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Con cada incidencia en la red de Cercanías de Cantabria se suceden el mismo tipo de mensajes. «Nos han suprimido los de las 15.21 y 15.30 horas de la línea de Liérganes», «El tren a Bilbao tampoco sale», «Seguimos parados en Mogro». Son sólo tres ejemplos de la cadena de mensajes intercambiados entre los usuarios afectados por el último capítulo de suspensiones y retrasos de trenes en Cantabria. Este jueves la avería de un convoy de la línea Santander-Cabezón a la altura de Adarzo, a tan sólo 20 metros de llegar a la estación, ha suprimido seis viajes y ha dejado una cadena de retrasos («de una media de 20 minutos según Renfe») en toda la red de Cercanías.
Y como es habitual con las averías, el fallo mecánico ha provocado un efecto dominó en otros trayectos, esta vez incluso en servicios de Media Distancia, con retrasos en el regional del trayecto Oviedo-Santander y, como consecuencia, demoras también en el viaje del tren a Bilbao. De hecho, se ha habilitado un plan alternativo de transporte por carretera para estos viajeros: «A los que van a Bilbao les hacen ir hasta Orejo y allí creo que les llevan en autobús», se quejaba uno de los usuarios habituales.
Según explica la compañía ferroviaria, la incidencia ha quedado solucionada por completo pasadas las 15.00 horas después de que otro convoy llegará hasta la zona para que los usuarios completaran el viaje hasta Santander.
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