El Banco de Alimentos cambia de dirección después de 20 años

Así lo subraya Del Pozo, que continúa como presidente honorífico. «En el mes de abril atendimos a 45.000 personas, una cifra récord. Durante el verano bajó la demanda, pero ahora está ascendiendo de nuevo». Por ello, según confiesa Díaz, «lo que más nos preocupa es hasta dónde llegará la demanda durante los tres primeros meses del año nuevo. Va a ser tremendo, porque muchas de las empresas que aún no lo han hecho cerrarán, y esos trabajadores que hasta ahora han estado en ERTE han tirado de unos ahorros que ya no tienen».

Ante este panorama, la nueva junta se ha marcado unos objetivos muy claros. En primer lugar, «potenciar el trabajo hecho», además de «captar nuevos voluntarios o que los que tenemos se comprometan más en el día a día. Disponemos de 300 personas, la mayoría activas para la Gran Recogida (una vez al año), pero cada vez hay más volumen de trabajo diario», apuntan. En tercer lugar, «vamos a la búsqueda de patronos entre las empresas y particulares, además de reforzar y renovar las alianzas con las empresas». Y por último, «trabajaremos para dar una mayor transparencia, haciendo nuestras acciones y números más visibles».

Haciendo balance de estos 28 años, Del Pozo coincide con Díaz al afirmar que es un «orgullo ver cómo responden las empresas y los particulares». Con emoción, la nueva presidenta (gerente de Calidad en Dependencia de cinco residencias) indica que «la gente ha demostrado ser muy buena. Los malos momentos sacan lo mejor de cada uno», elogia.

Del Pozo fue uno de los primeros a los que convocaron para exponerle el nuevo proyecto de crear una red de bancos de alimentos en toda España. «La idea me gustó desde el principio y me subí al carro. Ahora ya somos 55 entidades».

Con sus palabras recuerda unos inicios «muy intensos, con muchas horas de trabajo, pero muy satisfactorios». En cuanto a cómo ha evolucionado la organización, señala, «que en la primera Gran Recogida obtuvimos 3.000 kilos de alimentos. En la última, 250.000. Y de cuatro que éramos, a 300 voluntarios ahora mismo. Este es un proyecto querido y reconocido por la gente».

De ello sabe bien Díaz. Su relación con el Banco de Alimentos le viene de pequeña. «Mis padres eran grandes colaboradores y después, ya de joven, formaba parte de una asociación juvenil a través de la cual éramos voluntarios, además de solicitar alimentos para las familias que atendíamos».

Más tarde, cuando empezó a trabajar «todo se complicó y me tuve que centrar en mi carrera profesional, hasta que el pasado junio me llamaron para proponerme ser la nueva presidenta y no lo dudé».

La entrevista a ambos se realiza en la primera sede del Banco de Alimentos, en la calle Fernando de Isla, en Santander. Del Pozo recuerda cómo «un buen amigo, director de la empresa Copaga, nos cedió este local cuando se mudaron a Guarnizo. Con el tiempo terminamos comprándolo. También estamos muy agradecidos al Gobierno de Cantabria, a quien debemos que podamos disponer del gran almacén de Tanos».

De los inicios también destaca «lo importante que fue conocer las necesidades de las familias de primera mano. Saber de qué carecían». Ahora sigue siendo igual de esencial y por ello, Díaz anuncia que, de cara a la próxima campaña de recogida de alimentos, «el objetivo será que los productos que nos entreguen sean los indicados para una alimentación saludable».