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El viernes tocaba dar los últimos retoques al cierre perimetral. En eso estaban José Luis, Rafa y un tocayo del primero. Como otros operarios, se han convertido en las últimas semanas en parte del paisaje habitual de Cabárceno, tanto como los gorilas, los linces o ... los osos. El Parque de la Naturaleza, uno de los emblemas turísticos de Cantabria, se encuentra inmerso en un Plan de Inversiones de 5,9 millones de euros formado por 63 obras que servirán para reparar, en su mayoría, los desperfectos provocados por el paso del tiempo. Cantur asegura que las obras que se acometen ya estaban en marcha antes de que fuera publicado por este periódico el informe interno redactado por el veterinario jefe del parque en 2015, en el que informaba de «graves deficiencias» e incumplimientos normativos». El proyecto «viene de lejos» y está destinado a mejorar la seguridad y la estética de la joya de la corona regional.
Algunos ejemplos son la renovación de las rejas de los jaguares o el transformador eléctrico para la instalación de seguridad del recinto de las hienas. Ambas están ya acabadas y suman alrededor de 20.000 euros. Otras son de mayor calado. Es el caso de la reconstrucción del edificio de las jirafas (243.000 euros) o el sistema de bombeo del recinto de los elefantes (850.000 euros). Pensando en el turista, también hay reservado un cuarto de millón para la renovación del aglomerado y 200.000 para la red de saneamiento. Así hasta llegar al montante total.
Cierre perimetral 100.000 euros para acabar una infraestructura que aumentará la seguridad del parque. Hay otros 18.000 euros para su mantenimiento.
Reparación de cuadras. 20 especies se beneficiarán de esta actuación 380.000 euros irán a adecentar los tejados y otros 329.000 al resto de las construcciones.
Rinoceronte indio Se construirá un nuevo edificio. Los trámites administrativos ya han comenzado para un proyecto que costará cerca de 260.000 euros.
Aglomerado Un cuarto de millón se destinará a renovar algunos tramos de carretera (ya iniciado el expediente) y 350.000 euros al aparcamiento de la campona.
Granja y juegos La reordenación de la granja se lleva 200.000 euros. Aún no se ha iniciado el expediente. Tampoco el de la nueva zona de juegos (280.000 euros).
«Es cierto que cuando llegamos encontramos algunas carencias, pero en su mayoría son de chapa y pintura por el desgaste del día a día. Por eso estamos actuando», defiende el director de la empresa pública. Javier Carrión afirma que algunas de las deficiencias descritas en ese documento estaban «sobredimensionadas» y dice que la mejor prueba es el alto grado de satisfacción de los visitantes. No sólo eso: «¿Alguien cree que si esto estuviera mal íbamos a acoger aquí hace dos semanas un congreso de expertos en salud animal para quedar en evidencia?».
En cualquier caso, sí reconoce cierto grado de preocupación. No por el estado del parque en absoluto y sí por las consecuencias en la imagen de Cabárceno que puede tener la «polémica injustificada» que ha desatado un informe que «igual podría reflejar la foto fija de aquel momento -cree que ni eso-, pero no la actual». Más contundente es a la hora de hablar de una de las consecuencias de los problemas puesta negro sobre blanco, la muerte de animales. «No habido ninguna muerte por deficiencias. Por lo menos desde que yo estoy aquí», remarca el director de Cantur. Sobre lo que ocurrió antes, durante la legislatura del Partido Popular y en la anterior etapa del bipartito, prefiere no pronunciarse.
Lo dice sobre el terreno y justo antes de examinarse ante Carlos Fernández y María Jesús Moreno, una pareja de Teruel que vuelve a Cabárceno por segunda vez: «Es que esto no es un zoológico, es otra cosa. Vas al de Barcelona y están los animales más encerrados. En cuanto a bienestar animal aquí están mucho mejor». Queda satisfecho, pero en la zona de los elefantes se empeña en seguir demostrando que la visión del jefe de veterinarios -defiende su «gran labor» y considera que su implicación es innegable- no fue del todo precisa.
Allí, el informe hacía referencia al «vergonzoso estado del tejado» que, por lo menos aparentemente, como subraya una y otra vez Carrión, no se aprecian grandes problemas: «En los barrotes puede que falte pintura; es que los animales juegan con la trompa y se estropea, pero yo miro para arriba y no veo que entre el agua». No obstante, el veterinario recoge en su informe los esfuerzos que se hacían para que las carencias y deterioros no fueran percibidos por los visitantes y los inspectores. Sí reconoce, por ejemplo, que la visera del tejado de la caseta de los bisontes tiene algunos problemas de carácter estético. Algunas partes están levantadas. «Todo se reduce a falta de pintura, algunas goteras pequeñas, algún canalón o vallas deterioradas, poco más».
«Hay que tener en cuenta que tratamos de recrear al máximo el hábitat natural de los animales y el entorno en el que viven. Claro que si el edificio fuera de hormigón no tendría estos problemas, pero ese no es el espíritu», defiende. Aun así, el técnico que le acompaña apunta que ese apartado concreto -los techos- también está en vías de solucionarse con 380.000 euros para reformar las cubiertas de las 'casas' de 20 especies y otros 329.000 euros para el resto de la construcción.
Estas dos actuaciones forman parte del grupo de las que ya están en fase de tramitación, pero todavía no han comenzado los trabajos. Sí se puede ver ya el nuevo cercado de las cebras grevy, un mamífero que está en peligro de extinción. Antes toda la estructura era de madera. Ahora, la estaca es metálica y las tablas funcionan al estilo de la piezas de un mecano. Si se estropean, se pueden cambiar fácilmente y con un coste relativamente bajo. Es más útil, pero también mucho más vistoso y atractivo para que la experiencia del visitante sea más gratificante.
Este mismo sistema se implantará en otros recintos donde los efectos del paso del tiempo es más evidente. «No se puede hacer todo a la vez porque sería imposible y porque si no también todo se deterioraría a la vez», concreta el responsable de infraestructuras. También vallado, pero de otro tipo, es el perimetral. Son 5 kilómetros lineales de infraestructura pensados no sólo para que los animales no puedan salir -en el informe se hablaba de 'fugas'-, sino para que los del exterior no entren y evitar así la entrada de enfermedades.
De las 63 obras en cartera por un importe de 5,9 millones, la mitad ya están acabadas o con los trámites muy avanzados. El resto, como la reestructuración de la granja o una nueva zona de juegos, todavía está en fase de estudio. Además, sólo 20 tienen un presupuesto superior a los 100.000 euros, ya que la mayoría son reparaciones «muy concretas». En cualquier caso, con la inversión prevista se «pondrá fin a las pequeña deficiencias».
A pesar de que Cabárceno se ha apresurado «todo lo posible» en volver a tener jirafas tras el incendio ocurrido en enero en el que murieron los tres únicos ejemplares que había en el parque, será muy complicado que eso ocurra, al menos, hasta finales de verano. El director de Cantur, Javier Carrión, explica que el proceso administrativo está siendo lento, aunque todas las instituciones por las que ya han pasado los informes han dado su visto bueno. En este momento, la pelota está sobre el tejado de la Dirección General de Urbanismo, que posteriormente tendrá que trasladar el proyecto a la Crotu para su aprobación. A partir de ahí, el tiempo para su licitación será de mes y medio y habrá que esperar otros dos meses para la ejecución de la obra
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