Calambres para ahuyentar a los osos golosos

La mayor parte de los colmenares donde se han instalado los pastores eléctricos entregados se encuentran en la Red Natura 2000, la red europea de espacios protegidos.

Para la Fundación Oso Pardo, la presencia de osos en un territorio «es una señal de su buena calidad natural y ambiental», y a la vez, contribuye a que esta se siga manteniendo, ya que recuerda que el oso pardo es una «especie paraguas»: con su protección se conservan también los espacios naturales en los que vive.

Entre los servicios ecosistémicos (beneficios) que proporciona un espacio natural bien conservado se encuentra la polinización de las plantas, a la que contribuyen las abejas. Estas, además, proveen de productos que suponen un recurso económico a los territorios, como la miel, la jalea real, la cera, etc.

Por ello, para la fundación se hace necesario lograr «una buena coexistencia entre osos y apicultura, y minimizar los problemas que el oso puede ocasionar atacando a los colmenares para alimentarse».

Este tipo de ataques ocurren especialmente durante la primavera y el verano, que es cuando hay más actividad en las colmenas. Ocurrió, por ejemplo, hace un año en Salceda (Polaciones), cuando un oso se subió al tejado de una casa en busca de un enjambre que había debajo de las tejas. Fueron, también, muy importantes los daños que un ejemplar causó en unas colmenas en Cosgaya (Camaleño) y un suceso similar ocurrió en San Sebastián de Garabandal, por citar solo algunos de los casos que han salido publicados en este periódico. El avistamiento más reciente tuvo lugar este mismo mes en Pesaguero, donde un plantígrado de gran tamaño acudió a comer cerezas, otro dulce manjar. Según la Fundación Oso Pardo, la colocación de pastores eléctricos, consistente en un cableado electrificado que rodea el colmenar y se mantiene conectado a una batería, es una de las medidas de prevención más efectivas para disuadir a los osos.

Junto a la entrega del pastor eléctrico de alimentación solar, se ha ofrecido a los apicultores que así lo han solicitado información sobre cómo instalarlo y mantenerlo para garantizar su correcto funcionamiento. Con el centenar de pastores incluidos en este proyecto, el número total de pastores para protección de colmenares entregados hasta la fecha por la FOP en la cordillera Cantábrica alcanza los 864.