El Ayuntamiento y el Santander inician los trámites para la transformación de la histórica sede del banco

A Chipperfield, el elegido para el proyecto, le llaman 'el cirujano de los museos'. Entre sus últimos trabajos está la ampliación de la Royal Academy de Londres. Para él fue una toma de contacto. La posibilidad de impregnarse con calma de la atmósfera del edificio sobre el que tendrá que trabajar. Para él fue eso. Mostró interés por lugares como la sala del Consejo de Administración o los despachos privados del presidente del banco y se mostró «impresionado» por las condiciones en las que se encuentran. Pero el encuentro sirvió para analizar, desde el punto de vista arquitectónico y de tramitación urbanística, las líneas que deben seguirse desde ahora para avanzar en el proyecto. Por eso, en la visita, junto a Chipperfield, Botín e Igual estuvieron presentes los responsables de Inmuebles de la entidad o los técnicos del Servicio Municipal de Urbanismo del Consistorio.

La alcaldesa, que estuvo acompañada por el concejal César Díaz, valoró que el Banco impulse una iniciativa que conlleva una inversión de unos cuarenta millones de euros. Algo que, según explicó, reafirma que el vínculo con la ciudad en la que nació la institución a finales del siglo XIX, «a día de hoy, 161 años después y en pleno siglo XXI, es más fuerte que nunca». Del mismo modo, consideró que la llegada de la colección de arte del Banco Santander a la ciudad -que incluye también un importante catálogo de monedas y billetes- «supone una nueva oportunidad para que Santander siga creciendo en el ámbito de la cultura, en un momento en el que están en marcha importantísimas actuaciones en esta materia».

Igual aprovechó, en este sentido, para recordar proyectos como la sede asociada al Reina Sofía (ligada al Archivo Lafuente), el desembarco de la colección de la Fundación Enaire o el desarrollo del barrio cultural de La Florida (con la ampliación de la biblioteca municipal, la rehabilitación integral de la biblioteca de Marcelino Menéndez Pelayo y la rehabilitación y ampliación del MAS). «La llegada de la colección del Banco Santander constituye un fuerte espaldarazo a la condición de Santander como ciudad de la cultura, con mayúsculas». Un «broche de oro», resumió respecto a las dotaciones y atractivos culturales concentrados en «solo unos centenares de metros» en la capital.

Ese broche contendrá los fondos privados del Grupo, que ahora se exponen en la Sala de Arte de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid). Lo que se trasladará a Santander es una de las colecciones privadas más relevantes del país. Es, como refirió en su día Botín, «una colección de colecciones». La que fueron dando forma sus antepasados y la que llegó de los fondos de las entidades que se incorporaron por el camino. Banco Urquijo, Hispano Americano, Central, Banesto... En el catálogo hay obras de Rubens, El Greco, Van Dyck, Picasso, Chillida, Sorolla, Miró... Hay también obras escultóricas y artes decorativas, colecciones de tapices, cerámica, muebles y relojes, las monedas y billetes... Eso y «la mayor y mejor» colección privada del mundo centrada en el montañés José Gutiérrez Solana. En total, 31 obras (29 lienzos y dos dibujos).

Chipperfield pudo hacerse una idea. Él diseñará los espacios para exponer todas esas obras. Pero también vio ya colgadas algunas en las paredes de la zona que se abrirá al público para explicar los orígenes del banco. Por ejemplo, 'El arrastre (las mulillas)', presidiendo la gran escalera que desemboca en la planta (la segunda) en la que se encuentra la sala del Consejo de Administración o el despacho del abuelo de Ana Botín.

Igual destacó que esta actuación supone, además, avanzar en la recuperación del patrimonio histórico arquitectónico con las mejoras que se van a llevar a cabo. Porque se trabajará en el edificio de la sede central del banco -frente a la bahía y muy cerca del Centro Botín- y también en la del antiguo Banesto (en su día Banco Mercantil). La azotea de ese edificio inaugurado en 1903 se ve nítidamente desde la terraza a la que pudo asomarse Chipperfield. Una vista privilegiada. «Todo ello -insistió la alcaldesa- en el marco de la inversión privada por parte de una empresa, como es Banco Santander, que sigue creciendo internacionalmente pero siempre con la vista puesta en su ciudad de origen, por cuyo presente y cuyo futuro apuestan firmemente».