

Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Martín (Santander, 1966) ha cambiado el Parque Científico por un despacho con vistas a la Bahía de Santander. La resurrección política de Javier ... Marcano le ha obligado a mudarse a la Autoridad Portuaria después de 14 años en ambos lados del Gobierno bipartito, interrumpidos solo por la legislatura del PP. Deja Industria para ponerse a los mandos de la mayor empresa de Cantabria, la que más impacto tiene en el PIB y la que más empleo genera. Pero perderá presencia bajo los focos y estará más alejado de la toma de decisiones. Doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, dice que ahora vuelve a trabajar en su pasión, el mar.
-¿Se siente perjudicado por el regreso de Marcano?
-Qué va, en absoluto. Todo lo contrario. Miguel Ángel Revilla es una persona tremendamente inteligente que sabe colocar a cada uno en cada momento donde es más eficaz. Así que sólo puedo estar agradecido por los años que he estado en su Gobierno. Mi cambio al Puerto ha sido una cuestión casi previsible. Mi pasión fundamental es la mar, mi decisión profesional fue hacerme ingeniero de Puertos y llevo más de 14 años gestionando lo público. Casi era obligado venirme al Puerto. Y, además, estoy muy honrado. El Puerto va a ser clave en el futuro económico de Cantabria.
-De hecho, en 2019, antes de la formación de Gobierno, ya le dijo en persona a Revilla que contara con usted para el Puerto.
-De esas conversaciones de palacio no conviene hablar. Pero sí, efectivamente, la opción del Puerto estuvo sobre la mesa desde el principio. Mi perfil se ajustaba al cargo.
-¿Le parece inteligente, entonces, cambiar al responsable de Industria en un momento tan estratégico, en el que esa consejería debe gestionar los fondos europeos del covid?
-Cuando los demás vamos, Revilla vuelve. No me cabe la menor duda de que ha sido un movimiento pensado, meditado y, seguramente, acertado.
-¿No se lo toma como una pérdida de estatus?
-Esos sarampiones los tengo satisfechos hace muchos años. Con cuatro legislaturas en el Gobierno, se puede imaginar. Creo que este cambio responde a una cuestión de eficacia y de apetencia. Vengo al Puerto encantado y aportaré todo lo que esté en mi mano con toda la exigencia que tendría en una consejería del Gobierno. Absolutamente igual.
-Lleva menos de un año como militante del PRC, ¿cree que si tuviera pedigrí en el partido las cosas hubieran sido distintas?
-Mi salida de la consejería tiene poco que ver con el pedigrí. No me lo tomo así. La Autoridad Portuaria es una responsabilidad tremenda. Su trascendencia es enorme para la economía cántabra. Es verdad que tendré menos presencia política, pero no menos relevancia.
-¿No intentó en ningún momento que el presidente cambiara de opinión?
-No, nunca. Jamás he pedido a Revilla dónde estar. Jamás lo he hecho y él lo tiene claro. Cada vez que se produce un cambio de destino, se abre un horizonte de ilusión. Llego aquí con muchísima ilusión. Para mí no tiene ningún matiz negativo pasar de la Consejería de Industria al Puerto. Al revés. Una menor exposición política y una mayor capacidad técnica me permitirán desenvolverme con mayor soltura.
GOBIERNO
PROYECTOS
FUTURO
-Llegó a gestionar Turismo en 2015, pero en 2019 las competencias pasaron a Educación. Ahora vuelve Marcano y, automáticamente, Industria recupera Turismo. ¿A Revilla no le gustó su gestión turística?
-No tiene nada que ver con eso. Responde a un reparto competencial. Por primera vez el PRC asumía Educación y entendió que podía complementarse con Turismo para tener mayor visibilidad. Al mismo tiempo, ya se veía que iba a ser una legislatura económicamente complicada. Todo el mundo daba por hecho que Industria iba a ser el caballo de batalla los próximos 4 años. Ya tenía suficiente carga como para asumir también la gestión turística de la región.
-¿Deja alguna cuenta pendiente en Industria?
-Sí, seguramente sí. Llevamos 15 años con un solo aerogenerador y está a punto ya de aprobarse el primer parque eólico grande, que me hubiera gustado ver, ya que durante años he estado empujando las energías renovables como un predicador en el desierto. Y hay otro proyecto fundamental que es La Pasiega. En Industria hemos llegado hasta donde hemos llegado y ahora la historia continúa. Espero que en menos de un mes se produzca la aprobación inicial, está ya todo muy avanzado, con más de 27 informes sectoriales aprobados. La tramitación de La Pasiega ha sido una carrera de fondo pero, además, con vallas. Me hubiese gustado dejar el proyecto más encarrilado y más avanzado, pero una de las encomiendas de Revilla ha sido que siga empujando desde el Puerto de Santander. Es trascendente y fundamental.
