El AVE alcanza Asturias mientras Cantabria sigue aún sin un kilómetro de Alta Velocidad

Tres datos de partida para entender a primera vista el mapa que acompaña esta información: el AVE llegará a Asturias el próximo 29 de noviembre, según la fecha dada por el Ministerio de Transportes. Ese día, quedarán solo cuatro comunidades autónomas que aún no estarán conectadas a la Alta Velocidad española:País Vasco, Navarra, La Rioja y, por supuesto, Cantabria. De estas cuatro regiones, dos ostentarán la triste vitola de no contar en su territorio aún con un solo kilómetro de vía por el que en un futuro, todavía por determinar, podrán circular los trenes de Alta Velocidad: La Rioja y, por supuesto, Cantabria.

Esta es en resumidas cuentas la realidad de la Alta Velocidad en España y de la situación de Cantabria. Un mapa que vuelve a plasmar, de nuevo, el aislamiento de la Comunidad en asuntos ferroviarios.

Es cierto que hay un hecho que hay que reseñar: el Ministerio invierte actualmente, y mucho dinero, en acercar la Alta Velocidad a Cantabria (aunque llegará solo hasta Reinosa); en mejorar la red entre Santander y la capital campurriana;en solventar los problemas que arrastra la maltrecha red de Cercanías;y en fabricar 21 nuevos trenes que, cuando estén operativos (en 2026 según el último plazo anunciado), permitirán dar un importante salto de calidad. Pero también hay otro dato importante: las inversiones llegan tarde con respecto a otras comunidades autónomas y lastran el crecimiento económico de la región, como no se cansan de censurar desde los comités de empresa de Adif y Renfe, desde las mesas de movilidad y desde los propios usuarios, que son los que en última instancia más lo sufren.

A la actual situación del ferrocarril en Cantabria se une ahora la llegada de la Alta Velocidad a Asturias. La importante mejora de las comunicaciones entre el Principado y la capital de España puede impactar de forma negativa en el sector turístico de Cantabria. Viajeros que se decanten por una Asturias bien comunicada (cuenta también con acceso directo por autovía a la capital de España) frente a una Cantabria que no ha logrado resolver los problemas estructurales en sus conexiones (ni por tren ni por carretera y con horarios inexplicables por avión). Los servicios entre Madrid-Gijón y Madrid-Oviedo (en realidad el AVE llegará hasta Pola de Lena, localidad a 30 kilómetros de Oviedo y 49 de Gijón) bajarán de las cuatro horas de duración, con recortes de más de una hora, mientras que el Madrid-Santander seguirá anclado en las cuatro horas.

La conclusión de la variante de Pajares ha supuesto un hito para el tren en España. Con sus 25 kilómetros de trazado, se ha convertido en la segunda galería ferroviaria más larga de España y es el proyecto que más tiempo ha llevado ejecutar: 19 años. Unas labores plagadas de contratiempos por los errores en el diseño con el resultado final de que lo que debía costar 1.800 millones ha acabado superando los 3.800.

Una vez solucionado el asunto asturiano, la construcción de la 'Y' vasca (la conexión por Alta Velocidad entre Vizcaya, Álava y Guipuzcoa) pasará a ser el trazado que más retraso acumula:17 años. Por detrás, aparece ya el enlace entre Palencia y Reinosa:13 años. Conexión que corre el riesgo de superar en lentitud a la 'Y' vasca si atendemos a los plazos para su finalización:2027 solo los tramos palentinos, según el Ministerio de Transportes, y una fecha aún por definir para su llegada a territorio cántabro.

Para situar el dato regional hay que echar la vista atrás. El 15 de mayo del año 2010, el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, con José Blanco al frente del Ministerio de Transportes, convocó a las autoridades políticas de la región para colocar la primera piedra de lo que iba a ser la línea de Alta Velocidad entre Palencia y Cantabria. Dicho acto nunca llegó a celebrarse. El Ejecutivo socialista lo suspendió días antes tras reprogramar su política de inversiones ante la necesidad de recortar el gasto. El AVE a Cantabria fue uno de los damnificados. Hubo que esperar una década para que el hito de la primera piedra fuese realidad, después de redefinir el proyecto (AVE solo hasta Reinosa) y con otros responsables en el Ministerio:primero el popular Íñigo de la Serna y más tarde la socialista Raquel Sánchez.

Desde entonces, los trámites administrativos y las obras propiamente dichas han ido avanzando a un ritmo aceptable. A fecha de hoy, todos los tramos palentinos están adjudicados o en obras, con el reto de que están concluidos en 2027. Más incertidumbre existe en el que unirá Nogales de Pisuerga y Reinosa, es decir, el que certificará la llegada de la Alta Velocidad, por fin, a Cantabria. La inversión prevista para este trazado, que ya ha sido aprobado y que contempla la remodelación de la estación de Aguilar de Campoo, es de 800 millones de euros. De posibles fechas, aún no es posible hablar.

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