Borrar
La fiebre y el dolor de garganta, primeros síntomas del estreptococo. DM
«Hay muchos brotes de escarlatina en los colegios», advierten los pediatras
Cantabria

«Hay muchos brotes de escarlatina en los colegios», advierten los pediatras

Causada por el mismo germen que provoca las anginas, se trata de «una infección leve, fácil de diagnosticar y de tratar, pero muy contagiosa»

Ana Rosa García

Santander

Martes, 21 de febrero 2023, 13:59

La escarlatina suena a enfermedad del pasado pero está de plena actualidad: «Llevamos dos meses con brotes en los colegios, esperamos que esta semana de vacaciones escolares sirva para que los contagios se frenen», apunta Alberto Bercedo, presidente de la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria, que advierte del notable aumento de la incidencia este invierno. «No debe asustar para nada, hoy en día es una infección leve, fácil de diagnosticar y de tratar», pero tan contagiosa que, si no se guardan un par de días de aislamiento como mínimo, se expande fácilmente, sobre todo a través de las gotas de saliva al toser o, entre los más pequeños, al llevarse a la boca las manos después de compartir juguetes con otros niños.

«Son muchas las familias que aún se sorprenden al recibir el diagnóstico», admite el pediatra, porque contaban que estaba erradicada. Pero no sólo no ha desaparecido nunca –hace nueve años ya saltaron las alarmas en las consultas infantiles al constatarse más presencia de la habitual–, sino que además no tiene vacuna. Esta enfermedad infecciosa está originada por el estreptococo del grupo A (Streptococcus pyogenes), el mismo que causa la faringitis estreptocócica, las famosas anginas o amigdalitis, aunque en algunos casos libera unas toxinas que provocan una erupción cutánea de color rojo –de donde viene su denominación–, que provocan una textura áspera como de 'papel de lija'.

El cuadro comienza de forma similar, con fiebre, malestar, dolor de garganta y, en los más pequeños, mucho moco verdoso en la nariz e incluso dolor abdominal, hasta que brota el sarpullido por todo el cuerpo. «Lo llamativo este año es que estamos viendo muchos casos por debajo de los tres años –incluso con meses– con infección estreptocócica, que antes era más infrecuente, pero se contagian a través de hermanos o de otros niños mayores...». Se constata ese «gran aumento» en las consultas de los centros de salud, donde disponen de «test que nos permite confirmar el diagnóstico en cinco minutos», explica Bercedo, y también desde el laboratorio de Microbiología de Valdecilla, aunque sin aportar datos concretos. Al no ser una enfermedad de declaración obligatoria, Salud Pública no lleva la cuenta. Y los sistemas informáticos de los centros de salud no discriminan las dos variantes de la bacteria. En todo caso, el presidente de la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria pone el ejemplo de una mañana cualquiera en su consulta de Los Castros: «Puedo ver tranquilamente doce niños con estreptococo en la garganta en un día».

También desde Urgencias de Valdecilla confirman el incremento del estreptococo, responsable más frecuente de la faringoamigdalitis, que puede producir infecciones cutáneas y otitis», aunque al hospital llegan «más neumonías que escarlatinas, y muchas veces no se sabe el germen que las causa por las dificultades de tomar la muestra en los menores», señala la jefa de servicio, María Jesús Cabero. «Está siendo un año muy intenso, a las infecciones víricas se han sumado las bacterianas», añade.

«Los pediatras rogamos a las familias que no envíen a los niños al colegio con síntomas, deben aguantar dos o tres días en casa para frenar los contagios»

Alberto Bercedo

Presidente de la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Cantabria

Pese a lo aparatoso de su reacción cutánea, «la escarlatina se trata fácilmente con amoxicilina o penicilina y no deja ninguna secuela. Pero lo que hace falta para frenar los contagios es que los niños no vayan a clase con síntomas –deben aguantar en casa dos o tres días desde que empiezan con el antibiótico–, y eso no siempre se cumple», lamenta Bercedo.

No obstante, el aumento de estos cuadros infecciosos, tras el efecto que provocó la pandemia y las medidas de contención anticovid (la mascarilla sirvió de barrera también para el resto de patógenos), era previsible. «Estamos viendo lo de tres años en uno solo», apunta el pediatra. Lo mismo que ocurrió con la explosión de bronquiolitis a finales del año pasado, al volver a colarse el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) entre una amplia población infantil que no había tenido aún contacto con él, por lo que carecía de inmunidad.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Hay muchos brotes de escarlatina en los colegios», advierten los pediatras