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Ocurrió lo «impredecible». El Hospital Valdecilla recibió ayer desde Madrid la notificación de que un paciente que estuvo ingresado el fin de semana pasado en un box de Urgencias por una infección respiratoria, y que no se había contemplado como caso sospechoso de coronavirus, « ... porque no cumplía criterios de investigación», había dado positivo. El diagnóstico, seis días después del paso de este hombre por el hospital cántabro, cayó como una bomba. De inmediato, se identificaron todos los profesionales de las diferentes categorías que, de una u otra manera, tuvieron relación con él sin los equipos de protección individual que establece el protocolo.
Entre el personal sanitario, el resultado asciende a 22 sanitarios, entre los que hay médicos, personal de enfermería y celadores, de los cuales 18 han sido considerados como 'contacto estrecho de alto riesgo', bien por el tipo de exposición (como aspiración del tracto respiratorio, broncoscopia...) o por el tiempo (más de 15 minutos a menos dos metros de distancia). Y, acto seguido, recibieron la baja laboral para los próximos 14 días, «aunque no están en situación de aislamiento, porque ninguno tiene síntomas», precisa el gerente de Valdecilla, Rafael Tejido, que reconoció a este periódico lo sucedido.
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Los otros cuatro sanitarios, en cambio, continúan con su actividad asistencial de forma normal porque se ha valorado que han mantenido una exposición de 'bajo riesgo'. En esa misma definición encajan también las seis trabajadoras del servicio de limpieza de la guardia del fin de semana en el área de Urgencias, que ayer recibieron también el aviso para controlar su evolución en los próximos días. Así, el número total de profesionales a los que se les está haciendo el seguimiento se eleva a 28. «Hasta el momento, están todos perfectamente de estado de salud, salvo una persona que presenta síntomas leves catarrales», precisa Tejido.
El gerente explica que este paciente, que ayer mismo fue confirmado como positivo en Covid-19 en Madrid, había viajado a Santander el fin de semana para asistir a una celebración familiar. «Sobre las cuatro de la tarde del pasado sábado (29 de febrero) acudió a Urgencias con un cuadro de infección respiratoria, pero no cumplía los criterios epidemiológicos (ni viaje a las zonas con brote epidémico, ni contacto con afectados...), por lo que no fue valorado en el circuito asistencial que se ha desarrollado para los pacientes con sospecha de infección por coronavirus». Después de permanecer en un box de observación esa noche, el domingo recibió el alta. Una vez de vuelta a Madrid, y al no haber mejoría, una nueva revisión médica llevó a la realización del test del Covid-19. «No ha habido error en el protocolo de Urgencias, sino que ha sido una circunstancia imprevisible», aclara Tejido.
«En el hospital llevamos tiempo trabajando en posibles escenarios futuros. Tenemos todo el circuito perfectamente diseñado, incluso en situaciones que aún no se han dado, para estar preparados y que no se nos escape nada», sostiene. El 'agujero' que esta circunstancia ha hecho en la plantilla de Urgencias «ya está cubierto», garantiza.
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