Secciones
Servicios
Destacamos
El Monasterio de Santo Toribio de Liébana lució este sábado sus mejores galas para acoger la entrega y celebración de los Premios Beato, un homenaje al ilustre monje que en el siglo VIII, en ese mismo entorno a 400 metros sobre el nivel del ... mar, empezó a articular ideológicamente con sus escritos y libros el germen de la Reconquista Católica frente a la invasión árabe que acabaría casi 700 años después con la toma de Granada, así como el Camino Jubilar Lebaniego después de designar a Santiago como el evangelizador de Hispania en su famoso 'Comentario del Apocalipsis'. Unos galardones que 13 siglos después buscan conectar con los valores intrínsecos del monje que situó a Cantabria como un punto especial en la Cristiandad.
La cuarta edición de los Premios Beato de Liébana tuvo además un carácter marcadamente femenino. No en vano, las dos mujeres distinguidas en una mañana de sol radiante en Santo Toribio, arropadas por prácticamente todo el Consejo de Gobierno de Cantabria, así como representantes de las instituciones sociales, empresariales o académicas, son dos referentes en sus respectivos campos: Ana Botín, presidenta del Banco Santander; y la científica Elena García Armada, responsable del primer exoesqueleto infantil para ayudar a caminar a menores con enfermedades neuronales, conforman un 'cartel' difícil de igualar dentro de los diferentes reconocimientos a nivel nacional. Unas destinatarias que el propio presidente regional, Miguel Ángel Revilla, quiso destacar como un valor para seguir engrandeciendo la categoría de unos premios que se consolidan año a año.
El evento arrancó con una actuación del grupo de danza San Pedruco de Solares para agasajar a los asistentes. Dentro de las presentaciones, las palabras del obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge: «Santo Toribio es un foco de fe cristiana, pero también un gran foco de cultura. El premio sigue reconociendo las aportaciones que hacen a Cantabria las personas distinguidas».
Ahí, en las protagonistas de la mañana, se centró toda la atención. La primera en recibir su galardón fue Elena García, la ingeniera e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Durante su discurso rememoró su vinculación con Cantabria y el ambiente de estudio que vivió en su familia con sus padres como profesores en la Universidad de Cantabria.
La científica recibió el Premio Beato en la modalidad de Cohesión Internacional y quiso resaltar el valor de una tecnología que llegue a la sociedad, como la que ha podido desarrollar en su empresa Marsi-Bionics, donde los resultados de la investigación pública han podido llegar a todas las familias que lo necesiten para poder cambiar vidas con innovación y tecnología aplicadas a la terapia de las enfermedades neurológicas en la infancia como la atrofia muscular espinal y la parálisis cerebral. «Pero más allá del éxito de ser pioneros está el hecho de poder mejorar la calidad de vida de 17 millones de niños en el mundo».
García Armada hizo un llamamiento a las autoridades sanitarias, científicas, industriales y financieras para seguir contribuyendo a este proceso «porque no hay un motor más potente para la innovación que la sonrisa de un niño que se contempla caminando».
Por su parte, Ana Botín también echó la vista atrás. Se retrotrajo a sus primeros recuerdos de infancia, cuando tenía aproximadamente ocho años y un viaje en coche por el Desfiladero de la Hermida, precisamente para conocer el Monasterio de Santo Toribio, a punto estuvo de acabar en tragedia por un desprendimiento. «Lo primero que hicimos al llegar fue dar gracias al Santo», dijo, un germen de su fe hacia una figura universal.
La presidenta de Banco Santander recogió el galardón en la modalidad 'Entendimiento y Convivencia'. Tras destacar la figura de Beato de Liébana y su impulso al Camino de Santiago, al que definió como «internet medieval de las ideas», manifestó la importancia del entendimiento y el método científico como «base de nuestra civilización», en clara alusión a la otra premiada.
Durante su alocución, señaló como «enemigos» de la sociedad actual al cambio climático, al covid, a la desigualdad y «el no hacerles frente», y exaltó los valores de la concordia y el consenso, señalando que «es evidente que las soluciones para sociedades tan diversas, con minorías tan poderosas y valiosas como las que hoy tenemos, sólo pueden venir si nos ponemos todos de acuerdo», dijo. Tras reconocer que no son tiempos para condenar las herejías, sino para pactar y actuar, confesó que sus tres palabras favoritas son «entendimiento, concordia y actuación», en línea con su objetivo desde que asumió la Presidencia del Santander en 2014: hacer una empresa «responsable» comprometida con la inclusión, la igualdad o la sostenibilidad, entre otros valores.
Visiblemente emocionado, Revilla no se guardó elogios para las mujeres que le flanqueaban en la explanada del Monasterio. Primero, puso el foco en el nivel de las dos premiadas, que consideró «imbatibles». «Es difícil a nivel de España dar dos premios con el nivel de estas dos mujeres en distintas facetas de la vida», expresó, para agregar que «los cántabros nos sentimos orgullosos de vosotras».
El jefe del Ejecutivo, que abundó sobre el valor histórico y cultural de la figura de Beato de Liébana y su importancia en la vertebración de España desde el punto de vista ideológico, reiteró su «orgullo» por el éxito de la científica Elena García Armada «en un país donde la ciencia, la tecnología y la innovación no han sido precisamente la vanguardia», recordó.
En relación a Botín, presumió de ser «su amigo». Tras aludir a su Presidencia «en el banco más importante de la Unión Europea» y al hecho de que está considerada como una de las personas más influyentes del mundo, quiso destacar su filantropía, señalando sus aportaciones de medios y recursos en los momentos más críticos de la pandemia con la adquisición de respiradores, mascarillas e hidrogeles de los que se carecía y se necesitaba con urgencia. Revilla agradeció en aquellos momentos la ayuda de la banquera, «ya que la Administración no siempre puede agilizar trámites para realizar las compras», y el hecho de que se sienta cántabra, aludiendo a la riqueza que supondrá el futuro Espacio Pereda en la sede del banco.
El himno de Cantabria a cargo de la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria puso el broche a la mañana.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.