La aventura en bici de Javier por media Europa
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Un celador cántabro atraviesa 27 ciudades en 27 días desde Hamburgo a Santander: «Ha sido como un crucero, pero sobre ruedas»Secciones
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Un celador cántabro atraviesa 27 ciudades en 27 días desde Hamburgo a Santander: «Ha sido como un crucero, pero sobre ruedas»Las pasiones son el motor de la vida y la de Javier Martín Ramírez es el ciclismo. Tiene 46 años, trabaja como celador en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y para sus vacaciones de este año decidió emprender su segunda aventura sobre ruedas. Un « ... viajazo» de 2 mil kilómetros en el que ha recorrido todos los rincones que van desde Hamburgo, Alemania, hasta Santander. «Muchos me preguntan si estoy loco pero es lo que me gusta», señala. Desde pequeño, sus dos hermanos y él tenían la costumbre de heredar las bicicletas que había en su casa. «Empezamos con las BH y hasta ahora», cuenta. Su última adquisición ha sido la Scott Contessa, un regalo que se propinó a sí mismo en marzo del año pasado. La misma que le ha llevado a emprender estos dos viajes (el año pasado desde Roma y ahora este). «Cuando compré la bici quise estrenarla y no vi una mejor forma de hacerlo que ésta», explica. Un cumpleaños que, desde luego, ha marcado un antes y un después.
«Nada más bajarme del avión, me puse a pedalear», cuenta. En su viaje ha recorrido un total de 27 ciudades en 27 días. Una aventura que inició el 9 de julio y concluyó el 4 de agosto, «algo antes de lo que había previsto porque yo contaba con 30 días», explica. Las etapas marcadas para cada día eran de 25 kilómetros, aunque él hacía 75 de media. Sin embargo, a pesar de tener todos los albergues ubicados y los puntos de información controlados, en una ocasión tuvo que hacer 143 kilómetros porque no encontraba dónde hospedarse: «En esos casos, toca ir al siguiente y al siguiente hasta dar con uno disponible». Y, entre albergue y albergue acumula cientos de anécdotas: «En uno de los hospedajes me topé con una mexicana que vivía en Francia y un señor francés de más de 60 años, nos comunicamos como pudimos y la chica me hizo un dibujo súper logrado». Aunque hubo más regalos en el viaje, «en los albergues, cada uno aportaba una cosa. Yo le regalé una camiseta al señor y casi se le saltan las lágrimas, aunque para mí el dibujo era algo más logrado», añade.
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También vivió una Eurocopa de por medio, una situación que hizo que aparcara los pedales y acumulara más vivencias memorables. «Había unos alemanes cantando en un bar y yo puse canciones en inglés para que se unieran a la fiesta y acabamos todos cantando y bailando», cuenta entre carcajadas. La única pega del viaje ha sido cuando Google Maps le hizo vivir una mala pasada en la que, a media hora de su destino, se vio envuelto en un camino embarrado. «Ese fue el peor día».
En definitiva, su aventura en solitario le ha permitido conocer cada rincón que ha querido, a su ritmo y por 700 euros. Una experiencia «inolvidable» que define como un crucero sobre ruedas: «Es como un crucero, pero en bici porque cada día es una ciudad nueva y una experiencia nueva».
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