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El PP cántabro está empeñado en no dormir tranquilo hasta que lleguen las elecciones. Después de un año caótico, con el partido roto por el Congreso en el que María José Sáenz de Buruaga fue elegida presidenta tras descabalgar a Ignacio Diego, ahora en Madrid ... no tienen nada claro que la líder cántabra sea la mejor opción para frenar a Miguel Ángel Revilla en las elecciones de mayo. Más que eso, dos fuentes distintas de la Ejecutiva nacional han confirmado a este periódico que mañana se celebrará un cónclave en Madrid en el que se pondrán cuatro nombres encima de la mesa: Ruth Beitia, Juan Corro, Diego Movellán y la propia Buruaga. Pero la mejor situada no es precisamente la presidenta del PP cántabro, sino la saltadora olímpica cercana a Ignacio Diego que entró a formar parte de la Ejecutiva nacional cuando Pablo Casado ocupó el despacho de Mariano Rajoy en la sede de Génova.
Este terremoto, que llega sólo a cuatro días de que el líder del PP visite la región para presentar a sus cabezas de lista, no afectará, en principio, a los planes del PP para el Ayuntamiento de Santander. El vicesecretario de Organización, Javier Maroto, aseguró ayer a este periódico que Gema Igual será la candidata en la capital «con el cien por cien de seguridad». Fue durante una reunión celebrada hace pocos días en Madrid entre miembros de la Ejecutiva nacional, regional y la propia Gema Igual, donde la alcaldesa confirmó su disposición a volver a presentarse. Una decisión que, según Maroto, apoyaron todos por unanimidad, aunque Igual no quiso confirmar ayer este extremo.
Esta contundencia de Madrid para ratificar a Gema Igual no ha existido con Buruaga, a la que todavía recuerdan su apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría frente a Pablo Casado en el Congreso nacional. La indecisión del PP con ella -o su preferencia por Ruth Beitia, según algunas fuentes- ha encendido los ánimos de muchos dirigentes del partido en Cantabria, y también de exaltos cargos regionales que ya habrían mostrado su profundo malestar en persona a los miembros del equipo de Pablo Casado. Todos ellos intentarán hasta última hora que no se consume lo que sería un revés muy duro para Buruaga, señalada por el exministro de Fomento, Íñigo de la Serna, como la mejor candidata y después de que ella misma no haya ocultado en ningún momento que quiere presentarse.
Si se consuma la elección de cualquier otro nombre que no sea el de la actual presidenta del PP regional, la onda expansiva provocaría un nuevo cisma a sólo cinco meses de las elecciones y la más que posible baja del partido de las personas que ahora mismo lo dirigen en Cantabria. Incluso, Gema Igual podría decidir cambiar su postura y no presentarse en Santander si es Ruth Beitia u otro candidato distinto a Buruaga el que encabeza la lista para la Presidencia, aunque esta hipótesis tampoco fue confirmada ayer por la alcaldesa.
Que Ruth Beitia esté en la mente de Génova como candidata es especialmente doloroso para Buruaga y su núcleo más cercano. Además de su relación estrecha con Ignacio Diego, nadie olvida en Santander que la medallista olímpica pidió la anulación del Congreso regional debido a las «irregularidades» que luego fueron archivadas en los tribunales. Y también fue una de las diputadas que se negó a acatar la orden de Buruaga de cambiar al portavoz del PP en el Parlamento cántabro, razón por la que se abrió un expediente sancionador que ahora duerme en un cajón, por decisión de la propia Buruaga para no incendiar más un partido con serio riesgo de sorpasso electoral por el PRC de Revilla.
La buena sintonía de Beitia con Casado ya quedó patente cuando el pasado mes de septiembre el presidente nacional del PP la llamó para incorporarla a su Ejecutiva como responsable de deporte. La decisión, que se hizo pública a través de la web nacional del partido y de la que no se informó a los medios -a diferencia, precisamente, del nombramiento de Juan Corro, Diego Movellán o Ana Urrestarazu-, supuso un golpe de autoridad de Madrid que no sentó nada bien en la dirección cántabra.
El vicesecretario de Organización del partido, sin embargo, negó ayer cualquier tipo de preferencia por la saltadora. «Nadie está por encima de otro. Ni Beitia, ni Corro, ni Movellán, ni Buruaga. El elegido saldrá del consenso entre la dirección nacional y la regional en la reunión de mañana, lunes», aseguró Javier Maroto, al que no le parece raro que la presidenta cántabra sea una más dentro de una lista y no cuente con la preferencia de Génova. «Llegaremos a una decisión de mutuo acuerdo», insistió, sin querer confirmar que Beitia o cualquier otro aspirante cuenta con más opciones frente al resto. Otras fuentes del partido sí aseguran que Beitia tiene el favoritismo de Casado, lo que explicaría el revuelo y el enfado monumental que existe entre los altos cargos y exdirigentes cántabros.
De hecho, los nombres de Juan Corro y Diego Movellán no serían más que un relleno en esa lista para que no sea tan evidente la apuesta por Beitia. El exalcalde de Camargo apoyó desde el primer minuto a Pablo Casado en el último Congreso, mientras todo el oficialismo cántabro del PP respaldaba a Soraya Sáenz de Santamaría. Pero no cogió por sorpresa a nadie. Puso su amistad con el nuevo presidente del partido, forjada en sus años en Nuevas Generaciones, por delante de las recomendaciones de la dirección y del exministro Íñigo de la Serna. Su apuesta salió bien y ahora se ha convertido en el hombre fuerte de Casado en Cantabria, aunque también está considerado como un miembro fiel del entorno cercano a Buruaga, por lo que nadie espera una traición de ese tipo. Él mismo, en una entrevista concedida a este periódico el pasado agosto, desvelaba que su intención era volver a presentarse al Ayuntamiento de Camargo para recuperar la Alcaldía: «A mí me tira mucho Camargo, respiro por todos los poros Camargo. Hubo un proyecto que iniciamos, que está incompleto a día de hoy. Estoy ilusionado y el cariño de tus vecinos hace muchas veces que la balanza se incline».
Juan Corro, por su lado, suena con fuerza como posible candidato del PP en las elecciones europeas, que también se celebrarán el próximo 26 de mayo, y además fue contundente al señalar a Buruaga como la mejor candidata posible para Cantabria en una entrevista del pasado verano. «Ella es, sin duda alguna, la mejor opción para aspirar a la Presidencia regional. María José Sáenz de Buruaga es nuestra presidenta, la persona que más conocen los cántabros, con mucha experiencia de gestión y muy querida en el partido. Ahora hace falta que los ciudadanos sean capaces de valorar que esa mano izquierda, ese temple y esa capacidad de diálogo, negociación y trabajo que ha negociado hacia dentro, es capaz de ponerlo al servicio de los cántabros», dijo.
Poco tiempo tiene Pablo Casado para gestionar esta nueva crisis autoinducida. El PP celebrará su convención anual del 18 al 20 de enero, y para esas fechas ya deben estar elegidos todos los candidatos autonómicos y municipales. Será en la reunión de mañana, lunes, cuando Cantabria sepa si será Buruaga o Beitia la que intente frenar a Revilla el próximo mayo.
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