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El covid ha vuelto a la residencia de discapacidad de Cadmasa, en Las Caldas del Besaya, que sufre un brote que ya ... ha desencadenado medio centenar de casos, entre los localizados dentro -la mitad de ellos, según el último balance de Salud Pública (aunque aún hay más pruebas pendientes de resultados)- y los detectados fuera con vínculos de ámbito social (contactos, familiares...). «El lunes tuvimos los dos primeros casos entre los trabajadores, con síntomas leves (fiebre, dolor de cabeza...), y también empezaron tres usuarios. Hicimos el test de antígenos a seis residentes y dieron positivo todos», explica Rubén Otero, gerente del centro. Al día siguiente, Sanidad ordenó el barrido de test a toda la planta de la residencia compartida por los afectados y el número de contagios se triplicó. «Y aún saldrá alguno más», advierte Otero, porque ayer mismo se había terminado el cribado a toda la plantilla de profesionales (50 personas), así que los resultados se conocerán hoy. Hasta el momento, el gerente tiene contabilizados veinte usuarios y siete trabajadores positivos. «Andamos locos, te puedes imaginar», confiesa. «Si ya nos cuesta conseguir trabajadores en condiciones normales y tenemos de menos, juntarnos ahora con siete de baja, más alguno que se pueda añadir, nos supone un auténtico follón».
Lo que le tranquiliza, al menos, es que «no tenemos ningún caso hospitalizado», ventaja de tratarse de población joven. La residencia cuenta con 87 usuarios, aunque confía en que la organización en grupos burbuja sirva para acotar la transmisión del virus. No obstante, el gerente destaca que las infecciones se están dando «entre los residentes que pueden salir del centro y que lo hacen solos», lo que impide conocer el origen del contagio.
BALANCE DE SALUD PÚBLICA
EN LAS CALDAS
La investigación de los rastreadores ha permitido identificar otra veintena de casos externos asociados a este foco sociosanitario. En el centro de salud de Los Corrales ya se comentaba ayer el significativo aumento de pacientes sospechosos de covid en la zona. El propio informe municipalizado de contagios servía de chivato, con 18 positivos detectados en 24 horas. Otero opina que «esta situación tiene que llamar la atención sobre la necesidad de reforzar la vacunación también en los centros de discapacidad», que ahora no están contemplados entre los destinatarios de la tercera dosis, limitada a residencias de mayores y pacientes inmunodeprimidos.
Aunque desinflada, en comparación con los máximos que llegó a alcanzar, la quinta ola aún sigue salpicando la región de infecciones respiratorias. Actualmente, Salud Pública tiene identificados hasta 47 brotes, con un total de 412 positivos. Uno de los más numerosos es el que ha afectado a un grupo de trabajadores de varias empresas contratadas para la construcción del crucero Evrima en Astander. Un foco que, diez días después, sigue aumentando: ayer se habían elevado a 48 los positivos, aunque había otros seis operarios pendientes de confirmación y la lista de contactos cuarentenados ascendía a 42. En total, en este brote están involucradas 91 personas, que en su mayoría guardan el periodo de aislamiento en los hoteles en los que se alojan durante su estancia laboral.
Además, dentro del ámbito de la dependencia consta otro brote en la residencia municipal de Castro (seis contagios). La página web del Icass, que ayer aún no había actualizado la situación en Cadmasa (reflejaba sólo los siete primeros positivos), daba cuenta de 15 casos activos en centros de mayores.
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