La calle es un carnaval

Impresiona hasta que te das cuenta de que es carnaval, fiesta grande en lugares como Santoña y de gran tradición también en Torrelavega. Como en otros muchos puntos de Cantabria, durante esta tarde lo extravagante se convirtió en regla en el Gran Desfile de la capital, en el que este año participaron una veintena de agrupaciones entre asociaciones culturales o vecinales, peñas de amigos y muchas escuelas de danza.

La fiesta siguió en Santander en una jornada en la que está permitido saltarse las normas y poner la lógica patas arriba. Lo demostró Carlos, un pequeño de cinco años vestido de Policía Nacional. A segundos del inicio del pasacalles miraba con mal gesto, con aires de superioridad, a un agente «de verdad». Este, en vez aplicar la Ley de Seguridad Ciudadana que impide a los civiles a ponerse un traje oficial bajo pena de multa, prefirió reírse.

A las 18.30 horas, finalmente en La Alameda y no en Perines, como se había anunciado, comenzó el desfile. Tuvo el honor de inaugurar el pasacalles el 'Circus' que montó la academia Latin Dance. Se notaba que habían ensayado porque clavaron los pasos de 'Mi cintura' del artista Álvaro Soler, con el que comenzaron a avanzar. Hasta el gran elefante africano del circo fue a ritmo que marcaba el maestro de ceremonias. «Los nuestros tienen un poco menos de coordinación, pero a coser les ganamos de sobra», presumía una mujer desde los jardines de San Fernando –el césped sufrió por la masiva presencia de padres y abuelos orgullosos– al paso de la Asociación en Marcha, que demostraba con su 'Fábrica de los Sueños' que el carnaval no es solo cosa de jóvenes y niños.

Los chicos de Yayvadaza, incluso con un brazo escayolado, se marcharon al antiguo Egipto; la Asociación San Mateo sacó a los neandertales de su clima gélido para bailar a unos anómalos 20 grados en el Santander del siglo XXI, Los Carnavaleros se convirtieron literalmente en música y Los Rakeros en míster Potato. Y anjanas, emoticonos del whatsapp y astronautas de una Nasa española… El club Atalaya Salesianos hizo caso a lo que decía la canción que sonaba a su paso por la plaza Numancia –'María', de Ricky Martín– y dieron «un pasito pa trás» en el tiempo hasta la época de los guerreros cántabros. En el carnaval de Santander también se ha podido ver a un marine de la mismísica 'Army' americana de la época de la Segunda Guerra Mundial dar un beso a su novia rodeado de cámaras antes de subir al barco que le lleva a la guerra en Europa. Ella, con pelo en pecho y más barba de lo normal. Los de la peña La Pera son la pera.

La capital del Besaya ha celebrado el acto central de su Carnaval con la participación de cientos de personas, muchas de ellas procedentes de otras localidades cántabras. El Bulevar Demetrio Herrero, junto al Ayuntamiento, se llenó de jolgorio y colorido para dar la salida al desfile, con el recorrido habitual por las principales calles. En el concurso de disfraces se inscribieron 23 grupos. En el recorrido por el centro urbano también participaron diversas charangas y grupos de animación. Al final, se celebró una multitudinaria verbena en la 'Plaza Roja' y en un descanso de la misma se entregaron los premios. El carnaval de la capital del Besaya concluirá hoy con un programa destinado especialmente a los más pequeños.

Laredo también se sumó a la fiesta con el desfile como acto central en el que participaron más de una treintena de cuadrillas, algunas de ellas con los típicos artilugios. Los aledaños de la Casa de Cultura y la Alameda Miramar fueron los lugares en los que se concentraron las agrupaciones. Comenzó el evento con el pregón, que corrió a cargo del Rey Momo, en esta ocasión disfrado de Frankestein, que desde la Casa de Cultura anunció el inicio del desfile. A continuación comenzaron a desfilar las cuadrillas, mostrando un amplio y variado repertorio de disfraces: astronautas, asiáticos, canibales, Azraeles, piratas, Marios Bros, animadoras, catrinas... Finalizado el desfile hubo una verbena a cargo de la Orquesta Malassia y en la Carpa del Carnaval, ubicada detrás de los Juzgados pejinos, tuvo lugar la actuación del dj Jacobo Ostos.

En Camargo ha quedado demostrado que el carnaval no tiene edad. Y es que los usuarios del Centro Social de Mayores de Muriedas abrieron el viernes la programación festiva del valle con una exhibición de disfraces con bailes y merienda para amigos y familiares. La imaginación de los camargueses quedó patente con disfraces tan originales como saltimbanquis o arlequines, así como otros más originales como magos, mejicanos o brujos. Las actividades se reanudaron durante esta tarde con el carnaval infantil, que reunió a decenas de niños en el Pabellón Pedro Velarde. Los más pequeños disfrutaron de una tarde divertida que incluyó el espectáculo 'Pixels Offline' a cargo de La Banda de Drac. Para reponer fuerzas después de tantos juegos, se repartieron sobaos paniegos con chocolate para merendar y sorteos de regalos.

Las calles de San Vicente se vieron animadas ayer por numerosos grupos ataviados con vistosos y espectaculares disfraces, acompañados en la mayoría de los casos por llamativas carrozas, mostrando en algunos casos divertidas coreografías que dieron color a uno de los carnavales más concurridos de los últimos años. Tras el concurso de murgas celebrado en la Plaza Mayor del Fuero, todos los participantes se incorporaron al pasacalles seguido por numeroso público que posteriormente disfrutó de una romería seguida de verbena.

En Reinosa, el buen tiempo se convirtió en protagonista de una fiesta a la que no estaba invitado pero en la que fue recibido con gran alborozo por el númeroso público que ayer llenó las calles para disfrutar del carnaval, disfrazarse y participar de la fiesta. El desfile carnavalesco recorrió la distancia que separa la Plaza de España del Colegio Casimiro Sainz, una comitiva que estuvo acompañada por una batucada y una charanga. Fue allí donde tuvo lugar el grueso de la fiesta con concursos de disfraces, desfiles y música a cargo de un DJ invitado. Muchas y originales fueron las propuestas que este año eligieron los reinosanos para disfrazarse. La mayor parte de ellos lo hicieron en grupos y entre los que destacaban los de familias de adultos y niños. Dinosaurios, payasos, animadoras, sufragistas, transformes…

El Astillero se sumerge en un intenso programa festivo estos días con motivo del Carnaval. Después de la elección de Reina y Damas del Carnaval, hoy ha tenido lugar lugar el Gran Desfile de Carnaval que, tras recorrer diferentes calles del centro urbano, llegó al Pabellón de La Cantábrica, donde se celebró el tradicional concurso de disfraces.