Buruaga y Gamarra piden «acabar con el sanchismo para que él no acabe con el país»

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La secretaria general del PP llegó a Cantabria con la lección aprendida y enumeró alguno de los principales hitos del Ejecutivo regional. Desde el proyecto de Ley de Simplificación hasta la rebaja fiscal, pasando por la captación de inversión privada. Eso en clave local. En clave nacional, su discurso se centró en arremeter contra Sánchez y, en esta ocasión, también contra la ministra de Hacienda por la oferta de condonación de la deuda. Con ese juego de comparativas –lo que hace Buruaga frente a lo que hacen Sánchez y sus ministros– continuó su discurso. Frente a la «confrontación para ocultar la falta de proyecto» de Sánchez, Gamarra ve en Buruaga una acción política que «ofrece resultados sin ruido». «Esa es la política útil de la que nos habla Feijóo. Demuestra que los políticos no tienen que ser el problema de los españoles, sino quienes los solucionan», insistió.

Si no fuera porque lo llevaba escrito, pareciera que Gamarra había copiado todas las ideas que minutos antes había expuesto la presidenta regional en su discurso ante los miembros de la Junta Directiva. Buruaga subrayó la capacidad de su Ejecutivo para llegar a acuerdos con PRC, Vox e incluso con el Gobierno de España con la estación intermodal y, casi con las mismas palabras, Gamarra valoró como una de las principales virtudes de la presidenta su «capacidad de llegar a acuerdo, pero de los buenos. No para pagar cesiones y chantajes».

«Hay que acabar con el sanchismo para que Sánchez no acabe con el país y con Cantabria», dijo la jefa del Ejecutivo, que aseguró ante los suyos que el Gobierno que preside dará nuevos impulsos y tomará la iniciativa en un momento de «debilidad» de sus adversarios políticos. También coincidió con la dirigente nacional en tocar los casos de corrupción del PSOE. Los de Ábalos y «los del entorno del presidente», remarcó Gamarra, que ve parece razonable que Sánchez no pueda salir a la calle sin ser abucheado. Abucheos como los que también está recibiendo el presidente valenciano, Carlos Mazón. Sobre él le preguntaron los medios cuando llegó al Hotel Chiqui. Evitó darle su apoyo y no negó una posible dimisión.