El autor confeso del crimen de General Dávila llega a un acuerdo con la Fiscalía

La fiscal considera que el procesado es autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. Aunque, a su entender, concurren la atenuante de confesión y de intoxicación por consumo de alcohol y estupefacientes, razón por la que solicita una pena de 15 años de cárcel (la mínima por asesinato).

En concepto de responsabilidad civil, la fiscal que lleva este caso reclama al acusado unas indemnizaciones de 52.000 y 21.000 euros para el hijo y la hija del fallecido, respectivamente, y 15.000 euros para la hermana, además de una cantidad a determinar en ejecución de sentencia para el Servicio Cántabro de Salud por la asistencia que prestó el día del crimen, que será juzgado por un jurado popular.

En la misma línea, la acusación particular, que ejerce el hijo de la víctima, solicita 15 años de cárcel para el acusado, de 38 años de edad y con varios antecedentes penales, aunque considera que no concurren circunstancias modificativas, si bien entiende que alternativamente se podría tener en cuenta la atenuante de arrepentimiento espontáneo. En concepto de responsabilidad civil, esta parte solicita al encausado una responsabilidad civil de 82.000 euros para el hijo de la víctima; 42.000 euros para la hija y 15.000 para la hermana.

Según el escrito de la Fiscalía, el acusado y la víctima vivieron en el mismo edificio durante varios años, y desde el verano de 2021 empezaron a convivir en la vivienda del segundo. En noviembre de 2021, ambos salieron del domicilio de madrugada «y, como era habitual, consumieron alcohol y cocaína, encontrándose ambos afectados por ello en sus capacidades psicofísicas». Horas después regresaron y «se inició una violenta disputa entre ellos, en el curso de la cual el acusado decidió acabar con la vida» del otro hombre. Así, «aprovechando que este tenía un brazo en cabestrillo, lo ató por los brazos a una silla para impedir que se pudiera defender y le propinó de manera reiterada numerosos golpes por todo su cuerpo, en particular, en la cabeza, cara, tórax, brazos, manos, piernas y región genital y perianal».

El hombre falleció horas después por los «traumatismos craneales múltiples de tipo contuso que provocaron la destrucción de centros vitales cerebrales», si bien añade que «las lesiones anales fueron producidas en vida y por sí solas eran aptas para causar su muerte».