Melisa Menéndez

Responsable Grupo de Clima Marino y Cambio Climático de IHCantabria

«El cambio climático tiene un papel claro y evidente, no hay dudas científicas»

-Las mareas vivas de septiembre son típicas de estas fechas. ¿Qué ha hecho que durante estos tres días se consideren excepcionales?

-Las mareas vivas equinocciales, que es como comúnmente se llaman, suelen ser siempre excepcionales, es decir, son las más grandes de todo el año, más o menos por septiembre y marzo, ocurren dos veces. Lo que pasa es que este año se han dado unas combinaciones astrofísicas. Hay pequeños cambios en cuanto a la distancia que está la Luna de la Tierra, el Sol, su alineación, y cuando se dan ciertas circunstancias -esto ya ocurre cada ciertos años- las mareas son más grandes y las mareas vivas y equinocciales son mayores aún.

-¿Qué previsiones hay para hoy y este viernes?

-Desde ayer hasta este viernes podemos cuantificar y determinar bastante bien cuál va a ser el nivel de la pleamar. Sobre la marea astronómica puede haber una contribución añadida, que se debe a otros fenómenos que no son la atracción principalmente de la Luna sobre las masas oceánicas, sino las condiciones meteorológicas y otro tipo de variaciones. Las condiciones meteorológicas para que contribuyan y provoquen una sobreelevación sobre esas pleamares, suelen estar condicionadas con las borrascas, las tormentas, los sistemas de baja presión afectan muchísimo y los vientos soplando hacia la costa también contribuyen a que haya una sobreelevación extra. Afortunadamente no tenemos una borrasca justo encima de nosotros. Estamos en un margen ahora mismo entre 5 y 15 centímetros para hoy, lo que supondría registrar una de las mareas más importantes desde que hay registros, pero no va a ser un máximo histórico.

-¿Cuál sería el papel del cambio climático en la subida del nivel del mar?

-Un papel claro y evidente, no hay dudas científicas sobre que está provocando un aumento gradual y lento a nivel planetario. Hace ya muchos años que científicamente no tenemos duda. Por un lado, hay una contribución de agua de deshielo, tanto por las zonas polares como por las zonas glaciares, tiene muchísimo menos hielo y ese agua llega al océano. Tenemos más agua en el océano y eso provoca que el nivel sea más alto. Por otro lado, está el tema del calentamiento de ese agua. Cuando se produce, se expande y también provoca una sola elevación.

-¿La marea se vería afectada con ese incremento?

-Estos aumentos, que no son muy grandes en el nivel medio del mar, no van a afectar a esas variaciones de las mareas a nivel general. Ahora bien, en el interior de estuarios o bahías, sí que puede ser importante cómo se comporta la onda de marea en función de que el nivel del mar sea 15 o 20 centímetros más o menos, puesto que ahí estaría cambiando la profundidad.

-¿Se puede repetir el suceso del mes de febrero de 2014 que afectó a toda la costa?

-Sí, incluso peor. Siempre pueden venir unas tormentas aún peores. La cuestión es que ese año aquellos impactos que todos recordamos, se debieron a una muy mala coincidencia, de manera astronómica, meteorológica, más la contribución del oleaje, porque había un temporal muy importante, pero además se dio la circunstancia de que ocurrieron seis eventos más o menos consecutivos, que fueron acumulando daños en la costa.