juego es de 26,7 años y, como norma general, pueden pasar hasta 10 años antes de que una persona pida ayuda.

Y hay otra adicción especialmente preocupante, la relacionada con los videojuegos. En relación a este trastorno, la Consejería señala que las personas que comenzaron un tratamiento a lo largo del año pasado presentaban problemas de salud y/o familiares. Y un 15% de ese grupo presentan, además, dificultades con su círculo de amigos y con los estudios. Entre los menores que presentan algún trastorno relacionado, la media de inicio en los videojuegos es de 12 años pero se tarda unos cinco en solicitar ayuda. La conclusión principal es que se trata de un problema que afecta a una población muy joven y escolarizada y, por tanto, la prevención de la dependencia es fundamental en cuanto se detecta un uso inadecuado.