Barcelona, la 'tapada' en el éxito del Seve

Análisis del récord de pasajeros. La conexión con la capital catalana es la que más creció en 2019, algo que se combinó con la consolidación de la apuesta internacional del aeropuerto

Álvaro Machín

Santander

Domingo, 16 de febrero 2020, 07:55

Eclipsada a veces por otras rutas -por los vaivenes de la de Madrid o por la novedad de algún destino internacional-, la conexión con Barcelona fue la que más pasajeros hizo ganar al Seve Ballesteros durante el año pasado. Es un dato que, entre tantos, pasó casi inadvertido. Nunca tantas personas viajaron en avión directamente entre Cantabria y Cataluña como en 2019. Casi 200.000, lo que supuso además mejorar los datos del año anterior un 17% (y se venía de una subida de casi un 30% respecto a 2018).

Es, además, un destino que operan dos compañías, Vueling y Ryanair. O sea, que Barcelona concentra la mayor competencia empresarial de toda la oferta aérea. Todo eso está de lleno entre los aspectos que más destacaron el año pasado en la actividad del aeropuerto. El éxito de Barcelona estaría en esa lista-resumen junto al análisis de Madrid (que arrancó el año con grandes subidas, pero que lo cerró con preocupantes bajadas), el buen rendimiento de los destinos canarios -y la preocupación que produjo su pérdida, ya solventada- y, en general, la consolidación de los vuelos internacionales. Porque Ryanair siguió con unos altos índices de ocupación en sus vuelos (casi un 90% de media) y porque Wizz Air apostó por asentarse con dos nuevas rutas (Bucarest y Katowice). En todo eso están algunas de las explicaciones al récord de pasajeros del Seve Ballesteros.

Por rutas -y con la ayuda en el análisis de la asociación Amigos de Parayas- se pueden establecer varias categorías para las 23 que se operaron. Hay que adelantar que en 2019 se cayeron de la programación Varsovia, Weeze -Düsseldorf-, Lanzarote y Lisboa. Entre las que funcionaron bien, junto a Barcelona, entrarían dos que pasaron a ser anuales, Milán y Dublín. También la consolidada Marrakech, la apuesta segura que es Londres o las gratas sorpresas en forma de novedad de Bucarest o Katowice. Quedan en este grupo tres destinos exitosos que, pese a serlo, estuvieron en riesgo. El cierre de las bases canarias de Ryanair provocó preocupaciones. Muchos pasajeros en juego. Se reaccionó rápido y Binter se hará cargo en breve de los viajes a Tenerife y Gran Canaria. Y algo parecido pasó con Budapest. Buenos datos, pero cancelada por Ryanair. Wizz Air tomará este año el relevo.

Valencia o Edimburgo están en el capítulo de estables. Y ahí podrían incluirse otras como Bruselas, Sevilla, Ibiza o Menorca, pero aquí los Amigos de Parayas les colocan, además, la etiqueta de 'poco explotadas'. Es decir, que podrían dar más juego con más frecuencias. Y ahí colocan también a Roma. Fue el destino que más llenó los aviones (una ocupación del 92,73%), seguido por Budapest (92,68), Tenerife (91,65) y Marrakech (91,30). Y eso, pese a ser uno de los más caros de Ryanair. Además, los horarios previstos para este año no son precisamente los mejores (un vuelo desde Italia los domingos saldrá en verano a las 07.15 horas).

Berlín, Málaga, Palma y Venecia, las flojas

En el capítulo de las rutas flojas o que depararon malas noticias está Berlín (primero redujeron las frecuencias y luego dejó de ser anual), Málaga (aunque su caída tuvo que ver con la de los viajes del Imserso), Palma (que no se consolida) y Venecia (se cae este año de la programación). Y quedan aquellas que, a día de hoy, están envueltas en una atmósfera de dudas. Bolonia fue novedad en el tramo final del año pasado y habrá que ver cómo se comporta un ciclo completo (en principio, bien). También habrá que ver qué hace Ryanair con sus vuelos a Barcelona. La ruta, como tal, ha batido récords. Pero en la pugna con Vueling, la compañía irlandesa ha asumido un papel secundario (de toda la oferta de la aerolínea irlandesa es la que cuenta con una media de ocupación más baja -79,9%-). ¿Reforzarán, asumirán esa segunda plaza o lo dejarán?

Y queda Madrid. Capítulo aparte. En 2018 empezaron los cambios. Iberia asumió casi todos los vuelos en detrimento de Air Nostrum. Aviones más grandes y bajada de precios. Éxito rotundo. En abril de 2019, la compañía grande se quedó definitivamente con toda la ruta. Hubo una modificación de la oferta y los precios dejaron, poco a poco, de ser tan baratos. La consecuencia, en números, fue medio año bueno y otro medio, malo. Lo peor es la dinámica. La ruta más importante del aeropuerto lleva cinco meses seguidos cayendo. «Hay otras opciones de transporte. Tren, bus, vehículo... Es muy difícil fidelizar a un pasajero y muy fácil perderle», recuerdan los Amigos de Parayas. El Gobierno sabe que vuelve a tener un problema.

Puede que por ahí lleguen cambios en un 2020 que, de entrada, trae la novedad de Viena, las rutas a Canarias, esta vez con Binter, la presencia anual de Bolonia y más vuelos programados para Barcelona y Londres. ¿Será posible un nuevo récord?