Aventura y adrenalina, en plena naturaleza y para todas las edades

Conectar el deporte con la naturaleza es algo que muchas actividades ofrecen. Sin embargo, añadirle el plus de la adrenalina, la diversión y la posibilidad de acercar todo ello a un público generalizado de cualquier edad y condición, hace de Castro Park un lugar único.

Este espacio de más de 30.000 metros cuadrados de naturaleza y campo abierto es un parque de aventuras en pleno bosque donde poder convertirse en un auténtico tarzán. Situado en la zona del Campijo (subida al camping) en la localidad de Castro Urdiales, permite a niños y mayores disfrutar de una jornada trepando, pasando de árbol a árbol a través de puentes tibetanos o movedizos o bien trepando por las redes y lanzándose en tirolina.

Para ello, Castro Park dispone de tres circuitos entre árboles, diseñados con dificultad progresiva para que los usuarios se vayan adaptando a cada una de ellos, con cinco tirolinas donde pasar el día tanto en familia como con amigos e incluso, compañeros de trabajo. Y es que sus instalaciones se presentan como un plan ideal para cualquier tipo de evento. Desde cumpleaños para niños y adultos, despedidas de soltero o soltera, visitas escolares, en grupo, con familiares y amigos o, incluso, sesiones de team building,

En concreto, son 32.000 metros cuadrados donde perderse entre las 49 atracciones presentadas compuestas por dos paralelas de 140 metros de longitud y tres individuales de 100 metros de distancia, pasos movedizos, redes y hasta un foso de remo al aire libre, único en Cantabria, que hace las delicias de grandes y pequeños.

El punto fuerte son, sin duda, las cinco tirolinas propuestas para todas las edades. Porque junto a las más pequeñas ubicadas dentro del propio bosque, en una zona más aislada se encuentran las más grandes. En concreto, los más valientes podrán descargar su adrenalina en la más alta situada a 25 metros y tiene 140 metros de longitud para descargar adrenalina.

Un enclave único con un valor añadido, según Anca Murariu, propietaria de la instalación: sus insuperables vistas. Desde las plataformas de los árboles, y con la vista puesta en el horizonte se divisa el mar, la iglesia de Santa María, el castillo-faro y Santa Ana.

Unas vistas a la Bahía que también se pueden disfrutar desde su cafetería con zona de barbacoas y amplia terraza al aire libre donde también se puede tomar un descanso. Sus instalaciones se completan con un amplio parking para coches y una zona acondicionada para autocaravanas a estrenar esta próxima primavera.

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