Buruaga logra el apoyo con matices de los grupos parlamentarios a su agenda reivindicativa

Esta primera parte de la cita de este martes a cinco en la sede de Peña Herbosa tiene importancia relativa porque Buruaga –ella sí considera simbólica la fotografía porque es la primera vez que un jefe de Gobierno junta alrededor de una misma mesa a todos los partidos– ya dio a conocer las conclusiones de su visita a Madrid. Ya explicó que salió de la cita con Sánchez «sin ninguna concreción ni ningún compromiso firme» a pesar de que se limitó a pedir al presidente que cumpla con la palabra dada: que los ministerios hagan lo que prometieron durante la etapa del bipartito, porque como reconoció la popular, la mayoría de proyectos pendientes son heredados.

Lo realmente importante este martes para Buruaga era conseguir el apoyo de todos los grupos políticos con representación en la Cámara regional. «Liderar una respuesta social, política e institucional», dijo la presidenta, porque el dosier con 34 páginas que 'regaló' a Sánchez «no es la agenda de este Gobierno ni de esta presidenta, sino de Cantabria».

Con matices, Buruaga celebra que ha logrado este objetivo. O al menos que ha conseguido el apoyo de Miguel Ángel Revilla (PRC), Pablo Zuloaga (PSOE), Leticia Díaz (Vox) y el de su propio portavoz parlamentario, Juan José Alonso, para seguir insistiendo en ese conjunto de reivindicaciones en la agenda de diálogo y trabajo compartido que tras el viaje a La Moncloa se abre ahora con cada uno de los ministerios. De hecho, esa es la orden que ha dado ahora la presidenta a sus consejeros. Les pide que trasladen los asuntos de su competencia al departamento correspondiente para concretar todo lo que ya ella tocó con Sánchez de forma más general por la limitación del tiempo.

El apoyo más evidente, según Buruaga, fue el del PRC. Respaldo «total y sin fisuras muy claro» por parte de Miguel Ángel Revilla, apuntó sobre su antecesor. Esa misma sensación le trasladó la representante de Vox, que sí insistió en la necesidad de que el diálogo con los ministerios se concrete en fechas y plazos concretos. Y donde vio más «pegas y peros», pero no un rechazo a formar parte de ese frente común, fue en el PSOE. A su entender, Zuloaga fue el «menos explícito y comprometido», pero confía en que finalmente dé su apoyo pese a los problemas para conciliar la posición del Gobierno de Cantabria con la del Gobierno central en cuestiones como el lobo o la financiación autonómica.

A partir de ahora, la intención de Buruaga es sumar a más agentes a este grupo de presión con el que pretende hacer una demostración de fuerza al Estado. A finales de semana, la presidenta convocará a sindicatos y CEOE con la misma intención. Además, ha dado la orden a su grupo parlamentario para que saque adelante en la Cámara iniciativas para reforzar esa voz única. Cree que es posible porque «no es la agenda de uno o de otro partido político». «Nunca antes las reivindicaciones se habían defendido con más rigor», entiende la presidenta.

La buena sintonía con el PRC de la que habló Buruaga la confirmó su líder, Miguel Ángel Revilla, que mostró «todo su apoyo» a la agenda reivindicativa. En un momento «complicado» a nivel nacional por la situación de polarización política, los regionalistas quieren ir por otro camino. Mantienen la crítica a la presidenta por volver de Madrid «con las manos vacías» frente a los compromisos concretos que defienden que se lograban con ellos en el Gobierno, pero también que el PP acierta a la hora de elegir las prioridades. Entre otras cosas porque, «afortunadamente, son las mismas, ni una cosa más, ni una cosa menos» que las que tenía el bipartito.

Esa segunda parte, la de que existe una línea de continuidad entre las exigencias del bipartito y las de Buruaga, también la comparte el PSOE, que cree que «las reivindicaciones en materias de infraestructuras tienen que ver con todos y cada uno de los proyectos que el Partido Socialista y el Partido Regionalista impulsamos la pasada legislatura y que de hecho hoy comienzan a ser una realidad». «Por mi parte el compromiso es claro. Apoyar las reivindicaciones justas para Cantabria en materia de infraestructuras, pero en materia de financiación también», dijo el líder de esta formación, Pablo Zuloaga, que considera que es en el ámbito de la financiación donde Buruaga no hizo su trabajo en Madrid. Entiende que la presidenta «volvió a dejar pasar la oportunidad para reivindicar los intereses de nuestra tierra» y puso por delante la agenda de confrontación que le impune su partido, el PP, a nivel nacional.

Si la intención de Buruaga es sumar a todos a su «frente común», quizás no ayude que una de las líneas rojas para estar en ese grupo sea firmar «el rechazo frontal al cupo separatista», algo que el PSOE de Cantabria tiene difícil asumir teniendo en cuenta que el acuerdo –insiste en que no es un cupo ni un concierto como tal– para la financiación singular de Cataluña la han suscrito los socialistas. La conclusión de la reunión, para Zuloaga, es que «Buruaga confronta como excusa a un ritmo de trabajo en el Gobierno que es lento y que perjudica el avance de Cantabria. Cantabria necesita un debate que se abre ahora y doy la bienvenida a menos confrontación y más colaboración; menos excusas y más trabajo».

Desde Vox, Leticia Díaz expresó apoyo a las reivindicaciones ante el Gobierno de España pero ha hecho peticiones a la presidenta, a la que ha reclamado «aumentar la presión». Sobre el lobo, le ha instado a enviar diariamente a Pedro Sánchez el «parte de los ataques al ganado» para que «coloque así la responsabilidad sobre la mesa del presidente».

Y, en materia de financiación autonómica, Díaz ha afirmado que Vox coincide con el Gobierno y la presidenta pero le ha emplazado a «ejercer presión para acabar con ese proyecto de cuponazo fiscal de singularidad para Cataluña, que rompe todos los principios de solidaridad que son fundamentales para vertebrar España».