En busca del alga asiática invasora

El alga asiática invasora es de color pardo o aceitunado, puede llegar a medir hasta 30 centímetros de altura, tiene hojas planas y de distintos grosores y se puede confundir fácilmente con otras especies autóctonas similares. Se puede encontrar en los fondos marinos, flotando en el agua o acumulada en las playas y acantilados. A Cantabria aún no ha llegado de manera masiva, pero el IEO está siguiendo de cerca su evolución. «El problema es que ocupa el hábitat de otras especies y las expulsa», explica Lara Arroyo Hailuoto, investigadora del IEOde Santander. «No sólo está en zonas degradadas, es muy tolerante con todas las condiciones ambientales y temperaturas. En el sur ha arramplado con todo, está por todas partes. Colmata completamente las redes de los pescadores», subraya.

En el sector pesquero, afecta sobre todo a los barcos de las denominadas artes menores, los que faenan, entre otros aparejos, con palangres de fondo y trasmallos. En el puerto de Conil de la Frontera, en Cádiz, su lonja cifra las pérdidas por la presencia de esta especie invasora en 1,5 millones. «Nosotros aquí aún no la hemos visto, por fortuna. Pero que llegue parece una cuestión de tiempo», afirma César Nates, presidente de la Federación de Cofradías de Cantabria.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Instituto Español de Oceanografía han creado varios canales, en lo que se denominan ciencia ciudadana, donde todos aquellos que encuentren algas asiáticas puedan comunicarlo. El contacto es a través del correo electrónico buzonsgb@miteco.es, mediante la aplicación 'Observadores del mar' o llamando directamente al teléfono del IEOde Santander (942 291 716).

También solicitan que en el aviso aporten la localización –a poder ser, las coordenadas–, la cantidad de algas avistadas, el sustrato al que estaban adheridas (arena, rocas, praderas marinas...), la profundidad y una foto. «Nosotros ya estamos informando a nuestros buceadores para que estén atentos en sus inmersiones, pero por ahora no hemos detectado ejemplares en nuestra zona de Costa Quebrada», explica Juan Manuel Portugués, de Buceo Calypso de Mogro (Miengo).