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«Yo quiero que Spiderman me dé caramelos». Aunque la petición parece poco navideña, una niña se la trasladaba este viernes por la tarde a sus padres mientras los tres esperaban para ver la Cabalgata de los Reyes Magos. Porque antes de que llegasen las carrozas con Melchor, Gaspar y Baltasar a cuestas, una comitiva con los personajes preferidos de los más pequeños, como Pikachu, Peppa Pig o Baby Yoda, se adelantaron para saludar a los niños y darles un extra de azúcar. La lluvia no aminoró los ánimos y miles de personas se agolparon esta tarde a lo largo del recorrido de la Cabalgata, que se prolongaba desde Gamazo hasta la plaza del Ayuntamiento.
Las 12 carrozas que formaban la Cabalgata de Reyes han salido a las 18.30 horas, pero las vallas que guiaban el camino a seguir estaban hasta los topes bastante antes. Porque nadie quería perderse el arranque de la noche más mágica del año. «Papá, ¿y después de estar aquí vienen a casa? ¿Nos va a dar tiempo a dormir antes de que lleguen?», le preguntaba un niño, nervioso, a su padre. «Son mágicos, hasta que no nos durmamos no vienen, tú tranquilo», le respondía él. Los regalos eran los protagonistas de todas las conversaciones antes de que pasasen los Reyes, y no solo entre los pequeños. «Mi marido no ha querido venir, dice que es cosa de niños. A ver si dice mañana por la mañana lo mismo, cuando mire debajo del árbol...», comentaba una mujer con sus amigas.
Melchor fue el primero en aparecer en lo alto de su carroza, seguido de las de Gaspar y la de Baltasar. Sus carrozas estaban acompañadas de otra con un Belén Viviente, una de Tecniobras, otra de la peña La Pera y seis llenas de personajes de fantasía, como Astérix y Obélix.
En el mismo orden en el que pasaron en las carrozas, los Reyes fueron bajándose en la plaza del Ayuntamiento, donde siguieron saludando a la gente que se había acercado hasta allí a pesar del mal tiempo y también a la alcaldesa, Gema Igual, y al obispo de Santander, Arturo Ros. Detrás de ellos, los pajes iban cargados con el incienso, el oro y la mirra.
Por las inclemencias del tiempo, los Reyes, en vez de subir al templete del centro de la plaza para realizar la adoración, lo hicieron desde la puerta del Ayuntamiento. Ros tomó la palabra, saludó a los niños allí reunidos, y dio las gracias a los Reyes y al niño Jesús, María y José. Después, pidió a todos «portaos bien esta noche», para que todos los árboles amanezcan mañana llenos de regalos.
Después, sí que sí, llegó el momento de que los Reyes subiesen al balcón del Ayuntamiento y se dirigieran a la gente: «A pesar de la lluvia, hemos llegado. Aunque caigan chuzos de punta estamos aquí para que podáis disfrutar de la Cabalgata. Muchísimas gracias, Santander. Esta noche, los niños pronto a la cama, que trabajamos sin que nos vean»
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