-¿Es utópico pensar que La Pasiega estará en funcionamiento esta legislatura?
-Tiene que ser así. No hay otra opción. Una empresa logística no espera dos años a tener su ubicación. Cualquier retraso genera la pérdida de oportunidades. El Puerto está lleno de actividad, la llegada de la terminal de contenedores supone más presión de espacio y aquí no tenemos más. Además de importante es urgente tener La Pasiega operativa.
-¿Se retrasará si no llegan los fondos covid europeos?
-No podemos permitirnos el lujo del retraso. Se hará con o sin fondos europeos.
-¿Alguna empresa ya ha firmado para estar allí?
-No se puede firmar lo que no se puede garantizar, pero ha habido muchas empresas interesadas, hasta el punto de que si sumásemos los metros cuadrados que han demandado, el polígono ya estaría lleno. Eso sí, el interés tiene que traducirse luego en compromiso.
-No ha mencionado entre sus deudas pendientes algunos proyectos fallidos como la mina de zinc del Besaya.
-Es que en lo que uno no tiene control... ¿En qué tiene control un consejero de Industria? Por ejemplo, en poner encima de la mesa un concurso para que sea posible la explotación del zinc. Si luego no hay o la empresa tiene problemas financieros, pues se escapa. Por cierto, hay una zona que está paralizada con una empresa en problemas, pero hay otra área en la que, a día de hoy, siguen trabajando las compañías. Y puede haber posibilidades todavía de que alguien se decida a hacerlo y sea rentable.
-¿Y el problema de Las Excavadas?
-La ubicación fue elegida por el Ayuntamiento de Torrelavega. Fueron ellos los que señalaron esa zona para construir el polígono. Y luego, por distintos motivos de índole ambiental, tuvimos que trasladarlo. En la vida, si intentas diez cosas y salen cinco, es fantástico. En política, si haces nueve cosas y sale mal una, solo se te juzga por esa. No hay que tener miedo a equivocarse. Si castigas al que se equivoca dejará de intentar hacer cosas.
-Jaime González, su predecesor en el Puerto, se marchó con «desencanto» por cómo funciona la Administración pública. ¿Comparte sus críticas?
-Es una situación mental por la que hemos pasado todos. Después de cuatro legislaturas en el Gobierno ya me he adaptado a la realidad administrativa. Alguien que viene de lo privado y se topa con las sinergias de la Administración pública entiendo que se pueda cansar e, incluso, decepcionar. Jaime en ningún caso señaló a alguien en concreto, solo atestiguó que cualquier cambio requiere mucho más tiempo que en la empresa privada.
–¿El problema de los polizones se soluciona con unas vallas más altas?
–No solo con eso. No hay ningún sistema de seguridad que sea infranqueable. No hay ninguna valla que no pueda superarse con una escalera. Sobre todo, cuando hablamos de un puerto tan largo y cercano a un núcleo urbano como es el de Santander. Y, ante todo, queremos ser buenos vecinos con la ciudad, no podemos poner murallas altas para distanciarnos. Hace falta tecnología, sistemas de detección y video… Pero también es necesario reforzar el factor humano. Hace falta personal y, además, potenciar la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
–El 25% del tráfico del Puerto es con Gran Bretaña. ¿Es optimista con el impacto del 'Brexit'?
–No se puede ser optimista con el 'Brexit'. Ha sido un gran error de Gran Bretaña y cuando se den cuenta de ello, ya habrán generado malas dinámicas. Creo que al turismo le afectará poco, vendrán los mismos pasajeros, pero en las mercancías sí lo notaremos. No solo por los costes aduaneros, sino por los controles que hacen menos ágil y rápida la expedición. Y los sobrecostes a las exportaciones e importaciones. ¿El reto? Que el Puerto de Santander no sea un elemento que añada problemas. Ya hemos empezado a trabajar con otros organismos del Estado, pero los primeros meses de 'Brexit' ya han generado algunas tensiones por los tiempos de tránsito de los remolques. El Puerto está preparado para que no pase, pero hay que ir afinando.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.