El avión sigue dando vueltas

¿Qué pasó este lunes? Pues que frente a una velocidad habitual de 690 kilómetros por hora (según Amigos de Parayas), el aparato no pasó de los 620. El resultado es que no necesitó dar tantas vueltas, pero no pudo dejar de dar al menos una.

Ahora la cuestión es saber si hay forma de detener el derroche de combustible y de contaminación. En Aena, consultados por este periódico, aseguran que «el horario del aeropuerto es el mismo desde hace tiempo, no ha habido cambios y, por tanto, las compañías aéreas son conocedoras del mismo al programar sus operaciones». O sea, que Ryanair ya sabía que, si salía a las 06.10, tendría que hacer tiempo. «Aena gestiona una infraestructura que es el aeropuerto, pero no se encarga de los derechos de los vuelos ni de los tiempos de vuelo de las compañías».

De hecho, Ryanair señala en las reservas de los vuelos de esta ruta una duración de una hora y media (Vueling, que también la opera, señala una hora y veinte). Ese tiempo estimado parece tirado muy 'por lo alto'. A eso hay que añadir que ese horario está establecido -si no hay cambios- hasta el 28 de marzo y que permite a la aerolínea operar el primer vuelo Santander-Barcelona del lunes (08.05 horas). ¿Lo cambiará Ryanair? Ayer, desde la compañía optaron por no decir nada.