Secciones
Servicios
Destacamos
Verónica Ordóñez era la favorita para ganar las primarias en las que estaba en juego el liderazgo de Podemos Cantabria. Sobre todo desde fuera, entre quienes son sus adversarios que valoran, y temen, la contundencia de la portavoz podemita en la confrontación parlamentaria. Sin embargo, ... ha sido Rosana Alonso, elegida dos veces diputada en el Congreso, aunque con una presencia política mucho menos visible, quien logró hacerse con la secretaría general, con la responsabilidad de dirigir al partido morado hasta las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019 en una disputa feroz por el menguante voto de la izquierda. La batalla interna en Podemos todavía no ha terminado.
El hecho de que Ordóñez se fuera de viaje institucional a los campamentos saharauis en la fase decisiva de la campaña fue interpretado como una señal de su confianza en la victoria. Ella misma admite con naturalidad que no esperaba la derrota. Seguramente, una elección basada en el voto por Internet de apenas 900 inscritos permitía hacer cábalas, pero no pronósticos con fundamento. No obstante, emergen algunas claves del resultado de las primarias: a Verónica Ordóñez le ha penalizado su adscripción al grupo que en los últimos meses de gran convulsión interna ha estado al frente del partido, mejor conectado con la cúpula de Madrid que con buena parte de los círculos y la militancia cántabra. Por otra parte, Rosana Alonso y su candidatura han tenido un apoyo mayoritario y decisivo en Santander.
Las primarias de Podemos se han sustanciado en la composición proporcional del nuevo Consejo Ciudadano, con una ajustada mayoría del grupo vencedor que capitanea Rosana Alonso. Todas las voces llaman a la cohesión imprescindible para afrontar las elecciones, pero está claro que no se pueden descartar las turbulencias en un partido que en cuatro años ya contabiliza cuatro direcciones distintas en Cantabria y que ha sufrido continuos conflictos que incluso han llegado a los tribunales. El último ha sido promovido por el exsecretario general Julio Revuelta contra quien le difaman en las redes sociales en el contexto de las recientes primarias. Por no hablar de la crispación constatable en el ámbito nacional, antes, ahora y siempre, entre las facciones de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón o Carolina Bescansa.
Podemos Cantabria tendrá que celebrar también primarias electorales, quizá en las primeras semanas de 2019. Verónica Ordóñez está dispuesta a optar por la cabeza del cartel autonómico si se encuentra cómoda en el clima reinante y en el proyecto político que desarrolle el partido. El grupo que ahora ha ganado la elección orgánica tendrá que abordar el asunto a su debido tiempo. Si no hay elecciones generales anticipadas, Rosana Alonso tiene un escaño en el Congreso al que debería renunciar para ser candidata autonómica, lo cual no dejaría de ser una pérdida para el partido en Cantabria.
En el Parlamento de Cantabria, Ordóñez es la portavoz titular de un grupo que completan Alberto Bolado, con el que está enfrentada desde hace mucho tiempo, y José Ramón Blanco, que ha formado parte de la lista liderada por Alonso. La portavoz espera que las primarias no afecten a su cargo, pero no se fía del todo. El grupo vencedor entiende que, cuando menos, el nuevo liderazgo tendrá que notarse en la acción política de Podemos en el partido y en la Cámara.
Una necesidad esencial de Podemos es construir una organización territorial que hoy no tiene para hacer frente al desafío electoral, en las autonómicas y también en las municipales a las que concurrirá por vez primera con su propia marca. En teoría, el sector que se ha impuesto en las primarias sería el más generoso y flexible en la confluencia con IU y otras siglas de la izquierda, y con movimientos y colectivos en la llamada 'marea' social, dado que la otra corriente siempre ha priorizado la jerarquía del partido en la estrategia electoral. Pero eso habrá que verlo. IU espera acontecimientos.
Más allá del discurso crítico contra Revilla y las fuerzas conservadoras, lo que en realidad estará en juego para Podemos es el voto de la izquierda. Enfrente, el PSOE que hoy lidera Pablo Zuloaga, aplicado al objetivo de recuperar en lo posible a los electores que en su día se le escaparon hacia el campo morado. Todos los sondeos auguran en España un crecimiento del centro-derecha (el PP tocado, pero no hundido, y el pujante Ciudadanos) en detrimento del PSOE y Unidos Podemos, aunque en Cantabria el potente PRC de Revilla desvirtúa ese paisaje general. En las autonómicas de 2015, la izquierda cántabra (PSOE, Podemos e IU) sumó el 25,3 % de los votos y ocho de los 35 escaños del Parlamento, los cinco socialistas y los tres podemitas. En 2019, el botín que se disputen Podemos y el PSOE puede ser más pequeño, así que la competencia será todavía más dura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.