El besugo, 20 euros más caro que hace un mes

«Creo que hemos tocado techo y no va a subir más», relata Unai. Ayer, peces como la lubina o el rodaballo superaban los 32 euros, siete euros más que hace un mes. Pero este incremento se aplica a todo. «El rape negro lo estamos vendiendo a 25 y lo hemos tenido a 18. El que quiere pescado fresco en Navidad, lo paga». En el caso del pulpo, el molusco se vende a 18,50 euros, seis más que en noviembre.

Sin embargo, Unai reitera que no se hacen ricos en estas fechas. «La gente dice que suben los precios porque nuestros márgenes son más altos pero no es así. Lo que pasa es que nosotros pagamos el pescado más caro, pero nadie se hace millonario», expone.

Su compañera Ana, de Mariscos Vanesa y Ana, explica que la subida va unida a la escasez de productos y a la alta demanda. «Hay poco producto y hay que pagarlo», añade. Un ejemplo es el percebe que «cada día está subiendo más». Ana muestra el mejor del puesto, llegado desde Cedeira (A Coruña), y que alcanza los 95 euros el kilo. También tiene unos más pequeños a 65 y otros percebes, traídos hace dos días, con un cartel de 52 euros. A la esperada subida del precio, hay que sumar la peligrosidad de coger este tipo de crustáceos, que se ha multiplicado por los fuertes temporales. Por eso, Ana lo tiene claro. «El percebe lo pagas, o te quedas sin él».

Otro incremento «terrible» es el de la cigala. La de 200 gramos está a 65 euros el kilo y la de 150 gramos, a 55. Eso supone desembolsar veinte euros de más respecto al mes de noviembre. Sin embargo, otro marisco que daña la cartera es la nécora, cuyo valor prácticamente se duplica. Hace 20 días estaba a 12 euros y ayer se pagaba a 24. «Para la víspera de Nochebuena, subirá hasta los 32 euros el kilo», auguró Ana.

Como toda regla, existe una excepción que la confirma. Y es que esta subida no afecta a la totalidad de los productos. La gamba roja está igual y «el carabinero se mantiene en 58 euros el kilo todo el año». ¿Y qué es una cena de Navidad sin langostinos? El producto, que tiene una amplísima variedad de recetas, tampoco sufre muchas fluctuaciones de precio, aunque hay que tener en cuenta la calidad de las variedades. Por ejemplo, el langostino de Huelva se paga a 44,80 euros el kilo, tres euros más que hace un mes.

El baile de precios tampoco ha afectado duramente a la carne. El lechazo alimentado y criado en España cuesta 19,90 euros, un euro más que en noviembre.

Fernanda Aguirre sale del mercado con las manos vacías, pero con sus encargos listos. «He pedido unas cigalitas y una lubina para recoger el lunes. A mí me gusta el pescado fresco y el marisco lo quiero saltando. Total, Navidad son dos días», apuntó. Sin embargo, María, la amiga que le acompaña, se lleva las manos a la cabeza. «Cada vez que me dice eso me duele la cartera. Yo tengo el besugo y dos kilos de nécoras congeladas desde hace dos semanas. Me he ahorrado un dineral cuando es el mismo producto».

Así son las opciones para estas fechas. Variadas. Como las fluctuaciones del precio de los productos. La previsión ahorra dinero y la frescura del pescado se paga, pero la decisión es única y personal.