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La Consejería de Educación y la Junta de Personal Docente se reunirán mañana miércoles en Mesa Sectorial –por medio de videoconferencia– para cerrar el calendario escolar del próximo curso, planificar el número de aulas y determinar las plantillas de profesores. Todo ello en medio ... de un ambiente tenso después de que la Administración dirigida por Marina Lombó (PRC) haya decidido suprimir todos los puestos de apoyo de Formación Profesional para lo que resta de curso como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. La medida, que supone mandar al paro a más de medio centenar de docentes interinos, ha sido tomada sin ningún tipo de negociación previa, lo que ha provocado en el enfado de los sindicatos con los que hoy tiene que sentarse a la mesa.
Las principales novedades con respecto al actual ejercicio que aparecen reflejadas en el borrador transmitido por la Administración a los sindicatos son dos: por un lado, la ya comunicada prohibición de encargar deberes al alumnado durante las vacaciones, a lo que se añade que tampoco podrán realizarse pruebas de evaluación de ningún tipo en los cinco días lectivos inmediatamente posteriores al regreso a las aulas. Es decir, que tendrá que pasar una semana, como mínimo, para que los profesores puedan evaluar a sus alumnos. El objetivo, según Educación, es que esos periodos de vacaciones sean «realmente de descanso», ha señalado la titular del área, Marina Lombó, dando respuesta así a las reivindicaciones de los colectivos de padres y madres de alumnos, que se quejaban de la sobrecarga de trabajo que tienen que asumir sus hijos durante estos periodos.
La otra gran novedad es que no habrá vacaciones vinculadas a la Semana Santa, que en 2021 cae a principios de abril, sino que sólo se consideran no lectivos las jornadas festivas de esas fechas. Así, los escolares sólo disfrutarán de descanso de Jueves Santo a Domingo de Resurrección (o hasta el lunes si se declara festivo), pero no tendrán más vacaciones ni por delante –como sucede en muchas comunidades autónomas– ni por detrás, durante la Semana de Pascua, como es práctica habitual en Cantabria y como ha sucedido durante los dos últimos cursos. A cambio, los estudiantes disfrutarán de una semana no lectiva del 26 al 30 de abril.
La determinación no responde a criterios «ideológicos» o «culturales», sino por «respetar» la estructura de un calendario bimestral en la que las fechas de la Semana Santa del próximo año «no cuadran bien», pero el caso es que se obvia así una festividad religiosa de gran calado en España y que las familias suelen aprovechar para tomar unos días de descanso.
Esta decisión repite lo sucedido en 2018, cuando la eliminación de las vacaciones vinculadas a la Semana Santa, muy unidas a la tradición y a la creencia religiosa mayoritaria en España, causó una gran polémica en Cantabria, levantando el rechazo de muchas familias, que acusaron a la Consejería de «dar la espalda» a las necesidades de conciliación y a las tradiciones; de asociaciones de padres y madres como la Concapa, referente en la enseñanza concertada; y de partidos políticos, como el PP, que intentó revocar la decisión de la Administración, tomada, su opinión, «sin ningún tipo de reflexión ni consenso» y «a contracorriente» de todas las comunidades autónomas. No es de extrañar que esta polémica se reviva ahora de nuevo.
De cara a la reunión de la mesa sectorial de este miércoles, tanto la Consejería que dirige Lombó (PRC) como la Junta de Personal Docente (de la que forman parte los sindicatos STEC, ANPE, TU, UGT, CC OO y CSIF) han declinado realizar valoraciones antes de reunirse. Ambas partes ya mantuvieron un encuentro a principios del mes de marzo con el objetivo de intentar cerrar un acuerdo en la semana posterior, pero la crisis sanitaria desatada por la expansión del coronovirus retrasó esta nueva cita e impidió que el calendario se haya publicado de forma oficial en marzo, tal y como estaba previsto inicialmente. Educación espera aprobar el calendario con el respaldo de la Junta, pero tiene la potestad para hacerlo de forma unilateral si no se alcanza un acuerdo.
