Moisés Castro
Secciones
Servicios
Destacamos
Moisés Castro
Con el 2023 a punto de expirar, es hora de hacer balance. El urbanismo ha sido uno de los temas candentes en la actualidad de la región. Y ahí los arquitectos, aunque no son los responsables de redactar las leyes y normas, sí tienen mucho ... que decir. Moisés Castro fue elegido en 2018 decano del Colegio Oficial, un cargo que renovó en 2021. También fue representante de Arquitectos sin Fronteras en Cantabria y desarrolló una intensa labor en su trayectoria como arquitecto municipal en ayuntamientos como Cabezón de la Sal, Camaleño, Ruente, Mazcuerras o Los Tojos. Habla claro y se le entiende. «En la Ley del Suelo ha faltado el consenso mínimo para plantear y diseñar un modelo territorial compartido», afirma. «No adecuamos nuestros medios a nuestros fines», sentencia.
–Ahora que está a punto de finalizar, ¿cómo ha transcurrido el año?
–Pues empezó mejor de lo que termina. Íbamos bastante bien y estos últimos cuatro meses han sido un poco flojos, la verdad. Se ha detenido la actividad y, por tanto, los ingresos.
–¿Por qué?
–No sé si será por la conflictividad política o por el tema de las subvenciones europeas cuando se dijo que se habían agotado los fondos y no había certeza de cuándo llegarían.
–Los ciudadanos han acogido las ayudas a la eficiencia energética con agrado, ¿no cree?
–Es que generaban grandes expectativas. Había comunidades de propietarios pendientes de ellas para poder afrontar sus inversiones. Además eran subvenciones con unos porcentajes muy altos.
–¿Discurre por aquí, en parte, el futuro de la profesión?
–Lograr la eficiencia energética es algo obligado. Nuestra actividad cambia de paradigma, aunque esta palabra no me gusta del todo. Varía el concepto y la arquitectura se convierte más en rehabilitación que en obra. El parque edificado requiere de bienestar para los ciudadanos y también de revalorización del patrimonio para nuestras familias.
–El urbanismo es uno de los temas candentes en Cantabria. La Ley del Suelo ha tenido tres normas diferentes en sólo 18 meses para construir en suelo rústico. Al ciudadano de a pie le cuesta entenderlo.
–A nosotros, también. La gente no construye sólo por gusto, suele hacerlo por necesidad: para tener una vivienda, para instalar una empresa.... Que la Ley del Suelo cambie tanto es malo en sí mismo; y el hecho de que toda el debate se centre en si se ponen o no todas las viviendas en suelo rústico es aún peor. Es tomar la parte por el todo. La ley debería ser de todo el suelo: del rústico, del urbano y del urbanizable.
–¿Falta perspectiva o amplitud de miras?
–En la Ley del Suelo ha faltado el consenso mínimo para plantear y diseñar un modelo territorial compartido. Un modelo de región no es el de un partido político u otro. No puede ser. Tienes que buscar los mimbres para saber cómo quieres diseñar el territorio, que, por otro lado, no es dibujar sobre un papel en blanco. El territorio ya está ahí.
–¿Por qué cree que sucede?
–Tenemos los problemas de una estructura administrativa de región enorme y no dejamos de ser una comunidad de 500.000 habitantes.Parece que no lo asumimos bien. No adecuamos nuestros medios a nuestros fines. Para empezar, no tenemos claros nuestros fines. No parece que haya un dibujo de la Cantabria en la que queremos estar.
–La Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo, más conocida como la Crotu, también ha dejado muchos titulares este 2023.
–Nosotros ya habíamos pedido su remodelación y que se pusiera en marcha la Comisión Permanente. Era algo que recogía el decreto de su fundación. Se iba a dejar como el más alto órgano consultivo y la Comisión para los asuntos de tramitación. Esta última es la que se ha puesto a funcionar ahora.
–No les ha sentado bien a todos los colegios profesionales. Algunos se han sentido agraviados.
