El bipartito rechaza la bajada de impuestos que pide la oposición ante la actual situación económica

El segundo bloque, el de este jueves, es mucho más concreto y objetivo. Los diputados presentan sus propuestas de resolución, que son algo así como los encargos –si te gustan los apoyas y si no, los rechazas– que las formaciones hacen al Ejecutivo. Por eso, las de PRC y PSOE –los que sustentan el bipartito– se centraban en fortalecer las políticas que a su juicio ya están funcionando y las de la oposición, en todo lo contrario: en impulsar un giro de 180 grados. Especialmente en lo que tiene que ver con la economía. Con matices, PP, Cs y Vox propusieron una bajada de impuestos y una reducción de los gastos improductivos y la burocracia. La hoja de ruta de regionalistas y socialistas es otra, así que su mayoría absoluta en el Parlamento las tumbó.

De esta manera, se presentaron 408 y salieron adelante 122. De las 308 que firmaron los grupos de la oposición, solo prosperaron 22, así que se enumeran rápido. De los populares, el bipartito dejó pasar siete relacionadas con el apoyo a las personas con trastorno autista, la reducción de los tiempos para el reconocimiento de la discapacidad, el refuerzo del plan contra el acoso escolar, la industria electrointensiva o la que pide la declaración del puerto deportivo de San Vicente como obra de interés regional. De los naranjas, catorce que tienen que ver con reclamaciones de Cantabria al Estado (infraestructuras o Vuelta Ostrera) o acciones relacionadas con la estrategia del hidrógeno y la transición energética.

Aunque en la tribuna Emilia Aguirre (PRC) y Eva Salmón (PSOE) anticiparon que no aceptarían ninguna propuesta de resolución de Vox, finalmente sí paso la criba una. La número 88: «El Parlamento de Cantabria insta al Gobierno a que, a su vez, inste al Gobierno de la Nación para que cubra las plazas vacantes existentes en nuestra Comunidad tanto de agentes de Guardia Civil como de Policía Nacional».

Con un resultado de las votaciones tan marcado por la aritmética parlamentaria, el portavoz del PP, Íñigo Fernández, sabedor de que muchas de sus iniciativas quedarían en nada, prefirió recuperar el debate donde quedó el miércoles. «Frente a un presidente aislado de la realidad que parece no haber entendido nada de lo que ha sucedido en los tres últimos años, lo que el PP pretende es traer aquí los problemas y preocupaciones de la gente con soluciones», señaló. Como en el día previo María José Sáenz de Buruaga, Fernández echó en cara a Revilla que sea un presidente que «solo habló de él, no de la gente», y que su «fracaso» de gestión se traduce en «veinte años de promesas incumplidas». Ahí fue cuando sacó a relucir la mina de zinc, la Fundación Comillas o la Ciudad del Cine. Y los más recientes proyectos de la protonterapia, el Mupac y La Pasiega, que «se harán metiendo la mano en los bolsillos de los ciudadanos cántabros porque han dejado pasar los fondos europeos». ¿El resumen de su alternativa? «Bajar impuestos, porque es mejor que tener que dar ayudas para la subsistencia de las empresas o prestaciones a los ciudadanos».

También que no suban los impuestos y que preferiblemente se bajen fue lo que pidió Félix Álvarez (Cs) a la titular de Economía, Ana Belén Álvarez. El diputado liberal repasó sus propuestas consejería por consejería y explicó por qué rechazaba algunas del resto de fuerzas. Frente al PSOE, ellos defienden la regulación y no la prohibición de la prostitución. Álvarez se paró en las de Vox. No comparten su petición de que se reserve un porcentaje de las plazas de la Policía Local a militares porque rompe el principio de igualdad de acceso, ni que se den becas mirando la excelencia del expediente sin tener en cuenta la renta de las familias. Tampoco que toda la energía eólica terrestre que se proyecta en Cantabria sea sustituida por la marina.

Tampoco tuvo apoyo la iniciativa que explicó Cristóbal Palacio –portavoz de Vox– de reducir el número de consejerías y la estructura pública. «Si somos la comunidad que más gasta en Sanidad y la que más lista de espera tiene, el problema es la estructura y los gobernantes», reprochó al Ejecutivo, a cuyos miembros les insistió en que «generar riqueza no es contratar amiguetes, sino crear la estructura que permita a los ciudadanos prosperar en libertad». Y directamente contra Revilla fue cuando le acusó, después de «40 años sin trabajar fuera de la Administración», de desconocer el esfuerzo de las familias para llegar a fin de mes y de las empresas para pagar los salarios.

Como PP y Cs, también Vox lamentó el optimismo de Revilla. «La labor del presidente del Gobierno es prepararse para lo peor», dijo Palacio, que pidió al regionalismo que vuelva a la realidad. Le respondió la diputada Aguirre: «¿Cuál es la realidad? Frente al discurso catastrofista, prefiero ser optimista. Frente a la realidad de la oposición, la realidad de las cifras», concluyó enseñando el gráfico del crecimiento del PIB en el primer trimestre del año. En Cantabria ha crecido un 1,4%, frente al 0,2% nacional.

El bipartito rechazó proposiciones de la oposición porque «el Gobierno ya está trabajando en ello», pero en cambio aprobó otras propias a pesar de que ya estaban anunciadas previamente, como reducir de 25 a 20 el número máximo de alumnos en el segundo ciclo de Educación Infantil o ampliar la oferta de plazas de FP. Y después, como fue la última en hablar, Aguirre fue la encargada de despedir a sus señorías hasta septiembre una vez concluido el periodo de sesiones del Parlamento.