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NACHO GONZÁLEZ UCELAY
Jueves, 11 de junio 2020, 07:16
Aviso a navegantes... clandestinos. El Grupo Gof, empresa estibadora cántabra del puerto de Santander que gestiona la Terminal de Graneles Agroalimentarios (TASA), ubicada en el Muelle de Raos 4, ha contratado los servicios de 'Lluvia', 'Bicho, 'Bichín' y 'Baby', cuatro hermosos perros rastreadores con los que la compañía quiere blindar sus operaciones al trasiego constante de polizones en las instalaciones portuarias de la ciudad.
Indefinido, por el momento, ese contrato ha quedado suscrito con los amos de los animales -la Asociación Ciencia Canina- después de conocer la empresa que, a finales del mes de abril, el capitán de un mercante con destino hacia los Estados Unidos que había cargado en la terminal material de uno de sus clientes, la fabricante de aerogeneradores Vestas, se había dado de narices en la cubierta del buque con cuatro polizones.
Una y no más, se dijo entonces el director general del Grupo Gof, que al no encontrar otra manera de proteger la actividad comercial de su compañía optó por una inusual solución. «Aquello ocurrió el 29 de abril», recuerda Andrés Gómez Bueno. «Y a la vista de que no conseguimos que la Autoridad Portuaria adoptara medidas que garantizaran la seguridad de los barcos, se nos ocurrió contactar con esta asociación», explica. Bastó una sencilla demostración para convencer al empresario cántabro.
«Se personaron en el barco e hicieron un trabajo brillante». Porque entre la carga del buque, tubos eólicos principalmente, los perros encontraron los restos de algunas pertenencias de los polizones.
El resultado de aquel ejercicio «nos dio muchísima confianza», así que Gómez Bueno decidió «comenzar una colaboración a largo plazo que estoy seguro de que va a contribuir a garantizar la seguridad de nuestros clientes y a evitar que perdamos tráficos a causa de esa falta de confianza que pueda generarles la presencia de polizones».
Aunque este servicio especial no va a suponerle a la compañía un gran esfuerzo económico, el director general del Grupo Gof no oculta su malestar por la asunción de una tarea que él cree que no le corresponde. «No somos nosotros sino la Autoridad Portuaria de Santander la que debería ofrecer esas garantías de seguridad en los barcos porque es quien cobra por la utilización de este espacio», dice. «Pero cuando no te las ofrece, no puedes limitarte a protestar. Tienes que buscar soluciones. Los clientes no quieren quejas. Los clientes quieren soluciones», añade Gómez Bueno.
Y la suya en particular es esta. Contratar a un equipo de perros que, durante las cuatro horas previas a la partida de los barcos, rastrearán las cargas para verificar que zarpan de la ciudad sin tripulantes de más.
Apoyados por sus guías respectivos, 'Lluvia', 'Bicho', 'Bichín' y 'Baby' se turnarán por parejas para efectuar un sigiloso trabajo que coordinará Manuel Desiré, uno de los integrantes de una asociación sin ánimo de lucro experta en el adiestramiento de perros para la búsqueda y localización de objetos y personas.
«Estos perros son especialistas en el rastreo de personas no sólo por su olor sino también por los olores de su sangre, de su ropa o de sus mismas pertenencias. Están bien entrenados para eso», explica Desiré, convencido de que el Grupo Gof no ha tirado su dinero por la borda.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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