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En una semana marcada por la Conferencia de Presidentes en Santander, y tras la nula rentabilidad política de la cita con Pedro Sánchez, la presidenta de Cantabria quiso esta mañana revitalizar el ánimo de los afiliados en la tradicional cena de Navidad del partido para ... reivindicar la independencia del Ejecutivo regional en estos 19 primeros meses de legislatura: «Nadie nos marca el paso», afirmó María José Sáenz de Buruaga. «Nosotros llevamos el timón de este Gobierno». Fue un mensaje claramente dirigido a quienes no ven con buenos ojos la connivencia con el PRC de Miguel Ángel Revilla en los tres sucesivos pactos de esta legislatura, el último hace poco más de un mes para asegurarse la aprobación del Presupuesto.
«En nuestro pacto no hay renuncias, no hay cesiones ni condiciones. A nosotros sólo hay un pacto que nos ata, el que tenemos con todos los cántabros», sentenció para acallar cualquier atisbo de crítica interna sobre sus acuerdos con los regionalistas.
Buruaga llegó al mediodía de hoy al hotel Milagros Golf de Mogro aclamada como una estrella de rock. Es el segundo año consecutivo en que este lugar acoge la tradicional cita navideña popular –antes era una cena en el Hotel Santemar– en la que la presidenta compartió el foco de atención con el portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, con quien se fundió en un caluroso abrazo en el hall del hotel. Un espacio donde los asistentes desenfundaron sus teléfonos para tomar decenas de fotografías en que la presidenta y el diputado nacional fueron los más demandados.
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Les requerían los parlamentarios regionales, los consejeros, los alcaldes, concejales y el resto de afiliados –hasta mil– que aprovecharon la cita para saludarse y felicitarse las fiestas. «Todos formamos parte de la gran familia que es el Partido Popular», exclamó la líder del PPen la región. «Daos las gracias a todos», enfatizó en el discurso que precedió a la comida, «por todo lo que hacéis y por cómo lo hacéis. Necesitamos seguir trabajando con humildad para dar la talla y seguir haciendo partido», animó.
Sin nombrar a Sánchez
No quiso mencionar a Sánchez: «No voy a nombrarle, y menos después de lo de ayer», lamentó la presidenta aún con el mal sabor de boca que le dejó la cita sin acuerdos con el presidente del país en La Magdalena. «Aquí estamos los únicos gobiernos que funcionan de verdad», aseveró. «Porque el otro, el que estáis pensando, es un inmenso error fruto del interés, no de la confianza. Sólo está para ser, para resistir a costa de lo que sea y para tapar la corrupción que ahora mismo le llega al cuello», destacó para mostrar la otra cara de la moneda. «Nosotros estamos abordando los déficits de esta tierra, bajando impuestos, aprobando el I Plan de Empleo Autónomo para apoyar a más de 41.000 personas y reactivando la inversión pública», desgranó sobre una larga ristra de asuntos.
Buruaga habló de la primera ley de simplificación administrativa, del impulso de las iniciativas industriales en la región, de la Agenda Digital de Cantabria, de «nuestra pelea para reconstruir la sanidad que dejaron cayéndose en pedazos, y no sólo en sus edificios», criticó sobre la herencia del bipartito anterior. Y todo, dijo, fomentando el diálogo con todos, «gobernando para todos».
En el plano nacional no olvidó la referencia al líder: «Sólo hay un nombre: Alberto Núñez Feijóo». Un cambio que llegará, dijo, «para que España deje de ser la de muros y pase a ser la de plazas, la del diálogo», lanzó como un deseo sin profundizar en una materia que sabía que era campo de batalla de un Tellado que comenzó su intervención con un comentario jocoso. «Si fuésemos del PSOE, diríamos que estamos aquí celebrando el solsticio de invierno;pero como somos nosotros, podemos decir que celebramos la Navidad», comentó para arrancar una carcajada al público. Luego, el humor quedó en un segundo plano.
El portavoz en el Congreso destacó la importancia de los gobiernos autonómicos en un país «donde no hay nadie al timón, donde tenemos a un presidente que no gobierna, que no legisla, y que impide que los demás lo hagan con mayorías parlamentarias diferentes a la suya». Aseguró que «estamos viviendo una parálisis política», por culpa de un Gobierno «que está hundido por la corrupción en todas sus dimensiones: en el Gobierno, en el partido y en su ámbito más íntimo».
El azote de Pedro Sánchez en el Congreso cargó también contra el presidente y sus ministros por las últimas declaraciones sobre el papel de los jueces y de la Policía en las investigaciones que tienen en el punto de mira al exministro José Luis Ábalos, al fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz y a la esposa del presidente, Begoña Gómez. «Qué lamentable es ver a un político criticar a los jueces, cuando lo que debe haber es independencia entre poderes para preservar la democracia».
«A Sánchez sólo le interesa seguir en el poder a costa de lo que sea. Gobierna para sí mismo y para unos cuantos que son sus socios de Gobierno. Ese es el gran drama que vive la política nacional ahora mismo», lamentó en el mismo lugar donde mañana, domingo, los regionalistas se reunirán para celebrar la misma cita navideña y con el mismo menú: ensalada de jamón y foie, bombones de marisco, costilla asada y torrija de sobao pasiego.
Recuerdo a Valencia
Los afectados por la Dana en Valencia tuvieron también su reconocimiento en la comida. «Este año, en lugar de otorgar el tradicional Premio Afiliado Relevante a un miembro ilustre del partido, irá para todos los afectados por las inundaciones», aclaró la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta. Una urna presidió el salón comedor donde todos los asistentes pudieron hacer una donación que será entregada a una entidad sin ánimo de luego para apoyar a los que sufrieron la riada.
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