Los ayuntamientos cántabros dudan si abrir las piscinas municipales este verano

Los ayuntamientos cántabros son un mar de dudas respecto a la apertura de las piscinas municipales este próximo verano debido a la complejidad que supone garantizar las medidas de seguridad que recomienda el Ministerio de Sanidad en estos espacios públicos como consecuencia del coronavirus.

La dificultad para mantener el distanciamiento social, al menos dos metros entre personas; controlar la limitación de aforo tanto dentro del agua como en otras zonas de las instalaciones; habilitar, en la medida de lo posible, una puerta de entrada y otra de salida; y cumplir las tareas de desinfección y limpieza de las distintas áreas de forma constante, han hecho que distintos ayuntamientos, como Cartes, Reocín y San Felices de Buelna, hayan declinado la opción de la reapertura. Mismas razones por la que otros muchos, como Astillero, Camargo, Piélagos, Los Corrales, Reinosa o Castro Urdiales, entre otros, aún siguen dando vueltas a la decisión final que tomarán, a la espera de los análisis de los técnicos y al estudio de todos los condicionantes para adecuar las instalaciones y el personal a los requirimientos pedidos, confiando además que, con el avance en la 'desescalada' y el regreso a la 'nueva normalidad', se suavicen en parte los protocolos. Su deseo es abrir, porque saben que es una de las alternativas de ocio más atractivas para los vecinos durante el verano, sobre todo para los más pequeños, pero quieren hacerlo «con todas las garantías de seguridad» para evitar cualquier opción de contagio y propagación del virus. Por su parte, entre los municipios que ya han tomado la decisión de seguir adelante y abrir las instalaciones adaptándose a los nuevos condicionantes se encuentran Torrelavega, Cabezón de la Sal y Potes.

En la comarca central, ya hay muchas decisiones tomadas. En San Felices de Buelna y Cartes, tras varias semanas de estudio, analizando las recomendaciones de Sanidad, lo tienen claro: no abrirán este verano sus instalaciones «para garantizar la seguridad de sus posibles usuarios», tal y como destacan sus respectivos alcaldes, José Antonio González Linares y Agustín Molleda.

Molleda justifica que «garantizar el distanciamiento social es muy complicado dadas las dimensiones de las zonas comunes de nuestra piscina», además de recordar que el aforo del recinto «también se vería afectado». «La salud y la prevención priman en Cartes, es una de las líneas fundamentales de nuestro trabajo diario en estos momentos», apunta el regidor, para añadir que «el problema reside en la necesidad de que los usuarios puedan mantener la distancia de seguridad para no favorecer la propagación del virus». Explica que las múltiples medidas de higiene y limpieza, y los excepcionales protocolos en seguridad y socorrismo, han motivado la decisión de no abrir la piscina este verano. «Lo verdaderamente prioritario es proteger, en la medida de lo posible, la salud de los vecinos de Cartes».

El año pasado se realizaron 1.200 pases estivales de baño en Cartes, un municipio que tiene una población de casi 6.000 habitantes. «Gestionar el aforo y la afluencia sería algo no sólo complicado, sino, me atrevería a decir, imposible», concluye el alcalde.

Por su parte, en Los Corrales de Buelna, Luis Ignacio Argumosa espera a tener más datos para tomar una decisión definitiva. «La primera intención fue abrir», dice, pero reconoce la dificultad de cumplir todos los requisitos exigidos y marcar las pautas para su uso. «Estamos trabajando en un escenario de apertura de piscinas en julio, por si acaso, pero pondremos la salud de nuestros vecinos por delante», indica.

En el valle de Iguña, la mancomunidad gestiona tres piscinas, las de Arenas de Iguña, Molledo y Bárcena de Pie de Concha. El presidente, Pablo Gómez, afirma que «nuestra intención es ir hacia delante, no paralizar más las cosas de lo que ya están, por lo que si las normas nos permiten abrir, abriremos las piscinas».

El Ayuntamiento de Torrelavega pretende reabrir la piscina cubierta de La Lechera a lo largo de la segunda quincena de junio. Con ese reto trabajan estos días tanto en la preparación del propio vaso (vaciado y rellenado) como en el estudio del protocolo a cumplir: acondicionamiento de las instalaciones, aforo, control del mismo, fórmulas de acceso... «La idea es abrir pero garantizando por completo la seguridad de los usuarios», destaca Nacho González, concejal de Deportes.

El Ayuntamiento de Reocín, tras estudiar «en profundidad» las recomendaciones del Ministerio y su aplicación en las piscinas municipales, ha decidido «priorizar la seguridad» de los usuarios y este verano no abrirá las piscinas de Puente San Miguel y Quijas.

«Nosotros no las vamos a abrir, porque aunque es cierto que se permite con restricciones, son muy difíciles de cumplir y tendríamos un aforo muy pequeño. No daríamos buen servicio y necesitaríamos mucho personal para el control de aforo y de limpieza, permanentemente desinfectando duchas, baños y demás», explica el alcalde Pablo Diestro.

Dado que no se abrirán al público, durante los próximos meses se acometerá la inversión de 30.000 euros prevista en el Presupuesto para mejorar las piscinas de Puente San Miguel, las más utilizadas y de mayor antigüedad, y, posteriormente, la de Quijas. La previsión del equipo de Gobierno era tramitar el proyecto y ejecutarlo de cara a la apertura estival de este año, pero el decreto de alarma paralizó los plazos de la Administración. Ahora, una vez que las piscinas no tendrán actividad, se retomará la actuación para poner a punto las instalaciones.

En Santander, la piscina descubierta del complejo municipal Ruth Beitia (La Albericia) se abrirá en la segunda quincena de junio para uso deportivo, inicialmente con el aforo y las condiciones marcadas en ese momento por las autoridades sanitarias y deportivas (Ministerio de Sanidad y Consejo Superior de Deportes), así como las diferentes federaciones implicadas.