–A nosotros nos llamaron y acudimos. Tanto en la Crotu como en la Comisión Permanente la presencia de los colegios profesionales no deja de ser meramente testimonial. Estamos en franca minoría. Siempre somos menos que los representantes de la administración. El problema es que hemos dedicado la Crotu a la tramitación de las viviendas y de las autorizaciones en suelo rústico en lugar de al planteamiento necesario para tener un territorio ordenado. Es lo que hemos reclamado.La Crotu debe centrarse en eso. Tenemos un retraso grave respecto a otras comunidades vecinas. En el País Vasco están ya en la revisión de las directrices del plan que tenían desde hace años, que es el equivalente a nuestro Plan Regional de Ordenación Territorial (PROT). Cantabria ni siquiera tiene aprobado su PROT.
–Santander parece que el año que viene avanzará son su Plan General de Ordenación Urbana. ¿Todo es más lento de lo deseable?
–El de Santander se anuló por una cuestión de forma ligada a la Autovía del Agua. Es algo complicado. Íñigo de la Serna, cuando fue ministro, promovió y encontró un consenso para que los fallos parciales de estas normas se solventasen sin la necesidad de tener que tumbar el plan al completo, con lo que ello supone para el patrimonio de la gente y la inseguridad que produce. Estas dificultades hacen que los plazos se alarguen tanto en el tiempo. La Crotu, en eso, también tiene su parte de culpa. Ha estado dedicada a tramitar autorizaciones en suelo rústico. La teníamos hipotecada.
–El PGOU de Torrelavega parece que está en la recta final.
–Es que todos tienen plazos inmensos. Si lo piensas, es absurdo estar todo el tiempo planificando. Mientras haces el plan, metafóricamente, pierdes la guerra. Es como si Napoleón se encierra a cal y canto en la tienda de campaña a diseñar la estrategia y entonces vienen los rusos y le dan candela. A las ciudades y a los pueblos les pasa lo mismo.Yo trabajé en Cabezón de la Sal y se tardó 20 años en aprobarlo.
–¿Qué modelo, a su juicio, es el mejor para ambas ciudades?
–Cualquiera mejor que ninguno. En el fondo, el que diseñes, funcione y dé a los ciudadanos las respuestas que surjan. Hay un defecto grave en los planes generales, suelen bajar demasiado al detalle. En lugar de crear un modelo, crean una ciudad de futuro que cada vez que cambia alguna ley exige un trámite burocrático aún mayor. El urbanismo se ha complicado y burocratizado tanto que los propios ayuntamientos evitan, esquivan o retrasan enfrentarse a ellos.
–¿También cambia la figura del arquitecto?
–Ahora quizás se centra más en la faceta de la rehabilitación. Pero no en una pequeña, más bien en reformas integrales.
–¿Suelen ser identificados como los autores de los grandes edificios y obras?
–En realidad, siempre hemos hecho de todo. Lo grande, lo pequeño y lo mediano. Más allá de la imagen pública del arquitecto protagonista de los grandes edificios, el arquitecto es el protagonista del tejido urbano de la ciudad. Todas las casas, con mayor o menor acierto, están hechas por arquitectos.
–¿Cuál es la salud del Colegio que encabeza?
–El Colegio está bien. Estos años hemos hecho un proceso de saneamiento económico que venía derivado de la gestión de las juntas anteriores, que tuvieron que enfrentarse a épocas duras. El Colegio estaba endeudado, había adquirido el local de la calle Los Aguayos y se acumulaba la deuda. Hemos ido reduciéndola a la par que manteníamos la actividad colegial. Económicamente, hemos remontado.
–¿Notaron mucho la pandemia?
–Pensamos que sería más devastadora. El primer año fue malo, pero el segundo fue estupendo. El impacto de las ayudas 'Next Generation' ha tenido mucho reflejo en nuestra actividad. El trabajo se ha repartido. Se pasó de la obra nueva a la rehabilitación, y se impulso esta última. La gente se ha dado cuenta de lo importante que es tener la casa en buenas condiciones.
–El año que viene hay elecciones. ¿Le queda algo por hacer?
–Siempre quedan cosas pendientes, cualquier gremio tiene por delante más y más retos. Los arquitectos han cambiado su imagen pública. Hay la sensación de que el arquitecto es caro, pero no es así. Es un profesional que te da una visión integral de la edificación, de la misma dentro de la ciudad y que te asesora.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.