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La Navidad está a la vuelta de la esquina. Los adornos y las luces inundan las calles y las familias ya tienen decidido su menú ... para los días festivos venideros. La gran mayoría suele decidirse por un pescado al horno o un lechazo asado. En este sentido, el Mercado de La Esperanza de Santander comenzó a registrar ayer las primeras compras de cara a Navidad realizada por los clientes más previsores, que congelarán sus productos con la idea de evitar las subidas de precio que se producen a medida que avanza diciembre. «Suelo comprar a principios de mes para después congelar porque si no, a mediados de diciembre, los precios se ponen por las nubes», señaló Pedro de la Mata mientras ojeaba los puestos de pescado.
Por el momento los precios se mantienen, pero «empezarán a subir en diez días progresivamente hasta Navidad». No obstante, hay una excepción: el besugo, que ya alcanza los 44 euros el kilo. Unai Martín, de Pescados Unai, explicó que el pescado de escama, como la dorada o lubina, está «a precios normales», rondando los 25 euros. «A partir del puente de la Constitución se irá incrementando el precio del pescado típico de Navidad y del rape de tripa negra», subrayó. Su clientela está repartida a partes iguales. «Hay quien ya ha aprovechado para comprar y congela el pescado y hay otros más reticentes y se espera a última hora para comprarlo. Eso hay que pagarlo», dijo.
Este último caso es el de María Delgado, que prefiere «calidad y gastar bien el dinero» a congelar. «Congelarlo no me compensa, sabe más rico fresco», añadió. A pesar de que queda tiempo para su compra, Delgado tiene el menú decidido desde hace tiempo. «La víspera compraré rape para hacerlo con langostinos y almejas en Nochebuena».
Sin embargo, en la familia de Marcial Nava son más de congelar el producto hasta el día de Nochebuena. «Estoy preguntando por el pulpo, que está a doce y pico, pero no entiendo mucho de precios para saber si está caro o barato».
Por otra parte, Vanesa, de Mariscos Vanesa y Ana, sostiene que «lo mejor que se puede hacer ahora es comprar marisco y congelarlo». «Comprándolo vivo, el marisco se mantiene igual. Se envuelve en papel film y queda perfecto». Un consejo a tener en cuenta ya que los precios «prácticamente se doblarán». Por ejemplo, las nécoras están a 12 euros y en diez días rondarán los 22. «La nécora viva es de lo que más sube junto a la cigala. Ahora la cigala está a 45 el kilo y las más pequeñas para freír, a 29 euros, pero en una semana te sube el precio un 50% o más».
En ese mismo puesto, Margot Fernández ojea el género para realizar algún pedido para Navidad. «Pasaré las fiestas en Madrid y a mi yerno le voy a bajar cigalas y percebes de aquí porque, para mí, ésta es la mejor plaza del mundo», relató. Tras repasar todas las opciones de marisco, Fernández se decidió por percebes y cigalas. «Ahora me voy a llevar el percebe a 52 euros, que está muy bien, y la cigala, que también tiene muy buena pinta, a 40». Acostumbrada a vivir en Madrid y Bilbao, Margot defendió que se trata de un «muy buen precio». «Fantástico», concretó.
Con el espíritu navideño en el aire, el mercado estaba más lleno de lo normal. Mariluz Quiroga, clienta habitual, así lo explicó. «Hay mucha gente y mucha abundancia de productos. Se notan las fiestas». Por su parte, Genaro González indicó que la plaza de abastos está últimamente «que da gusto». «Mucha gente comienza a hacer sus compras porque sabe que éste es un sitio con productos de calidad. Además, hay varias opciones de precios y puedes comprar ahora el género para congelarlo y que salga más barato», señaló.
El baile de precios tampoco ha llegado a las carnicerías y charcuterías, ubicadas en el segundo piso del Mercado de la Esperanza. «Tenemos los mismos precios que el resto del año», contó Jesús Aguirre, de La Asturiana. En su puesto vende jamón, patés, foie, aves como capones o pulardas, etc. «Son cosas que no suben de precio», sentenció.
Desde el polo opuesto de la plaza, Jesús Aguirre, de Carnicería Consuelo, señala que el lechazo castellano «todavía no ha subido» y se mantiene a 18,90 euros el kilo . «Puede llegar a costar diez euros más en las semanas próximas a Navidad», anunció. Para evitar este incremento, muchos de sus clientes están comprando el lechazo para congelarlo o reservándolo. «También suelo vender piernas o paletillas de cordero. Están a 11,90 euros pero es muy raro que este precio aumente».
Mientras, Josefa del Cerro cargaba con sus compras del día porque para las fiestas «falta mucho tiempo». Además, ella y su familia son «bastante carnívoros», dice, y, por tanto, sufren menos los aumentos de precio de los amantes del pescado. «La semana de Nochebuena compraré lechazo para hacerlo estofado y varios solomillos para los nietos. Están un poco más caros, pero me ha dicho el carnicero que es porque pasan de vender tres filetes a la semana, a vender 35».
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Ana del Castillo
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