El borrador de orden de calendario presentado por la Administración, a expensas de la ratificación este miércoles de los sindicatos (están de acuerdo en las fechas, por lo que no prevén cambios en este sentido), contempla el inicio del curso el 7 de septiembre en las etapas de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial. El mismo se extenderá hasta el 23 de junio, con un total de 175 días lectivos. Por su parte, en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional se desarrollará entre el 9 de septiembre y el 25 de junio.
La jornada lectiva en los colegios de Infantil y Primaria será reducida durante los meses de septiembre y junio: cuatro horas diarias frente a las cinco del resto del curso, aunque los centros deberán garantizar la atención a los alumnos que así lo deseen o necesiten hasta las 14.00 horas, así como los servicios de comedor y transporte escolar. Si los sindicatos no ponen objeciones, se repetirá así la fórmula desarrollada este curso frente a la decisión polémica del anterior, cuando la eliminación de la jornada reducida en tres de las seis semanas de principio y final del ejercicio provocó un encendido conflicto con los maestros, que se tradujo en manifestaciones de protesta y huelgas, incluida una el primer día de clase.
El curso vuelve a dividirse en cinco bimestres lectivos. La regionalista Marina Lombó, que negocia por primera vez el calendario escolar, ha apostado por dar continuidad al modelo implantado en la anterior legislatura por el PSOE, sus socios de gobierno en el Ejecutivo cántabro, primero con Ramón Ruiz y después con Francisco Fernández Mañanes al frente de la cúpula educativa, cerrando la puerta a cualquier posible regreso a la estructura anterior (la de tres trimestres), que sigue siendo mayoritaria en España. Así, poco después de asumir el cargo, defendió Lombó que las evaluaciones realizadas al mismo demuestran que pedagógicamente es «bueno» para los alumnos y que la Educación no debe ser objeto de «experimentos» y «vaivenes» cada poco tiempo, sino que necesita «estabilidad» para sacar el máximo rendimiento a los proyectos y obtener buenos resultados.
De esta manera, el próximo curso los periodos de vacaciones se extenderán del 2 al 6 de noviembre; del 24 de diciembre al 10 de enero (Navidades); la semana del 1 al 5 de marzo (tampoco el año que viene coincide con los Carnavales); y la comprendida entre el 26 y el 30 de abril. Una propuesta según la cual los niños volverán de vacaciones de Navidad el lunes 11 de enero, cuando la festividad de Reyes, el día 6, cae en miércoles; y según la cual, como ya se ha citado, no habrá vacaciones en Semana Santa, salvo, lógicamente, las jornadas declaradas festivas a nivel nacional y autonómico. En cualquier caso, el borrador aclara que el 1 y 2 de abril (Jueves Santo y Viernes Santo), en caso de no ser declarados oficialmente festivos, serán días no lectivos.
El calendario contempla 175 días lectivos (el mínimo exigido por la legislación) y los días festivos locales que caigan en jornada lectiva se deberán recuperar. Este fue el primer punto de fricción que tuvo el pasado verano la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) con la recién nombrada consejera, ya que el colectivo presidido por Leticia Cardenal aseguraba que en Cantabria no se cumplían los días de clase mínimos recogidos por la ley al no contemplarse las festividades locales de los distintos municipios dentro del calendario escolar. Con el calendario ya aprobado por el anterior consejero, la Administración solventó la tesitura instando a los centros a recuperar los días que se perdieran para alcanzar los 175 lectivos y este año ya lo recoge de forma clara en el borrador para el próximo curso.
Al margen de Primaria, Secundaria y Formación Profesional, el calendario de las enseñanzas profesionales de Artes Plásticas y Diseño y en la Educación Permanente de personas adultas, las actividades lectivas se desarrollarán desde el 22 de septiembre hasta el 25 de junio, ambos inclusive. Mientras tanto, en las Escuelas de Idiomas las actividades lectivas se desarrollarán desde el 7 de octubre hasta el 28 de mayo. En los conservatorios y escuelas de danza, las actividades lectivas se desarrollarán desde el 17 de septiembre hasta el 4 de junio, Y en lo que respecta a las enseñanzas deportivas de régimen especial, el calendario se desarrollará del 24 de septiembre al 25 de junio.
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