Por su parte, en la piscina cubierta no hay debate posible: continúa en obras y la fecha estimada de apertura se sitúa hoy en día en el mes de septiembre, dado que la empresa responsable ha solicitado al Ayuntamiento ampliar el plazo de ejecución de los trabajos. Las obras incluyen igualmente la mejora del edificio y el gimnasio, la creación de un rocódromo y la ampliación del espacio del personal administrativo de las escuelas municipales.

El Ayuntamiento de Camargoestá estudiando si será posible proceder a la apertura de las piscinas al aire libre este verano «con todas las garantías de seguridad». No tienen una decisión definitiva tomada y toca esperar a los análisis de los técnicos y al estudio de todos los condicionantes. «Cuando se tome una decisión se informará a los usuarios», traslada por el momento el Consistorio. Lo que sí ha decidido es no reabrir el resto de instalaciones deportivas (La Vidriera, pabellones deportivos...) hasta el 1 de septiembre, tiempo que aprovecharán para efectuar «tareas de mantenimiento» y acondicionar salas, vestuarios, espacios comunes, etc, a las medidas sanitarias.

Mientras, el Ayuntamiento de El Astillero tampoco ha decidido si abrirá al público las piscinas municipales de La Cantábrica a finales de junio, como cada temporada. La Concejalía de Deportes no tiene claro si esta instalación, muy concurrida durante la época estival, puede ofrecer en estos momentos una garantía de seguridad a fin de evitar posibles contagios. El responsable del área, Alejandro Hoz, subraya que ha de prevalecer la «seguridad» para evitar posibles riesgos. El Ayuntamiento trabaja en las labores de mantenimiento y limpieza, así como en una redistribución del sistema de acceso a la instalación, ya que el punto de control de acceso incumpliría en estos momentos las condiciones de distanciamiento social que marcan las directrices sanitarias.

Piélagos, por su parte, va a esperar al paso a la fase tres para tomar la decisión definitiva respecto a la piscina municipal de Renedo, en la que en breve se acometerán trabajos para la renovación de la cubierta. Desde el Ayuntamiento afirman que, por el momento, están estudiando el protocolo sanitario para determinar si es posible abordar la reapertura.

En Laredo, como en Santander, tampoco hay debate posible sobre la apertura o no de las piscinas municipales, dado que llevan cerradas desde junio de 2015 por orden del exalcalde Juan Ramón López Visitación «ante el riesgo de desplome de la cubierta del edificio». La obra de rehabilitación integral del mismo, con un presupuesto de un millón de euros, comenzó el pasado mes de noviembre.

En el caso de Castro Urdiales, el Ayuntamiento expresa sus dudas respecto a la apertura de la piscina del polideportivo municipal Peru Zaballa. Por el momento, no lo contemplan y van a esperar antes de decidir. Ven en la continua desinfección de las instalaciones un problema complejo de abordar que puede hacer inviable la apertura, pero aguardan para pronunciarse de manera definitiva.

En Cabezón de la Sal, la piscina descubierta municipal, ubicada en la pedanía de Casar de Periedo, es gestionada por la empresa BeOne, que a su vez posee un centro deportivo en el municipio. El director del mismo, José María Fernández, espera que pueda abrirse al público el 1 de julio, como sucede cada verano. El aforo no suele superar normalmente las 80 personas, que es, según sus cálculos, el máximo permitido en base a la nueva normativa fruto del Covid. «No suele haber tanta gente y menos entre semana, así que entiendo que no debería haber problemas», asegura. En cualquier caso, indica que se controlarán las entradas y las salidas y los aforos para cumplir con la normativa.

Potes está acabando de elaborar los protocolos higiénico-sanitarios para los usuarios del pabellón municipal donde están ubicadas las piscinas cubiertas: habrá novedades en el aforo, distancias, medidas de desinfección y una mayor frecuencia de limpieza. Según asegura el alcalde, Javier Gómez, el Ayuntamiento se ha marcado como objetivo abrir las instalaciones al inicio de la fase tres de la 'desescalada' y, «probablemente», será necesario reservar mediante cita previa y se establecerán tiempos concretos de estancia.

Respecto a la piscina municipal al aire libre de La Vega, el alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso, cree que podrán abrir las instalaciones a mediados del mes de julio, con las correspondientes medidas. En estos momentos están procediendo a reparar desperfectos, sobre todo los causados en diciembre por el desbordamiento de los ríos Quiviesa y Riofrío.

El Ayuntamiento de Reinosa es otro de los que aún no ha decidido qué hacer este verano con las piscinas descubiertas. «Tenemos previsto esperar a saber cuáles son los protocolos definitivos que regirán la llamada 'nueva normalidad', no los de las distintas fases de la 'desescalada', y una vez que los sepamos, decidiremos si es posible llevar a cabo una apertura razonable con las medidas de seguridad pertinentes», explica Daniel Santos, concejal de Deportes.

El edil detalla que en las fase dos y tres «no vamos a abrir las instalaciones seguro» y confía en poder hacerlo en julio, aunque «de momento no hemos tomado ninguna decisión en firme».

Una opinión muy similar a la que mantiene el alcalde de Valdeolea, Fernando Franco, sobre las piscinas municipales de Mataporquera. «Estamos a la espera de que aclaren las condiciones en que se podrían abrir una vez terminado el estado de alarma o la fase tres. Con las condiciones que piden ahora, no abriríamos», declara.

*Es una información elaborada con textos de Nacho Cavia, Abel Verano, Sheila Izquierdo, Javier Gangoti, Ernesto Sardina, Ángela Casado, Pedro Álvarez, Lucía Alcolea y Sara Torre.