La Cámara ofrece su sede al Gobierno por 5 millones para trasladar allí la Consejería de Economía

Según ha informado la ejecutiva de la Cámara a los 31 vocales del Pleno, la venta «deberá cerrarse antes de que acabe 2024 y permitirá a la institución seguir al menos un año más ubicada en su sede actual sin coste».

Después de eso, la intención del Ejecutivo regional es trasladar a las seis plantas de la Porticada todos los departamentos de la Consejería de Economía y ahorrarse, así, el millón de euros anual que le cuesta el alquiler del Edificio Macho. «Este ahorro permitirá amortizar la operación en aproximadamente cuatro años; será un ahorro muy importante», ha subrayado el consejero de Economía, Hacienda, Financiación Autonómica y Fondos Europeos, Luis Ángel Agüeros, quien ahora estudiará «con detenimiento» el contenido de la oferta, aunque ya ha avanzado que el cambio será «ventajoso» para los intereses del Gobierno en términos de tasación –la más actual asciende a 6,2 millones– y precio de venta.

Agüeros también ha resaltado «la ventaja» que supone que estas dependencias del Gobierno cántabro se mantengan en el centro de la ciudad, «al generar dinamismo y facilitar el acceso de la ciudadanía a los servicios públicos».

Hace ya casi una década que la Cámara de Comercio de Cantabria tiene claro que la venta de su sede es el camino más rápido para mantenerse con vida. Con casi 140 años a sus espaldas, la entidad sufre una fuerte crisis financiera por culpa del agotamiento de sus reservas, el fin de la cuota cameral anulada por un decreto del Gobierno Zapatero en 2010 y una Ley de Cámaras de 2014 que no arregló la situación. Un ahogo económico cuya única salida, en opinión de sus directivos pasados y presentes, es la venta de la sede de la Plaza Porticada.

La operación afectará sólo al continente, de manera que todos los objetos y mobiliario, algunos con alto valor cultural e histórico, seguirán perteneciendo a la Cámara. Si bien la intención de la dirección era alquilar la mitad del edificio para generar una fuente recurrente de ingresos, el Ejecutivo cántabro había planteado un acuerdo sobre la totalidad del edificio y en régimen de compra.

Este edificio, de 2.550 metros cuadrados en seis plantas, se encuentra actualmente muy infrautilizado, ya que sus 30 trabajadores apenas usan la mitad del espacio. El dinero ingresado por la venta servirá principalmente para eliminar la deuda financiera con entidades bancarias arrastrada desde 2018 y comprar una nueva sede. Para Tomás Dasgoas, presidente de la institución, «esta operación es la palanca necesaria para desarrollar todo el potencial de la Cámara para empresas y emprendedores».