![Brutal agresión a un médico en el centro de salud de Los Castros: «Ha intentado matarme»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202205/07/media/cortadas/centrosaludloscastros-kLHG--1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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Un médico residente de 36 años sufrió este pasado jueves una brutal agresión a manos de un paciente en el centro de salud de Los Castros, por la que podría perder el ojo derecho. «Me atacó un chico muy joven que no conocía de nada. Me tiró al suelo de un cabezazo y, una vez ahí, me propinó con ensañamiento hasta nueve puñetazos. Todos en el mismo sitio, en la región temporal del lado derecho del rostro. Iba a lo que iba. Buscaba hacer daño de verdad», revive el joven doctor, que prefiere omitir su nombre.
Es el último episodio de una lacra, la de las agresiones a profesionales sanitarios, que no ha hecho más que crecer desde que comenzó a remitir la pandemia. Con los centros de salud saturados y la Atención Primaria en proceso de reactivación tras las limitaciones impuestas por el covid, los ánimos están más que caldeados. Los pacientes se sienten «desatendidos» y los sanitarios dicen estar «saturados».
«Esto era algo que veníamos avisando desde hace mucho tiempo. Empezaron los casos de insultos, luego vinieron los empujones, ahora hemos visto puñetazos y llegará el momento de los navajazos», denuncia Santiago Raba, vicepresidente del Sindicato Médico.
El agresor, un joven de 20 años que cuenta ya con antecedentes por actitudes violentas similares, está fugado. La Policía Nacional, que se ocupa del caso, está «trabajando en su detención»; pero por ahora no ha logrado localizarlo. Lo que si se sabe es que este individuo acudió al mismo centro de salud hace cinco meses para protagonizar otro episodio similar. En aquella ocasión no hubo que lamentar daños personales porque el hombre logró imponer su voluntad al acceder a un área restringida por peligro de contagio por covid.
Nadie se explicaba en el preciso momento de la agresión ocurrida este pasado jueves, de extrema violencia, qué había sucedido para que el hombre golpeara con esa saña al sanitario. «Primero discutió con un celador. Le dijeron que ese centro de salud no era el suyo, que se le iba a atender, pero que la próxima vez debería ir al que le correspondía. Entonces empezó a agredir al celador y es cuando salí a defenderle», revive el médico agredido.
La Asociación de Servicios de Urgencia de Atención Primaria (aSUAP) de Cantabria ha convocado para este domingo, 8 de mayo, a las 13.00 horas, concentraciones de cinco minutos a las puertas de los SUAP para condenar la agresión esta semana por parte de un paciente a dos trabajadores del servicio de la Avenida de Los Castros de Santander y pedir «medidas urgentes ya» para que este tipo de sucesos no se vuelvan a repetir.
Entonces el joven propinó el cabezazo al sanitario y comenzó a golpearle «con toda la saña y alevosía» tantas veces como pudo en la misma región del rostro, el área temporal del ojo derecho. «Como médico puedo decir que no era una persona que fuera drogada. No estaba fuera de sí o brotada por enfermedad mental. Era perfectamente consciente de lo que hacía en todo momento y los golpes, repetidos, tenían la intención clara de fracturarme el cráneo», asegura el doctor, que aguarda con paciencia la evolución de las heridas.
«He tapado todos los espejos de casa porque no quiero verme la cara. Estoy en revisión de Oftalmología cada 24 horas y el lunes me hacen otro escáner a ver si hay algo más. No quiero preguntar de más, pero ya veo a los médicos cómo me miran cuando me inspeccionan la cara», lamenta mientras revive la escena en la que la madre del agresor «lo jaleaba» para que continuará con los golpes mientras él padecía en el suelo.
Las reacciones a un ataque tan injustificado no tardaron en llegar ayer. El Colegio Oficial de Médicos de Cantabria emitió un comunicado para denunciar el suceso. «Nosotros, los médicos, estamos para ayudar a los pacientes y no se puede tolerar este tipo de actitudes. Una agresión de esta naturaleza no cabe en la cabeza de nadie y tiene que tener consecuencias», remarca Javier Hernández de Sande, presidente del Colegio.
Sobre una posible sanción hay más discusión. Entre los médicos se baraja la exigencia de que toda persona que cometa cualquier acto de violencia, sea verbal o física, contra un sanitario, quede excluido automáticamente de la Seguridad Social. «Pero no olvidemos que la culpa de todo esto la tienen nuestros representantes. Tanto el Servicio Cántabro de Salud como los dos partidos que están en el Gobierno (PRC y PSOE) y que tumbaron las dos proposiciones que se llevaron al Parlamento recientemente para recrudecer las penas por estos actos», reivindica Santiago Raba.
Mañana, domingo, varios profesionales se manifestarán frente a las puertas del centro de salud de Los Castros, a las 13.00 horas, para denunciar de forma pública lo sucedido.
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