Brittany Ferries asegura que el nuevo sistema de fronteras «no es aplicable en los puertos»

Hace meses que en la compañía crece la inquietud por un sistema que obligaría a cada turista a bajar de su vehículo para introducirse en una cabina individual y realizar varios registros incluyendo huellas dactilares y escaneo facial. «No es algo que se haga en un minuto. Si hacemos esto, de acuerdo con nuestras estimaciones, podríamos triplicar el tiempo de las escalas, algo que es completamente inviable para nosotros», avanza el directivo de Brittany.

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José Carlos Rojo

Podrían perderse escalas, de hecho, algo que ni siquiera se baraja, por el momento, pero que podría convertirse en una realidad si nadie toma cartas en el asunto para encontrar solución al problema que está por venir. «Estamos trabajando de forma conjunta con el Puerto de Santander y Brittany para encontrar una solución factible a este asunto que en el fondo es de obligado cumplimiento porque lo exige la Comisión Europea», asegura la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego. Pero pasan los meses y esa solución, dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, no termina de llegar.

La clave son las alternativas a las cabinas de registro. En países como Francia se está resolviendo con tabletas electrónicas con las que los agentes están tomando esas mediciones biométricas a los viajeros sin necesidad de que ninguno abandone su vehículo. Es un método que agiliza los trámites y reduce considerablemente los tiempos. Una vía que se contempla en Santander; pero hay otras propuestas: «Lo que estamos pidiendo es una respuesta por parte de la secretaría de Estado de Seguridad porque noviembre se acerca y hace tiempo que estamos discutiendo pero no hallamos una salida», especifica el presidente del Puerto, César Díaz.

Otra propuesta es posponer los plazos. «No llegaríamos a noviembre ni aunque tuviéramos que seguir con el actual plan previsto, que obligaría a poner en marcha unos plazos de licitación, etc. Necesitamos más tiempo», cuenta Díaz. «También hace falta que nos autoricen para hacer ensayos que nos permitan conocer más en detalle las consecuencias que tendría instalar las cabinas». Y por último, el responsable del Puerto apunta también a la flexibilidad que permite la norma. «No es lo mismo aplicar el EES en un aeropuerto que en un puerto. Y no es lo mismo aplicarlo en un puerto cualquiera que en el Puerto de Santander», comenta Díaz, precisamente porque el mayor movimiento de viajeros es de ciudadanos extracomunitarios.

Desde Brittany Ferries consideran, incluso, un agravio comparativo los planes del Gobierno central de equiparar las circunstancias de un avión a las de un barco. «Lo que no entiendo es por qué a ningún avión la aplicación del nuevo sistema le va a suponer una demora del tiempo de escala y a los barcos sí. No tiene sentido, porque para nosotros supondría un trastorno muy grande que podría obligarnos a suspender alguna escala», apunta Castilla, aunque por ahora ha informado de que los planes para 2025 continúan sin cambios.