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Sin negar las dificultades añadidas que está suponiendo la crisis sanitaria, la presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, lamenta que el Gobierno regional se excuse en la pandemia y se quede de brazos cruzados mientras las perspectivas de futuro de la ... autonomía son cada vez más negativas. «La economía crece menos que la media y todos los problemas siguen sin resolverse. Somos la cuarta comunidad que menos empleo creó en 2021 y la segunda que menos redujo el paro». Ese es el diagnóstico que ha hecho este viernes la jefa de la oposición, que frente a la pujanza económica de la que presume Miguel Ángel Revilla, entiende que el último ha sido «un año despilfarrado», en el que el bipartito no ha aprovechado ninguna oportunidad para cambiar la tendencia.
Con un crecimiento «raquítico del 0,6%, cinco veces inferior al del país, Buruaga subraya que los datos son «fruto de los continuos fracasos de Revilla y de su coalición con el PSOE, incapaz de poner a funcionar el motor de la autonomía para sostener al tejido empresarial cuando más lo necesitaba». Frente a eso, la popular salió ayer con una serie de deberes de cara a 2022. Medidas concretas para acabar con la «falta de proyectos públicos tractores de la economía» y promesas que no se materializan.
Sin una fecha aún cerrada, el PP de Cantabria, siguiendo las instrucciones de Génova a todos los territorios, tenía previsto celebrar su Congreso Regional en el primer semestre de 2022. María José Sáenz de Buruaga, que aún no ha confirmado si intentará repetir como líder, ha descartado que la cita se produzca antes de abril. La orden del partido a nivel nacional es no hablar de procesos internos hasta pasadas las elecciones de Castilla y León, lo que llevará el Congreso hasta el «segundo trimestre». En cualquier caso, Buruaga insiste en que «con la que está cayendo, sería imperdonable que el PP, la única alternativa de centro derecha en Cantabria a Revilla», se estuviera ocupando en este momento de los asuntos internos.
En la lista, algunas de las recetas tradicionales del PP como la creación de una estrategia de desarrollo para aumentar el ritmo del crecimiento y de la creación de empleo con la bajada de impuestos y la reducción de la burocracia como ejes principales. También un mayor apoyo al sector primario y respuestas concretas a la industria electrointensiva más allá de un pacto que no ha servido para reducir su factura eléctrica y hacerla competitiva a nivel europeo. Buruaga se preguntó qué pasa con el apoyo al Plan de Transición de Solvay, la unidad productiva de Sniace dos años después de su cierre, el PSIR de Las Excavadas, el de La Pasiega...
Eso en las materias propias del bipartito. Exigencias a un Gobierno que «transmite una falta total de confianza en sí mismo» y que, según Buruaga, no está sacando ningún rédito del acuerdo nacional entre el PRC y el PSOE. Todo lo contrario: «La alineación con Pedro Sánchez está dañando a Cantabria». Lo dijo en referencia a la falta de fechas para ver en funcionamiento infraestructuras como la autovía Aguilar-Palencia o la llegada del AVE a Reinosa. Pero sobre todo por el borrador de la nueva financiación autonómica, que de salir adelante supondrá perder 350 millones de euros al año. «El pacto de Revilla no ha servido más que para recibir bofetadas un día tras otro», ha concluido sobre el presidente regional, al que le exige que deje la tibieza, garantice que el criterio sea el coste efectivo de los servicios y ponga pie en pared para que Cantabria «no pierda ni un euro».
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