El bocarte llama a las puertas de casa

La flota del Cantábrico, que ha permanecido cuatro semanas amarrada por el coronavirus, estrenó ayer la costera del bocarte. Fue hacerse a la mar y toparse con el pescado. A diez millas de la costa oriental, frente al Buciero santoñés, a una hora de navegación, los barcos comenzaron a largar redes y a faenar en cantidad. Muchos de ellos no tardaron en cubrir el cupo y acercarse a tierra, con lo que los puertos de Santoña y Laredo estuvieron solicitadísimos. Tanto que a lo largo de la jornada fueron llegando y despachándose barcos de todas las comunidades hasta sumar 105 entradas. Y en número redondos, sin cerrar la jornada -anoche, a última hora seguían atendiéndose barcos en Santoña-, las lonjas pejina y santoñesa subastaron en conjunto 500 toneladas de bocarte.

En Colindres no pudo haber desembarcos ni subastas: «No había marea suficiente para que los barcos pudieran entrar en nuestro puerto», se lamentó José Luis Bustillo, patrón mayor de la cofradía de Colindres.

Medio millón de kilos en una jornada es mucha cantidad de bocarte, sin duda, pero su cotización fue a la baja a medida que avanzaba la jornada. Con una calidad de entre 45 y, mayoritariamente, 55 'granos' comenzó a pagarse a 1,50 euros el kilo, pero a media tarde «el precio se derrumbó», como señaló Miguel Fernández, patrón mayor de Santoña, y es que algunas partidas llegaron a cotizarse por debajo de los 40 céntimos el kilo, y aún quedaba mucho pescado por subastar. Un desplome que achaca, en gran medida, a la falta de compradores y a que las semiconserveras van a trabajar a medio gas, con poco personal por las medidas preventivas, y no van a dar abasto.

Preocupante situación para la flota si las capturas se mantienen como ayer y los precios no remontan, con lo que la rentabilidad de los barcos (que ya han autolimitado sus propios cupos particulares) quedaría por los suelos. Fernández prefería aguardar a lo que vaya a dar de sí esta jornada para pensar en algún tipo de medidas.

La flota del Cantábrico dispone de una cuota de 28.700 toneladas para este año. Y en estos albores de la costera a todos los patrones les queda la esperanza de que el buen bocarte de primavera, el de menos de 35 'granos' llegue a su debido tiempo y anime el mercado y a los compradores, especialmente las fábricas.

Guillermo Blanco, consejero de Desarrollo Rural, acudió ayer a Santoña junto a la directora general de Pesca, Marta López, para estar en este estreno de la costera y mostrar su poyo a los pescadores. Blanco valoró el trabajo que realiza la flota por «jugarse la vida en el mar y más en estos momentos de tanta adversidad para abastecer al mercado de pescado fresco y de calidad», agradecimiento que hizo extensivo a sus familias y al resto de profesionales del sector. «Tenemos que estarles agradecidos por lo que hacen por nosotros. Ahora, con el confinamiento, se está viendo que son claves para la sociedad», insistió, al tiempo que animaba a los consumidores a comprar el producto fresco de temporada.