La ausencia de sur y la orografía evitan en Cantabria los fuegos que asolan el país

En el inicio del verano se registraron se registró un incendio en junio y nueve en julio. «Estadísticamente, nuestra temporada de alta, por decirlo de una manera gráfica, comienza a finales de invierno y se extiende hasta la primavera. Este año tuvimos 244 fuegos en febrero y 166 en marzo, aunque en mayo anotamos otros 24», explica Lucio.

Aquí el viento sur juega un papel clave. «Favorece la acción de los que quieren prender fuego al monte porque ayuda a extenderlo con facilidad, pero ahora mismo no está soplando. El viento sur por sí mismo, quiero recalcar, no causa incendios, pero sí ayuda notablemente a su propagación», subraya.

Esto explicaría, en parte, la relativa calma en la que vive la Comunidad durante el verano. Pero hay más factores que influyen. «Aunque notamos los efectos de la sequía, no es igual que la del interior y el sur de España. El terreno está seco, pero los bosques aún guardan reservas que evitan la sequedad extrema, comparada con la de otros puntos del país», señala.

El también director general de Cambio Climático apunta más motivos. «La cantidad de material combustible formado por árboles y matorrales o arbustos, en definitiva, nuestra vegetación, no es la misma que, por ejemplo, la de Galicia, Andalucía o Castilla y León. Allí hay vastísimas extensiones ininterrumpidas por ningún tipo de carreteras o prados. Eso hace que una vez que comienza un fuego sea dificilísimo controlarlo y sofocarlo». Es lo que ha pasado, por ejemplo, en la sierra de la Culebra de Zamora.

Medio Natural asegura que está «ocupado» en las labores de vigilancia, ya que tiene alerta al cien por cien del operativo. Uno de los objetivos es tener todos los medios listos –tanto los materiales como los humanos– para cuando se origine un incendio. El segundo es detectar a tiempo a los que les gusta dar cerillazo al monte. «Nuestros agentes están alerta en colaboración con la Guardia Civil. Este año se ha localizado a unos cuantos y sus expedientes ya están en los juzgados. Vamos a mantener este operativo porque ha dado resultado con la identificación de unas cuantas personas», explica Lucio.

Para ello pide la colaboración ciudadana. Pero también lo hace para evitar las prácticas de riesgo. «Están prohibidas las quemas en terreno rústico en toda Cantabria. Pero al vecino que quiera quemar los restos de la huerta, le pedimos que no lo haga. No es el mejor momento. Tampoco al que quiera desbroza la finca. Cualquier chispa puede originar un incendio», concluye.