La caída de alumnos «se acentúa» en las aulas cántabras, que pierden 2.464 escolares en tres cursos

¿En qué situación se encuentra Cantabria? A partir de datos oficiales, el sindicato STEC la ha reflejado con bastante detalle en sus informes anuales sobre matriculación, que devuelven una foto fija precisa y algo preocupante. ¿Por qué? Porque "la pérdida de alumnado continúa y se acentúa". El último estudio de STEC, relativo al curso 2023-24, confirma una caída generalizada de las matrículas: «En estos tres últimos años, el sistema ha perdido 2.464 alumnos y alumnas. Pero lo que resulta preocupante realmente es ver la evolución por etapas educativas», especifica el sindicato docente mayoritario en Cantabria, que, no obstante, esboza con su análisis una realidad educativa plural, en la que, mientras Infantil sufre reveses evidentes, la Formación Profesional (FP) «sigue ganando terreno».

Para dar contexto al estudio, STEC recuerda que si bien desde el curso 2013-14 ingresan menos escolares en la etapa de Infantil, «el aumento en otras etapas« ha compensado tradicionalmente esa caída, y ha permitido arrojar un saldo positivo de matriculaciones. Sin embargo, esto dejó de suceder en el curso 2021-22 y se ha mantenido hasta el presente año escolar, por lo que el descenso de las matrículas –desde las aulas de 2 años hasta Bachillerato– queda así: 908 alumnos menos en el curso 2021-22; 616 en el curso siguiente, y 940 en el año escolar actual. Con todo, un análisis «más pormenorizado» y en detalle devuelve una imagen «más cabal» del sistema educativo cántabro, donde las etapas de «Infantil, Primaria y Bachillerato pierden alumnado, mientras que la ESO y la FP aumentan matrícula», concluye STEC.

Así, el segundo ciclo de Infantil –3, 4 y 5 años– ha vuelto a sufrir un «descenso muy acusado», pasando de los 12.152 escolares del pasado curso a los 11.561 del actual, es decir, «este curso tenemos 591 alumnos y alumnas menos» en ese tramo, apunta STEC, que advierte de que esto no es un descenso puntual, sino que responde a «un problema estructural, mucho más grave» y derivado del descenso demográfico. Así, «desde el curso 2013-14 –que supuso un punto de inflexión en la matriculación–, no hemos dejado de perder alumnado en esta etapa«, advierte STEC, que traduce en su estudio esas »cifras alarmantes«, esto es, en esta última década, entre pública y privada, el segundo ciclo de Infantil ha perdido 4.977 alumnos, un 30,1%.

No obstante, el estudio de STEC muestra claramente que cada etapa tiene su idiosincrasia y que una lectura correcta del informe merece detenerse en ellas. Así, «este curso ha seguido aumentando» la inscripción en ESO y FP, mientras que en Bachillerato «hay un ligerísimo descenso» de noventa matrículas. Esto se explica aplicando varias claves demográficas. Así, desde el curso 2006-07, el hecho de que los centros de Secundaria hayan ido aumentando «progresivamente» su matrícula es «a consecuencia de la absorción en la ESO del último 'boom' demográfico y del aumento del porcentaje de alumnado que continua en los institutos realizando estudios posobligatorios de Bachillerato y FP», analiza STEC.

Este año hay 469 estudiantes más inscritos en esas etapas, pero STEC pero el sindicato observa que esta tendencia al alza tiende a la moderación. Esto, sumado a que «en 1º de ESO hay este curso prácticamente el mismo número de alumnos y alumnas matriculados que los que hubo el curso pasado» hace pensar a STEC, por primera vez, que los crecimientos en ESO, Bachillerato y FP «están tocando a su fin».

Y eso que la Formación Profesional vive en Cantabria una situación relativamente holgada. Desde que en el curso 2009-10 la matriculación en estos ciclos superara a la de Bachillerato, «la tendencia no ha cambiado», analiza STEC.

Este curso hay 8.428 bachilleres y 14.807 estudiantes de FP (257 más que el curso pasado), por lo que «la Formación Profesional gana claramente en las preferencias de los jóvenes de Cantabria»; es la opción mayoritaria, con dos de cada tres estudiantes de enseñanzas posobligatorias optando por ella, revela STEC, una tendencia similar a la del resto del país.

Más allá de exponer los datos puros y duros, STEC se fija en la «asimetría» de matrículas en los colegios e institutos de Cantabria, una desproporción que ha acabado influyendo en las políticas educativas. Organizaciones sindicales como STEC han exigido siempre que se aproveche esta situación de pérdida de alumnado para mejorar las condiciones de enseñanza. ¿Cómo? Rebajando las ratios.

De esta manera, el acuerdo alcanzado en 2022 entre sindicatos y Consejería para reducir a veinte el número máximo de escolares en cada aula de Infantil «permitió salvar muchas unidades del segundo ciclo» condenadas a desaparecer o a refundirse unas con otras, recuerda STEC. Esta medida ha mejorado la calidad educativa y «ha evitado la reducción» de la plantilla de maestros de la red pública.

Sin embargo, la situación de los institutos es la contraria, con ratios «muy altas» -por ejemplo, la ratio media en centros públicos de FP es de 28,3 alumnos por aula-. La conclusión para STEC es clara: si la Consejería no mueve ficha, condenará a los centros de Secundaria a la «masificación», por lo que le exige que la reducción de ratios en Primaria, ESO y enseñanzas postobligatorias se trate esta legislatura.