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Varios heridos, 18 detenidos, cien denuncias y numerosas cargas policiales son el balance de esta pasada noche en Noja, que ha sido muy agitada y violenta, sobre todo a partir de las cuatro de la madrugada, cuando los agentes decidieron comenzar a disolver ... las reuniones multitudinarias en torno al alcohol que se habían formado en las inmediaciones de la calle Castrejón, junto a la playa de Ris.
Más de 2.000 jóvenes, según la Policía Local, se negaron a obedecer la orden de marcharse. Es más, se rebelaron y decidieron atacar a los agentes. Primero a la Policía Local, pero luego también a la Guardia Civil, que acudió con un número importante de efectivos. El resultado: una batalla callejera. Botellas convertidas en proyectiles, papeleras incendiadas, bancos destrozados y escenas más propias de una guerra que de una noche veraniega. Un enfrentamiento que ha dejado, además, un centenar de denuncias por altercado callejero.
Los efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia (Usecid) recibieron el aviso de disturbios en el arenal a las 4.30 horas de la madrugada y, al llegar al lugar, fueron recibidos con gritos y lanzamientos de diferentes objetos por parte de quienes participaban en el botellón, en su gran mayoría jóvenes de entre 16 y 21 años.
Según la Guardia Civil, los allí reunidos les lanzaron «una gran cantidad de objetos» e incluso intentaron cortar la carretera de acceso a la playa con contenedores de basura, por lo que, «debido a la virulencia de los hechos», tuvieron que acudir otros 20 agentes de apoyo.
Fue entonces cuando se llevaron a cabo varias cargas policiales, y se detuvo a 18 personas con edades comprendidas entre los 17 y los 22 años «por realizar actos violentos sobre las personas y las cosas», informa la Benemérita.
En los incidentes, varios agentes sufrieron contusiones y uno de ellos fue herido con un corte en un ojo provocado por el lanzamiento de un vaso de vidrio.
Lo vivido anoche en Noja es el colofón a una historia que se veía venir desde hacía meses. «Era algo que iba a pasar y lo veníamos avisando», ha declarado fuentes de la Policía Local. Los jóvenes se encontraban por todas partes: en el aparcamiento, en la playa y por la zona deportiva y de la biblioteca.
Decenas de vehículos de la Benemérita tuvieron que apostarse en los alrededores para cortar el paso y los agentes comenzaron con las cargas. Desde las calles aledañas se podía contemplar el humo de los fuegos que han consumido las papeleras. «A las seis de la madrugada todavía quedaba alguno por la calle», han relatado desde la Policía Local.
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